13 mayo,2023 3:15 pm

Búsqueda sin rastreo para proteger la privacidad en la red

 

Berlín, Alemania, 13 de mayo de 2023. La mayoría de la gente que busca información en Internet lo hace con Google. Según la plataforma de análisis de tráfico web Statcounter, la cuota de mercado del buscador en Alemania, por ejemplo, se mantiene estable en un buen 90 por ciento.

“Más allá, solo Bing de Microsoft tiene cierta relevancia, con alrededor del 5.5 por ciento, pero esto se debe sin duda a su integración en Windows”, afirma Jörg Geiger, de la revista especializada alemana “Chip”. Aparte de estas diferencias, tanto Google como Bing son motores de búsqueda que recogen y explotan diligentemente los datos de sus usuarios.

Este fenómeno no solo se observa en la publicidad personalizada, sino también en los resultados de las búsquedas: “Los resultados de la búsqueda de un mismo término pueden ser muy diferentes, dependiendo de quién busque”, explica Wolfgang Stieler, de la revista especializada “Technology Review”, y añade que esto se debe a que los algoritmos de Google y Bing también tienen en cuenta el comportamiento de navegación del usuario en los resultados de búsqueda.

En principio, todos los motores de búsqueda funcionan de manera similar. Pequeños programas llamados rastreadores buscan en la red, analizando e indexando el contenido de los sitios web. A continuación, los proveedores de búsquedas pueden utilizar este índice para responder consultas y mostrar listas de resultados adecuadas.

El factor decisivo es entonces qué resultados ocupan los primeros puestos. Según Stieler, la clasificación de Google se basa principalmente en la frecuencia con que un sitio web es enlazado por otros, además de factores como las palabras clave, la ubicación o la relevancia. La gran base de usuarios de Google y el consiguiente efecto de red son parte del secreto de su éxito. Cuantos más usuarios hagan clic en una determinada página sobre un tema, más relevante será para los resultados de búsqueda.

Sin embargo, existen muchas alternativas a Google. En una prueba comparativa realizada por “Chip”, convenció sobre todo Startpage. “El sitio utiliza básicamente un truco, ya que reenvía las consultas de búsqueda de forma anónima a Google, por lo que los resultados de búsqueda en sí son muy buenos”, explica Geiger. En la prueba también se obtuvieron buenos resultados con los motores de búsqueda Duckduckgo y Qwant. La gran ventaja, según Geiger, es que “en estos no se rastrea a los usuarios” .

Otra alternativa son los metabuscadores, que agrupan los resultados de diferentes proveedores y enumeran en los resultados de qué páginas proceden los resultados de la búsqueda. Un proveedor muy conocido es Metager. Detrás de él hay una asociación alemana sin ánimo de lucro con servidores en Alemania. “Aquí se practica la protección de datos, pero se utilizan como fuentes proveedores conocidos, como Bing, Yandex o Yahoo”, señala Geiger. Otro metabuscador con muchas fuentes es Etools.ch.

Según Geiger, los usuarios técnicamente más experimentados también podrían utilizar los servicios de “Searx.info”. “También se trata de un metabuscador, pero el usuario mismo puede configurar a qué buscadores recurrir”, explica Geiger. En resumen: hay numerosas alternativas a Google, pero no se utilizan mucho.

Según Wolfgang Stieler, esto también se debe a la comodidad: “Google está preestablecido como motor de búsqueda en muchísimos navegadores y solo muy pocos usuarios se molestan en seleccionar otro proveedor en el menú”.

Quienes quieran saciar la sed de datos de Google pueden cambiar la configuración del motor de búsqueda de su cuenta. Allí se puede desactivar la función “Actividad en la web y en aplicaciones”, explica André Hesel, de la revista especializada alemana “Computer Bild”: “Así se evita que determinadas actividades, como las búsquedas y el historial de páginas, se almacenen en la cuenta de Google”.

Además, se recomienda no navegar con una cuenta de Google abierta, al menos en portátiles o PC. Para ello, basta con comprobar en el círculo de perfil de la esquina superior derecha si se ha iniciado sesión y cerrarla si es necesario.

El comportamiento de búsqueda de los usuarios también podría cambiar con las nuevas tecnologías. La inteligencia artificial (IA) está actualmente en boca de todos, especialmente los modelos lingüísticos con chatbots como “ChatGPT”. No solo Microsoft ha creado una búsqueda con IA para Bing. También la start-up estadounidense Neeva ha desarrollado una oferta de motor de búsqueda a partir de “ChatGPT”.

El servicio Neeva busca páginas mediante comandos de voz y luego crea documentos de texto cortos o largos para el usuario. Esto puede ser interesante para obtener una visión general de varias reseñas de libros o películas, por ejemplo. “A continuación, la IA lee diez reseñas y crea un resumen de cómo se califica un libro o una película”, explica Stieler.

Neeva, por cierto, también prescinde del rastreo y está libre de publicidad. A cambio, el proveedor del motor de búsqueda cobra a sus usuarios una cuota de suscripción.

Jörg Geiger también ve los chatbots de IA como un soplo de aire fresco para el mercado de los motores de búsqueda, aunque la tecnología aún está lejos de estar madura: “De alguna manera, hay que evaluar las fuentes y comprobar los hechos”, advierte Geiger, puntualizando que las búsquedas con IA ofrecen respuestas individuales, pero a veces también ficticias.

Texto: Claudius Lüder (dpa)