29 noviembre,2017 12:06 pm

¿Avance o pecado? Italia discute sobre el café para llevar 

Roma, Italia, 29 de noviembre de 2017. El repiqueteo de las tazas y el siseo de la máquina de espresso inundan el local. Hombres en traje y con maletín y una mujer con pantalones agujereados esperan en la barra de la cafetería Sant’Eustachio, en el centro de Roma, que les sirvan su café.

Desde hace casi cien años los habitantes y los turistas paran en el bar para tomar un espresso. Sin embargo, ahora los jóvenes camareros oyen cada vez más las palabras “da asporto”, para llevar.

Un barista sirve un espresso para llevar en una cafetería de Roma. foto: Tomke Giedigkeit/dpa

“Desde hace alrededor de un año ofrecemos ‘Coffee to go'”, dice Federica Ricci, coordinadora de ventas en el local cercano al Panteón. Los italianos también tienen cada vez menos tiempo para tomar un café en el bar, explica. Por eso seguirá aumentando la tendencia del café para llevar.

Lo mismo cuentan en la tradicional Casa del Caffè Tazza d’Oro, al otro lado del Panteón y que desde su apertura sirven en su barra de madera espressos para llevar. Sin embargo, para la trabajadora Laura Birrozzi el café en vaso para llevar no encaja muy bien con la cultura cafetera italiana: “Un café para llevar es un café rápido, pero no italiano”, sostiene.

En el país del espresso, beber un café está asociado a unas reglas muy concretas: la pequeña taza debe ser calentada previamente a unos 40 grados y junto al café se sirve un vaso de agua de forma gratuita.

Según un estudio de la empresa Vergnano, la mayoría de los italianos realizan este pequeño ritual cuatro veces al día y para ellos el espresso es la variante más popular. Al prepararlo se forma brevemente una fina capa de crema en la superficie, por lo que para disfrutarlo hay que beberlo rápidamente.

Así, en el caso del café para llevar son más adecuadas otras variantes como el café americano, explica a dpa el director ejecutivo de la empresa italiana Illy, Massimiliano Pogliani. Según argumenta, este espresso largo conserva durante más tiempo su sabor característico.

Para conseguir el perfecto espresso deben aunarse determinados requisitos: la calidad del grano, la habilidad de quien lo prepara y el recipiente en el que se sirve.

Hay una gran diferencia entre la “porcelana aterciopelada y sedosa” y los “materiales ásperos”, explica Pogliani. Pero no duda de que el café para llevar en sus diferentes variantes es cada vez más popular en Italia. “Damos por hecho que en el futuro crecerá la demanda”, reconoce.

Una muestra del cambio de la cultura cafetera italiana es también el entusiasmo que suscita la cadena estadounidense Starbucks. El año que viene establecerá en Milán su primer tostadero en suelo europeo y su primera filial en Italia. Los defensores de la tradición de café consideran el movimiento como un ataque.

Otro tema a tener en cuenta es el impacto medioambiental de los vasos de usar y tirar. Los italianos aún no son demasiado conscientes de ello.

“Para muchos italianos los vasos desechables forman parte de su día a día, por ejemplo en los picnics”, dice Serena Maso, de Greenpeace Italia. Los vasos de cartón serían mejor, admite. “Pero nuestro objetivo es acabar con la cultura de usar y tirar”.

También hay quienes se oponen a pedir para llevar este rápido café: “Beber un espresso te lleva 30 segundos”, asegura el estudiante Dario Ambrosio. “Venderlo en vasos para llevar es tan innecesario como querer vender hielo en el Polo Norte”.

Nota:Tomke Giedigkeit- dpa/ Foto: Tomke Giedigkeit-dpa.