Chilpancingo, Guerrero 8 de abril de 2021. El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, reveló que autoridades estatales quisieron “comprarlo” para que se entendiera bien con ellas, sobre todo porque ha destapado la “llaguita del narcotráfico”.
En su intervención en la sesión plenaria del Grupo Chilpo, a la que asistió como invitado ésta mañana, el prelado declaró que a diferencia de otros estados donde ha trabajado en la línea espiritual y en la social, como en Hidalgo donde el gobernador Francisco Olvera hasta le dio las gracias públicamente por pacificar la Huasteca, en Guerrero la situación ha sido diferente.
Explicó que aquí su trabajo ha sido más “complicado”, porque no se ha podido entender con el gobierno, aunque aclaró que para él ha estado mucho mejor, “puesto que no me he vendido, no me han comprado”.
Y luego aseguró: “por cierto, por primera vez les voy a decir, me quisieron comprar, me querían dar una mensualidad, pero yo no la acepté”.
Agregó que, por esa causa, corrieron del gobierno al encargado de las relaciones entre el gobierno y la Iglesia, “la razón que le dieron fue que: “no supiste controlar al obispo. Entonces, hasta ahorita, no me han controlado, según yo”, dijo.
El obispo aclaró que eso le da mayor libertad para actuar en este estado.
Explicó que una de sus deferencias con el gobierno es porque ha destapado “la llaguita”, empezando con el narcotráfico. “Yo he dicho que hay elecciones que son de estado, donde imponen al candidato, y hay narco elecciones y una de ellas ha sido aquí, a mí me consta, no me pueden engañar ni decir que no existe en Guerrero.
Salvador Rangel añadió que eso le ha ganado muchos enemigos y reveló que, inclusive, una persona “muy ilustre” hasta lo regañó, pero que no le contestó “porque soy un caballero”. Dijo que esa persona lo acusó de estar denigrando a Guerrero y haciéndolo quedar mal ante el mundo.
Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Fotograma tomado de Facebook
