En conjunto, los tres grupos están integrados por unas 9 mil personas, la mayoría hondureños y salvadoreños, que dicen huir de la pobreza y la inseguridad.
Metapa de Domínguez / Sayula, 4 de noviembre de 2018. Más de 5 mil migrantes de la primera caravana que llegó a México desde Centroamérica hace dos semanas avanzan dispersos y a distintos ritmos, por el estado de Veracruz, en el este de México, en su camino hacia Estados Unidos.
El grupo, que es el más adelantado de las tres caravanas que llegaron a México en los últimos días, partió este sábado a pie desde Sayula, una localidad del peligroso estado de Veracruz, luego de frustrarse la posibilidad de recibir apoyo de autobuses para ir hasta Ciudad de México.
Algunos, principalmente familias con niños, avanzaron sólo 70 kilómetros hasta la localidad de Ciudad Isla, situada 500 kilómetros al sureste de la capital mexicana.
Otros, sobre todo los más jóvenes, lograron treparse a camiones o vehículos en la carretera y continuaron otro tramo más, en dirección a Puebla.
Los migrantes pretenden en principio llegar todos a Ciudad de México para reunirse con autoridades y organizaciones civiles, pero cada día definen sobre la marcha cuáles serán los siguientes pasos.
Aún se desconoce qué ruta tomarían hacia Estados Unidos
Desde Ciudad de México son unos mil kilómetros por carretera hasta Reynosa, en Tamaulipas, si deciden ir hacia Texas.
Es la ruta más corta, pero también peligrosa por la presencia de grupos delictivos que secuestran y extorsionan a migrantes. Si toman hacia Tijuana, en Baja California, para llegar por San Diego, el camino sería de 2 mil 800 kilómetros desde la capital.
Los migrantes, muchos de ellos hambrientos y enfermos, incluidos niños y mujeres embarazadas, empezaron este sábado muy temprano a caminar rumbo a Isla, que está en una región peligrosa por la presencia del crimen organizado.
“¿Vamos a caminar, verdad?”, preguntó desde un megáfono una de las coordinadoras de la marcha, en una asamblea que se hizo de madrugada en Sayula, Veracruz, antes de iniciar el recorrido.
Un coro de voces gritó “sí”, tras la decepción de no poder seguir en autobuses que iba a proporcionar el gobierno de Veracruz para llevarlos a Ciudad de México.
El grupo había recibido el viernes el ofrecimiento del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, que poco después dio marcha atrás. Yunes dijo que no era posible llevarlos a la capital debido a una restricción de agua por obras de mantenimiento al sistema hídrico, que podría extenderse hasta el martes.
Las otras dos caravanas están todavía en el estado de Chiapas, en el sur de México. En conjunto los tres grupos están integrados por unas 9 mil personas, la mayoría hondureños y salvadoreños, que dicen huir de la pobreza y la inseguridad en sus países.
El peregrinar de los centroamericanos ha sido aprovechado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para reforzar su discurso contra la inmigración ilegal, en medio de la campaña para los comicios legislativos de medio mandato del martes en su país.
Los migrantes han caminado bajo el sol con altas temperaturas y fueron sorprendidos también por la lluvia, que convirtió en un lodazal uno de los sitios donde acampaban al aire libre la primera caravana hace unos días.
La segunda caravana, que inició su recorrido en Honduras el 17 de octubre y está compuesto por unas mil 500 personas, según las autoridades, se trasladó este sábado desde Mapastepec a Pijijiapan, en Chiapas.
Una tercera caravana, compuesta por al menos 2 mil salvadoreños, que ingresó el viernes a México caminando por el río Suchiate, descansó en la comunidad de Metapa de Domínguez, todavía cerca de la frontera con Guatemala.
De acuerdo con un comunicado del gobierno mexicano, unas 2 mil 800 personas han pedido refugio en México y otras 478 se desistieron del trámite y decidieron regresar a sus países.
Además, en el estado de Oaxaca 621 pusieron fin a su travesía y solicitaron el retorno asistido, mientras que 27 pidieron refugio en México.
El trámite para solicitar asilo en México puede tardar hasta tres meses, tiempo durante el cual los solicitantes permanecen en albergues custodiados por las autoridades migratorias. Al inicio de la semana, unos 300 salvadoreños solicitaron asilo para ingresar.
La mayoría de los migrantes de estas caravanas mantiene su propósito de llegar a Estados Unidos a pesar de las advertencias de Trump, que ha enviado militares a la frontera.
Texto: Andrea Sosa Cabrios / DPA
Foto: Ángel Hernández / DPA
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