9 enero,2023 10:55 am

Bolsonaristas invaden el Congreso, el Palacio Presidencial y el TS de Brasil

Lula ordena intervenir la seguridad de Brasilia para frenar a los “vándalos” y “fascistas”. Se recupera el control de los tres poderes empleando medios antidisturbios para desalojar a los ultraderechistas. Reportan cientos de detenidos. Bolsonaro niega responsabilidades en el asalto a las instituciones. El gobernador de Brasilia es apartado temporalmente por el TS

Madrid / Brasilia, 9 de enero de 2023. Cientos de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro superó las barreras policiales e invadió la sede del Congreso brasileño, Palacio Presidencial de Planalto, y a la sede del Tribunal Supremo Federal (TSF) en Brasilia en el marco de una manifestación contra el nuevo presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

El hecho ocurre una semana después de que el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva asumiera el mando del país, constató un fotógrafo de la AFP.

Los participantes en la protesta superaron las barrearas policiales y arrancado alambradas a pesar de que la policía empleó gas pimienta y otros medios antidisturbios. Los manifestantes tienen el objetivo declarado de derrocar a Lula y a su vicepresidente, Geraldo Alckmin.

Las impactantes imágenes, que recuerdan al asalto del Capitolio en Estados Unidos, muestran una marea humana ingresando en el edificio de arquitectura moderna, sede de la Cámara de Diputados y del Senado.

Los manifestantes ocuparon el techo, pero también los jardines adyacentes, incluido el del Palacio presidencial de Planalto.

Bolsonaro, quien fue derrotado por estrecho margen por Lula en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 30 de octubre, viajó a Estados Unidos dos días antes de entregar el cargo a su sucesor.

Los manifestantes se habían concentrado ayer frente al Cuartel General del Ejército, en el centro administrativo de Brasilia, y marcharon hasta la Explanada de los Ministerios, donde decenas de participantes se encaramaron al edificio sede del Congreso.

Más tarde se dirigieron a la sede presidencial y a la del TSF, donde invadieron el plenario del tribunal. La llegada de efectivos de la Policía Militar fue aplaudida por los manifestantes.

También, se desplazaron los asaltantes al Palacio de Planalto, la sede presidencial, concentrándose en la conocida como Explanada de los Ministerios que comunica todos estos edificios, ahora contenidos por un cordón de seguridad de los agentes.

Los simpatizantes de Bolsonaro acamparon frente a diferentes cuarteles de las Fuerzas Armadas brasileñas para exigir un golpe de Estado para “salvar Brasil” y deponer a Lula, vencedor de las elecciones de octubre de 2022.

Las fuerzas de seguridad no disolvieron estas concentraciones tampoco frente al Cuartel General del Ejército en Brasilia, punto de partida de la manifestación que terminó con la toma del Congreso. Las acampadas comenzaron tras confirmarse la derrota electoral de Jair Bolsonaro frente a Lula.

Las fuerzas de seguridad brasileñas lograron recuperar el control del Congreso, del Palacio de Planalto –sede presidencial– y de la sede del Tribunal Supremo Federal, ocupados por simpatizantes de Bolsonaro que pretendían forzar un golpe de Estado.

Efectivos de la seguridad del Tribunal Supremo Federal y de fuerzas de choque de la Policía Militar del Distrito Federal consiguieron recuperar el control de la sede del TSF a media tarde y no fue hasta principios de la noche cuando retomaron el control del Congreso empleando medios antidisturbios y granadas aturdidoras, informa O Globo.

Las autoridades brasileñas han informado de que han sido detenidos varios centenares de personas tras el asalto a las sedes de los tres poderes del Estado por parte de simpatizantes de Jair Bolsonaro que demandaban un golpe de Estado.

El ministro de Justicia brasileño, Flávio Dino, ha explicado en un balance que hay “aproximadamente 200 personas detenidas”, aunque continúan las labores por encontrar a los sospechosos.

Además, ha agregado que hay al menos 40 buses incautadas, “porque son instrumentos para perpetuar los delitos”. “Ya identificamos todos los buses que fueron a Brasilia y todos los financiadores de esos buses”, ha afirmado en declaraciones recogidas por la cadena de televisión brasileña O Globo.

Por su parte, el gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha, ha señalado que “más de 400 personas ya fueron detenidas y pagarán por los delitos cometidos”.

Los detenidos se encuentran en dependencias de la Policía Civil del Distrito Federal, concretamente en el Departamento de Policía Especializada, donde se espera la llegada de más sospechosos.

El gobernador Rocha –aliado político del expresidente Jair Bolsonaro–, ha pedido disculpas por la situación “inaceptable” por la que simpatizantes del exmandatario han tomado las sedes de los tres principales poderes del Estado.

