Texto: DPA / Foto: (@FCBarcelona_es) Twitter
Barcelona, España, 13 de marzo 2018. Envuelto en el ambiente de las grandes ocasiones y de las citas cruciales, el Barcelona buscará mañana su pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones frente a un Chelsea decidido a convertirse de nuevo en el verdugo de los azulgrana en la máxima competición europea.
Ya lo fueron los ingleses en las semifinales de 2012, cuando el equipo dirigido entonces por Josep Guardiola no pudo pasar del empate 2-2 en su casa, después de haber caído por 1-0 en Londres.
Ése es el último precedente continental entre ambos equipos, que en la temporada 2008-09 también chocaron en las semifinales del recordado gol de Andrés Iniesta que se llevaron los azulgrana.
En esta ocasión, el Barcelona tendrá a su favor el tanto que marcó en la ida (1-1), un Camp Nou previsiblemente lleno y el estado de gracia que atraviesa el argentino Lionel Messi, reincorporado al equipo tras su tercera paternidad. También, la meteórica recuperación de Andrés Iniesta, a disposición de Ernesto Valverde, si los médicos no dicen lo contrario a última hora.
Como en 2009, pero con los papeles intercambiados, los dos cracks azulgrana protagonizaron el tanto que rescató al Barcelona el pasado 20 de febrero en Stamford Brigde.
Ambos son la principal fuente de preocupación de un Chelsea que ni siquiera sabe si el internacional español formará de entrada y al que el empate sin goles dejaría eliminado. Sí o sí, los dirigidos por Antonio Conte tienen que marcar si quieren avanzar.
“Un 1-1 ante el Barça nunca es un buen resultado. Tenemos que meter gol e intentar pasar”, asumió Cesc Fàbregas tras el partido de ida.
“Esperamos un equipo atrás, que seguro va a buscar sus contras para hacer daño. Va a ser una eliminatoria muy igualada y esperemos que en nuestro campo la podamos pasar”, señaló hoy Jordi Alba.
A favor del Chelsea juega el saber que, en la ida, ya consiguió incomodar sobremanera a un Barcelona que no pudo desarrollar el juego que quería y que generó mucho menos peligro del que acostumbra.
La férrea defensa de los londinenses, sumada a sus peligrosas contras y al buen momento del brasileño William y del belga Eden Hazard convierten la resolución de la eliminatoria en una incógnita, ligeramente inclinada del lado de los catalanes para la mayoría.
“Creo que el Barça lo tiene de cara para clasificarse. Trae un buen marcador de la ida (1-1) y es el gran favorito”, señaló a “Mundo Deportivo” el ex futbolista inglés y ahora comentarista televisivo Gary Lineker.
“El Chelsea hizo un buen partido en la ida, pero veo al Barcelona más fuerte. Juega en casa, está más habituado a jugar en un estadio muy grande como el Camp Nou y, además, tiene a Messi”, continuó el ex delantero del Barcelona al diario catalán.
“Y quien tiene a Leo siempre tiene ventaja sobre los demás”, remató.
Autor del gol de la ida, Messi regresará al once de Valverde después de perderse el último partido de la Liga española ante el Málaga por el nacimiento de su hijo Ciro.
Y no son pocos los que piensan que el astro argentino querrá obsequiar a su nuevo vástago con el boleto a cuartos que todos los “culés” desean.
Nadie espera, sin embargo, un partido como el épico 6-1 protagonizado por los azulgrana ante el Paris Saint-Germain en los octavos de la pasada Champions por estas fechas. Tampoco, aunque en esta ocasión les daría el pase, el empate sin goles que los catalanes cosecharon frente a la Juventus en los cuartos de 2017 y que entonces supuso su eliminación.
Salvo contratiempos de última hora, Valverde dispondrá de casi toda su plantilla para afrontar un duelo que determinará, en parte, el balance de su primera temporada al mando del banco azulgrana.
De su capacidad para resolver el puzzle del mediocampo, con o sin Iniesta en el once titular, dependerá en buena medida la suerte de un choque que también pondrá el foco en Luis Suárez.
El delantero uruguayo acumula nueve partidos sin anotar en la Champions y su hinchada espera que, tras más de un año de sequía, vuelva a marcar.
El gol es también el gran objetivo de un Conte que deberá decidir si jugar sin un 9 puro, como ya hizo en la ida, o si dar entrada en su once a Álvaro Morata o a Olivier Giroud, arietes natos, para reforzar su potencial anotador.
