5 julio,2018 5:02 pm

Brasil-Bélgica y Francia-Uruguay mañana, por el pase a la semifinal

Texto: DPA / Foto: Twitter @fifaworldcup_es
Kazán, Rusia, 5 de julio de 2018. ¡Todos al ataque! El Kazán Arena albergará mañana viernes el partido con más cartel de los cuartos de final del Mundial de Rusia 2018: Brasil, la pentacampeona y gran favorita, se enfrenta a la mejor Bélgica en décadas en un duelo que promete ser un espectáculo ofensivo.
Así lo dicen al menos las estadísticas. Brasil y Bélgica son los equipos que más veces han disparado, que más ataques generan y que más oportunidades de gol crean. Será difícil ver un 0-0 en el duelo del que saldrá el rival de Uruguay o Francia en semifinales.
“Somos dos equipos construidos para crear ocasiones, parar usar el talento individual y crear oportunidades de gol”, aseguró el seleccionador de Bélgica, el español Roberto Martínez, a la Cadena Cope el miércoles por la noche. Su equipo, con 12 tantos en cuatro partidos, tiene el mejor ataque del torneo.
“Va a ser un gran encuentro, con dos equipos que practican un futbol muy bonito, aunque con diferentes características”, coincidió el seleccionador brasileño Tite.
Brasil tiene talentos como Willian, Philippe Coutinho, Gabriel Jesus y, sobre todo, un Neymar que ha ido hasta el momento de menos a más. El delantero del Paris Saint-Germain llega a cuartos en el punto de mira por sus exageraciones. Los jugadores mexicanos acabaron hartos de sus llantos en el duelo de octavos.
La “canarinha” respondió arropando a su gran estrella y espera que no le distraiga todo el ruido que hay a su alrededor y que él mismo genera. Si Brasil quiere ganar en Rusia su sexto título mundial dependerá en gran medida de Neymar.
“Todos sabemos de la calidad de Neymar y lo importante que es para la selección. Viene jugando cada vez mejor, partido a partido. Y es un jugador que puede decidir el partido en cualquier momento”, comentó el miércoles su compañero Willian.
No obstante, el Brasil de Tite ha trasladado al Mundial la solidez defensiva que le caracterizó en las eliminatorias sudamericanas. De momento sólo ha recibido un gol en el torneo. Y fue en la primera jornada a balón parado. Pero mañana no podrá contar por sanción con Casemiro, el ancla del medio del campo, uno de los mejores “stoppers” que hay ahora mismo en el futbol.
Su baja -será sustituido previsiblemente por Fernandinho- es especialmente sensible para el duelo con Bélgica. Y es que los “diablos rojos” tiene un ataque descomunal. Juegan con un 3-4-3 y llegan al área por todos lados: con sus dos carrileros por las bandas y con los eléctricos Eden Hazard, Kevin de Bruyne y Dries Mertens moviéndose por el centro. En punta, un Romelu Lukaku que lleva ya cuatro goles en Rusia. La “generación de oro” la llaman.
“Nosotros defendemos por sectores, no lo hacemos de forma individual”, señaló Tite sobre el sistema defensivo de su equipo. “Marcamos cada sector del campo de forma agresiva y por eso bloqueamos tantos tiros y centros”.
Además de tener a Neymar y un bloque defensivo sin grietas, Brasil cuenta de su lado la historia. Y es un hándicap enorme, según el seleccionador de Bélgica.
“Somos dos equipos muy parecidos en términos de calidad y talento. Pero la diferencia entre nosotros y Brasil es que nosotros no hemos ganado una” Copa del Mundo, comentó Roberto Martínez en rueda de prensa.
“Brasil merece todos los adjetivos que quieras en el futbol, en términos de emoción y de mentalidad ganadora. Además de la táctica, la técnica y el talento, tienen esa mentalidad ganadora. Saben lo que es ganar un Mundial y no tienen esa barrera psicológica”.
Brasil ha ganado cinco Mundiales, el último en 2002, y mañana buscará su duodécima semifinal en la Copa del Mundo. Bélgica sólo pisó una vez la instancia de los cuatro mejores, en México 1986.
La distancia histórica es sideral entre uno y otro, pero el presente es muy parejo. Incluso podría decirse que en confianza no hay nadie ahora tan robusto como Bélgica. En octavos remontó un 2-0 ante Japón -no se veía algo así en un Mundial desde 1970- y recibió una inyección de moral tremenda antes de desafiar a Brasil.
