27 septiembre,2017 11:45 am

Bajo costo y disponibilidad de inhalables facilita el consumo en niños y adolescentes: Conadic

600 mil estudiantes del país reportaron acceder a ellos alguna vez en la vida, revela encuesta del organismo.

 

Ciudad de México, 26 de septiembre de 2017. Niños menores de 12 años consumen inhalables por su bajo costo y fácil acceso en ferreterías y tlapalerías, señaló la Conadic.

Por 15 o 20 pesos, niños de entre 5 y 11 años pueden obtener un pedazo de papel impregnado de líquido solvente para inhalarlo y experimentar efectos parecidos a las drogas, de acuerdo con la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic).

Es precisamente su bajo costo, además de su disponibilidad en ferreterías y tlapalerías, lo que facilita que niños y adolescentes puedan acceder fácilmente a las distintas presentaciones para consumir inhalables.

La directora técnico normativa de la Conadic, María José Martínez, expuso que niños menores de 12 años están acudiendo a los Centros de Atención Primaria a las Adicciones (CAPA) para solicitar tratamiento por consumo de inhalables.

“Este grupo de 5 a 11 años son los niños que han solicitado tratamiento junto con sus padres en cualquier Centro de Atención Primaria de los 340 que hay en el país. Para este sector, el consumo de inhalables es la tercera droga de impacto, es decir, es la droga que los motivó a pedir tratamiento.

“En prevalencia de consumo traemos el dato de la Encuesta en población estudiantil donde nos dice que más de 600 mil estudiantes reportaron consumir inhalables alguna vez en la vida”, informó Martínez, tras participar en el informe de actividades del Fideicomiso para la Investigación Sobre Inhalables (FISI).

Al presentar un panorama de la situación en México sobre el consumo de inhalables, Martínez detalló que estas sustancias se agrupan en cuatro categorías: disolventes volátiles, gases, aerosoles y nitritos.

Los más empleados en el país como drogas son el thiner, el aguarrás, el policloruro de vinilo (PVC) y los pegamentos, los cuales se consumen de cuatro formas diferentes.

La mamila, que es una botella de plástico con PVC y fruta, polvo para gelatina o agua de sabor; el micrófono o microfonazo, que se refiere a un trapo impregnado de líquido solvente; la mona, que es un pedazo de papel impregnado con solvente para después inhalarlo, y la muñeca, que es una bola de estopa también impregnada con solvente.

Tales presentaciones no superan los 20 pesos, recalcó, y pueden causar daños a la salud como mareos, dolores de cabeza persistentes, dificultad para concentrarse y para hablar, sueño, falta de coordinación motora, euforia e irritación en las vías respiratorias.

“Son 15 o 20 pesos para adquirir una mamila, realmente es un sustancia de bajo costo que puedes empapar en papel, en un trapo, en una estopa o poner en una mamila con algún polvo de gelatina o para preparar agua de sabor, lo que lo hace que sea súmante accesible”, informó

“Es importante que los papás estén alertas, tener comunicación con sus hijos, prestar atención a cualquier señal a nivel físico y conocer a sus amigos”, añadió la directora técnico normativa de la Conadic.

El presidente del FISI, Javier Maldonado Moctezuma, subrayó que existen inhalables que son insustituibles en la industria ya que son indispensables para la elaboración de productos.

La mejor manera de regular su consumo como drogas, consideró, es mediante el fortalecimiento de la normatividad, la concientización y la sanción.

“Si hay una regulación y estamos conscientes del daño que ocasionan, y saber que si no se actúa en consecuencia habrá una sanción que puede llegar a la cárcel”, apuntó.

 

Texto: Evlyn Cervantes- Agencia Reforma/ Foto: Internet