7 febrero,2018 6:42 am

El avance conservador en América Latina

Gaspard Estrada

En los últimos años hemos podido constatar el avance de candidatos evangélicos o apoyados abiertamente por iglesias protestantes en América Latina. Las elecciones presidenciales que se llevaron a cabo el pasado domingo en Costa Rica no fueron la excepción: Fabricio Alvarado, candidato del partido Restauración Nacional, venció en la primera vuelta con poco más del 24% de los votos, frente al candidato oficialista del Partido de Acción Ciudadana (PAC), Carlos Alvarado, que obtuvo el 21%. Si bien esta tendencia podría explicarse por un argumento demográfico –hoy en día los evangélicos representan casi el 20% de la población total de la región, frente al 3% hace sesenta años– el avance de las agendas impulsadas por estas iglesias supone una reconfiguración de la oferta política en América Latina, beneficiando principalmente a las causas conservadoras.

Este fenómeno ya ha sido visible en Brasil, desde el principio de la transición política en ese país, en los años 1980. El gigante sudamericano ha tenido siempre una mayor diversidad religiosa que sus vecinos, sin mencionar la existencia de un desarrollado sincretismo religioso, fruto de la historia del país. Esta diversidad religiosa ha tenido una traducción en el plano político, con una participación activa de pastores y curas en los procesos electorales, no solamente al hablar durante sus homilías dominicales, sino que para algunos de ellos al decidir dar el salto e incursionar directamente en la política. Edir Macedo, fundador hace poco más de cuarenta años de la Iglesia Universal del Reino del Dios (IURD, una de las principales iglesias evangélicas brasileñas con presencia en el continente, África y Europa), tomó muy rápidamente la decisión de impulsar la presencia de su iglesia no sólo en los templos, sino también en el espacio público a través de la televisión y de la política. Para ello, constituyó una cadena de televisión, la TV Record, y una serie de repetidoras en todo el territorio brasileño para asegurarse de la difusión de las ideas de su iglesia, paralelamente a la fundación de un partido político, el Partido Republicano Brasileño (PRB), que le da la posibilidad de influir directamente en la política. El día de hoy, el PRB forma parte del gobierno del presidente Michel Temer, al controlar el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio (MDIC), que tiene bajo su control el poderoso Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), que es el tercer banco de desarrollo más importante del mundo (distribuye más créditos que el Banco Mundial). Además de la importancia del PRB, las diferentes iglesias evangélicas han conseguido elegir a numerosos diputados, senadores, alcaldes e inclusive gobernadores, que defienden las pautas conservadoras en los gobiernos y en el Congreso. La existencia de este bloque suprapartidario ha provocado que inclusive durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula da Silva y Dilma Rousseff, la agenda social ligada al reconocimiento de los derechos de las comunidades LGBT y la despenalización del aborto no avancen en ese país.

De la misma manera que en Brasil, el avance de movimientos políticos ligados a grupos religiosos evangélicos en América Latina se ha venido traduciendo por un aumento del poder de estos últimos en la agenda política de la región. Por ende, es de esperarse que la disputa política ligada a los temas como la despenalización del aborto o los matrimonios homosexuales se polarice durante el ciclo electoral en curso en la región. En Costa Rica, fue una simple recomendación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), que tiene su sede en la capital de ese país, San José, que desató un debate nacional sobre esos temas, y que a la postre contribuyó al crecimiento de la candidatura de Fabricio Alvarado. Esperemos que la sensatez prevalezca y que esta agenda conservadora no se imponga en América Latina.

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París

Twitter: @Gaspard_Estrada