Ciudad de México, 14 de agosto de 2022. Tatiana dice que no se considera feminista y no tenía una opinión firme sobre el aborto, hasta que atravesó por un embarazo no deseado.
Vive en Sinaloa, donde el aborto es legal desde marzo pasado, pero por trabas en el servicio, tuvo que continuar con su embarazo. Historias similares se escuchan también en las otras 9 entidades que lo han aprobado.
“Una señora me dijo (en el hospital al que acudió) que si no fui violada me podían hasta meter a la cárcel, me dio miedo y ya no insistí, supe ya después que caí en engaño”, explica Tatiana.
En Coahuila, a Mónica, que es maestra, el sistema de salud estatal le negó la posibilidad de abortar, a pesar de que desde septiembre de 2021, la Suprema Corte invalidó el artículo 196 del Código Penal del Estado, que penalizaba el aborto. Tuvo que acudir a la CDMX para interrumpir su embarazo.
Texto y foto: Agencia Reforma