“El mayor reto de un Mundial, sin duda, es saber manejar la presión”, señaló hoy Tite sobre la clave, a su parecer, de cómo afrontar un duelo de estas características. “La presión es inmensa, es extraordinaria. Yo se lo digo a los chicos: ‘No escuchen, no lean’. Porque hay mucha presión psicológica”.
Francia y Uruguay, dos campeonas
en racha por un lugar en semifinales 
En Nizhni Nóvgorod, la Francia en explosión del joven Kylian Mbappé pondrá a prueba mañana la ilusión del Uruguay más sólido de los últimos años en busca de un lugar entre los cuatro mejores del Mundial de fútbol de Rusia 2018.
El partido en Nizhni Nóvgorod, de donde saldrá el rival de Brasil o Bélgica en semifinales, se presenta como uno de los cuartos de final más abiertos y prometedores del torneo. En un Mundial de sorpresas con varias favoritas eliminadas, es el único que enfrenta a dos campeonas del mundo de las cuatro que siguen en carrera.
Ambas llegan además como candidatas al título tras dar un golpe de autoridad en octavos. Uruguay sumó su cuarta victoria en cuatro partidos al eliminar al Portugal de Cristiano Ronaldo y Francia terminó de explotar despidiendo a la Argentina de Lionel Messi.
Será también un duelo de nombres propios. De un lado, Antoine Griezmann y Mbappé, serio aspirante a estrella del Mundial. Del otro, Luis Suárez, máximo goleador histórico de Uruguay, que sufre en cambio la casi segura baja del lesionado Edinson Cavani.
“Francia es un equipo muy poderoso”, elogió hoy el técnico uruguayo, Óscar Tabárez. “Estamos informados de lo que hace y vamos a tratar como siempre de limitar sus puntos fuertes y crearle algún problema defensivo”.
La definición resume lo que podría ser el partido: un pulso entre la velocidad del ataque francés, que destrozó a la defensa argentina con las zancadas de Mbappé, y el muro defensivo de Uruguay, que solo permitió un gol en cuatro partidos.
¿Cómo frenar al joven astro del Paris Saint-Germain? “Tenemos que darle el menor espacio posible para que no tenga lugar en el que aprovechar su velocidad”, respondió el lateral uruguayo Diego Laxalt a la pregunta omnipresente en Rusia. “Si defendemos en bloque como hasta ahora, va a ser complicado para ellos”.
Pero los problemas para Uruguay no pasan solo por Francia y por la defensa. En ataque perderá casi con seguridad a Cavani, lesionado tras marcar un doblete a Portugal, pese a que hoy se mostró haciendo un entrenamiento diferenciado.
“Es un jugador muy importante para nosotros y en un momento futbolístico de auge”, reconoció Tabárez sobre el delantero del Paris Saint Germain. Su baja, que el técnico evitó confirmar, daría lugar a la entrada casi segura de Cristhian Stuani.
Más allá de ese nubarrón, la sólida actuación del equipo de Óscar Tabárez en Rusia y su pleno de victorias generaron una expectativa sin precedentes los últimos años en Uruguay. El pase a semifinales sería el tercero en casi medio siglo después de los de 1970 y 2010.
También Francia logró conquistar por fin a su público después de explotar en el 4-3 que envió a casa a Messi y a Argentina. Pero el equipo de Didier Deschamps sabe que mañana chocará con un rival más consolidado y correoso que no dejará los mismos huecos en defensa.
“El perfil del equipo uruguayo es muy diferente del de Argentina”, explicó hoy el técnico galo. “Mañana hará falta paciencia. Uruguay está muy bien organizado en la defensa”.
Deschamps destacó también del rival sus transiciones “fantásticas” y su estilo de juego vertical, así como el peligro que crea a balón parado. Sobre la posible baja de Cavani, en cambio, se mostró indiferente: “Es un jugador de los mejores del mundo”, elogió. “Pero yo preparo a mi equipo para el caso de que esté o no”.
El partido tendrá un sabor especial para Griezmann. El delantero galo siente a Uruguay como su “segundo país” por la influencia de amigos como Diego Godín o José María Giménez, sus compañeros en el Atlético de Madrid que mañana tendrá como rivales en Nizhni Nóvgorod.
En ese reencuentro de amigos y rivales se jugará en gran medida si Francia da otro paso a repetir su título mundial de hace 20 años o si Uruguay, campeón en 1930 y 1950, vuelve a entroncar definitivamente con su historia y sigue soñando con hacer algo grande en Rusia.