27 mayo,2018 6:45 am

Campesinos mantendrán bloqueo de carreteras de Nicaragua 

Texto: DPA / Foto: EFE
Managua, Nicaragua, 27 de mayo de 2018. La líder campesina Francisca Ramírez, que apoya las protestas antigubernamentales en Nicaragua, dijo que van a mantener los “tranques” (bloqueos de carretera) en el país hasta que el presidente Daniel Ortega renuncie al cargo.
En entrevista con DPA, Ramírez afirmó que “nadie levantará los tranques” y solicitó a los ciudadanos manifestarse en las calles “porque que la vía cívica y pacífica es la mejor salida para alcanzar la justicia y avanzar hacia la democracia”.
Ramírez, que es la principal líder del movimiento campesino que se opone a la construcción de un canal interoceánico en Nicaragua, añadió que a los ciudadanos no les queda “otro camino que mantener la presión en las calles” y para ello “el país entero está movilizado”.
“Daniel Ortega está enfermo de poder porque está metiendo el terror en las calles, mandando a balear (a los manifestantes) con paramilitares, policías de civiles, empleados del Estado y personas pagadas (…) No se le ve intención de que quiera cambiar y que quiera la paz para Nicaragua. Él quiere callar al pueblo a toda costa”, advirtió.
Agregó que, tras más de cinco semanas de iniciadas las protestas, “siguen apareciendo ciudadanos muertos y estudiantes perseguidos. Nos están viendo como enemigos por andar con una bandera azul y blanca” de Nicaragua, dijo.
Sobre el diálogo que media la Iglesia católica y en suspenso desde el miércoles por falta de consenso, Ramírez aseguró que Ortega “no tiene ningún interés” en que funcione, “pese a que está viendo el rechazo masivo de los ciudadanos”.
Las conversaciones se suspendieron porque el Gobierno pidió retirar de inmediato los “tranques”, mientras la Alianza Cívica, que reúne a estudiantes, empresarios y sociedad civil, no aceptan esa condición y exige primero la renuncia de Ortega.
“No tenemos otro camino los nicaragüenses que juntarnos y luchar en las calles, luchar por la paz y la democracia, luchar de forma cívica y pacífica para obligar al gobierno a que renuncie”, señaló.
El gobierno exige que se retiren los “tranques”, instalados con barreras de adoquines, piedras y troncos en las 16 provincias del país, alegando que afectan al comercio y provocan desabastecimiento de alimentos.
Sin embargo, Ramírez indicó que quienes están en los bloqueos son pequeños productores que dejaron de sembrar, de producir y vender a los mercados. “Pero valoramos que la vida vale más que el dinero y no nos vamos a cansar hasta lograr justicia”.
Ante los ataques de fuerzas paramilitares contra los manifestantes en las rutas, la campesina dijo que seguirán “resistiendo como ciudadanos y fuerza social. La protesta pacífica es la única arma que tenemos”.
“No queremos una guerra en Nicaragua y queremos que se salga de esta crisis de la mejor manera, y por eso estamos presionando a la empresa privada para que sumemos fuerzas para salvar más vidas, porque estamos siendo perseguidos. Ya no se puede permitir ni se puede perdonar, porque en Nicaragua ha habido más de ochenta muertos”, concluyó.
La crisis se inició a mediados de abril con una protesta de estudiantes contra una reforma del Seguro Social, que afectaba a miles de trabajadores y jubilados. Las manifestaciones se extendieron debido a la violenta reacción de la Policía y fuerzas paramilitares contra civiles. Aunque las autoridades acabaron retirando la reforma, las protestas no cesaron.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que da seguimiento a la crisis en Nicaragua, contabiliza 79 muertos desde el 18 de abril al pasado 24 de mayo. El gobierno sólo reconoce 21 fallecidos.
(En la imagen: vista de un cartel propagandístico con la imagen del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en el que se observan varios mensajes pintados como “Policía de mierda” hoy, sábado 26 de mayo de 2018, en la Universidad Nacional Agraria (UNA) en Managua (Nicaragua). Nicaragua vive hoy su trigésimo noveno día de crisis sin diálogo y sin visos de una solución que satisfaga a las partes a corto y medio plazo, en un conflicto que comenzó contra la reforma de la Seguridad Social y se ha convertido en un reclamo que pide la renuncia de Ortega tras 11 años en el poder)