Rocha ha publicado un vídeo en redes sociales dirigido al presidente brasileño, Lula da Silva, en la que se refiere a los asaltantes como “vándalos” y “terroristas”.

Así también, los gobernadores de los estados brasileños han puesto las fuerzas militares estatales a disposición del presidente Lula da Silva por si fueran necesarias para contener a los manifestantes que han ocupado las sedes del Legislativo, Ejecutivo y Judicial en Brasilia para exigir un golpe de Estado.

Mas tarde, el juez del Tribunal Supremo brasileño Alexandre de Moraes ha apartado durante 90 días al gobernador de Brasilia, Ianeis Rocha, por haber sido presuntamente conocedor del asalto a las instituciones por parte de los simpatizantes de Bolsonaro.

Moraes ha tomado esta decisión durante la madrugada del lunes (hora local), tras la petición de un senador –Randolfe Rodrigues– y de la Fiscalía General de la República, considerando que los manifestantes contaron con la aprobación del gobierno de Brasilia para llevar a cabo los actos, según ha informado G1.

“La escalada violenta de hechos delictivos ha derivado en la invasión de los edificios de Palacio del Planalto, del Congreso Nacional y del TSF, con depredación de bienes de dominio público, como fue ampliamente difundido por la prensa nacional”, ha indicado el magistrado.

El TSF avaló la intervención de las autoridades federales en el Distrito Federal de Brasilia para responder al asalto de las sedes de los tres poderes del Estado por parte de simpatizantes Bolsonaro que piden un golpe de Estado.

El presidente Lula ha decretado en respuesta al asalto que el gobierno federal asuma las competencias en materia de seguridad del Distrito Federal de Brasilia y ha cargado contra los “vándalos” y “fascistas” responsables del ataque.

“Nunca se ha hecho en la historia de este país”, se ha lamentado durante un discurso en el que ha recordado sus propias derrotas electorales y la posición histórica de la izquierda. La democracia, ha añadido, garantiza la libertad de expresión, “pero también exige el respeto de las instituciones”.

“Todos los vándalos serán encontrados y castigados”, ha dicho el mandatario, antes de leer de viva voz los detalles de un decreto que implica la intervención sobre las competencias que teóricamente le competen a Brasilia, cuya labor había sido puesta en duda por el oficialismo tras el caos vivido en las calles de la capital.

Mientras, Bolsonaro ha negado su responsabilidad en el asalto a las instituciones en Brasilia por parte de sus simpatizantes.

Bolsonaro, más de siete horas después del ataque a los edificios públicos, ha asegurado que durante su mandato “siempre” ha cumplido con la Constitución, “respetando y defendiendo las leyes, la democracia, la transparencia y la sagrada libertad”.

“Además, repudio las acusaciones, sin pruebas, que me atribuyó el actual jefe del Ejecutivo de Brasil”, ha escrito el exmandatario en una serie de mensajes publicados en su perfil de la red social Twitter.

Sin embargo, el presidente del Partido Liberal de Bolsonaro, Valdemar Costa Neto, se ha distanciado de la “vergüenza” del asalto y ha tachado la jornada de “día triste para Brasil”.

Condena internacional contra el ataque a las instituciones en Brasil

El asalto a las sedes de los tres poderes brasileños fue condenó de inmediato a nivel internacional tanto por gobernantes afines a Lula como por dirigentes de la derecha.

El primero en pronunciarse en redes sociales ha sido el presidente de Colombia, Gustavo Petro, para pedir la aplicación de la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA). “Es hora urgente de reunión de la OEA si quiere seguir viva como institución y aplicar la carta democrática”, ha publicado Petro en su cuenta en Twitter.

También han reaccionado el presidente de Chile, Gabriel Boric, o el de Argentina, Alberto Fernández, que han criticado el “impresentable” ataque de los bolsonaristas y la “inaceptable reacción antidemocrática que intenta imponerse en Brasil”.

También desde Argentina su mandatario, Alberto Fernández, ha expresado su “incondicional” apoyo a Lula frente a “un intento de golpe de Estado.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha condenado “enérgicamente” los actos “violentos y antidemocráticos” en Brasil, ya que entiende que tienen como objetivo “generar caos” e incumplir “la voluntad popular” expresada en las elecciones e 2022, de las que salió derrotado Bolsonaro.

El presidente Andrés Manuel López Obrador condenó el ataque a los tres poderes de Brasil por de los simpatizantes de Bolsonaro.

“Reprobable y antidemocrático el intento golpista de los conservadores de Brasil azuzados por la cúpula del poder oligárquico, sus voceros y fanáticos. Lula no está solo, cuenta con el apoyo de las fuerzas progresistas de su país, de México, del continente americano y del mundo”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.

Texto: Europa Press / Agencia Reforma