26 octubre,2021 10:38 am

Cancelan por segundo año consecutivo la FILIJ; critican expertos y editores la decisión

 

Ciudad de México, 26 de octubre de 2021. Luego de que se anunciara que este año tampoco se organizaría la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ), expertos criticaron la medida, que consideraron “grave”.

Si bien era comprensible que la 40 FILIJ no se realizara el año pasado a causa de la epidemia de Covid-19 –sin que haya habido la voluntad de llevarla a cabo de forma virtual, como sí lo hicieron tantos otros eventos–, su ausencia por segundo año consecutivo resulta no sólo injustificable sino muy grave, criticaron expertos.

“En 2020 no se hizo por la pandemia, y creo que todos entendimos que era un momento de resguardarse. Pero este año, la verdad no tiene razón de ser”, opinó en entrevista telefónica la gestora cultural Lucero Aburto, directora de la organización Alquimia Cultural.

“Aquí vemos una terrible falta moral, administrativa, en perjuicio de las niñas, de los niños y de los jóvenes, porque van dos años consecutivos que no tienen feria, ni presencial ni virtual. Lo cual nos parece alarmante en un país con estadísticas terribles en cuanto a niveles de lectura y comprensión de lectura”.

Organizado específicamente para mitigar la no realización de la FILIJ en su 40 aniversario, el año pasado se lanzó el Festival de Literatura Infantil y Juvenil (Felij), con un programa virtual para cinco días que transcurrió sin las dimensiones, el impacto ni los beneficios que suele tener la feria.

Aunque ahora el semáforo epidemiológico de la Ciudad de México está en verde, e incluso niños y jóvenes han vuelto a clases presenciales por presión del gobierno, la apuesta de las autoridades vuelve a ser por un festival en lugar de la FILIJ, de acuerdo con lo adelantado por el titular del Fondo de Cultura Económica (FCE), Paco Ignacio Taibo II, a Reforma.

“Va a haber un festival, eso está claro; ya está armado. Va a ser multisede, va a estar en muchas ciudades del país, (con participación) internacional, incluso”, aseguró el escritor la semana pasada, tras anunciar que México había adquirido el compromiso de ser el país invitado de honor en la 30 Feria Internacional del Libro de La Habana.

–¿Nuevamente no se hará la FILIJ, entonces?

–No, porque no podíamos usar de nuevo el Cenart (Centro Nacional de las Artes) con niños que no puedes controlar, en términos de pandemia, cuando juegan. Entonces, será la última vez que no podamos hacer la feria. La siguiente (oportunidad), volveremos al formato de feria.

En los próximos días se estarían dando a conocer los detalles de este festival, que tendría actividades presenciales en el Complejo Cultural Los Pinos, según complementó la jefa del área de Comunicación del FCE, Sandra Montoya.

Aunque entre los especialistas del sector se reconoce la intención de realizar algo dirigido a niños, niñas y jóvenes, también resulta incomprensible que no se continúe con un insustituible encuentro de la talla de la FILIJ, que tan solo en 2018 convocó a más de medio millón de asistentes al Parque Bicentenario, antes de que la actual Administración lo regresara al Cenart.

“Me parece muy loable hacer otras cosas, pero no para sustituir la FILIJ, que debería de seguir existiendo siempre. Hacer más eventos, además de ella, es maravilloso, y el evento que se va a hacer estoy segura que será bueno, pero, finalmente, no tendría que sustituir a la FILIJ, sino ser además de”, estima la promotora de la lectura Aline de la Macorra, especialista en educación especial, terapia familiar y literatura infantil y juvenil.

“Nada sustituye la FILIJ como ya está estructurada. La feria ya tiene una historicidad, un público, un camino recorrido que ha costado muchísimo trabajo de todos; hay toda una cadena de valor detrás, y es a mí lo que me tiene también consternada: ver que todo eso se tira, se hace de lado, cuando ahí lo tienes. Es sólo darle continuidad”, añade Aburto, coordinadora del Observatorio Cultural para la Niñez Mexicana.

Dicha instancia obtuvo por la vía de Transparencia una respuesta de la Dirección General de Publicaciones (DGP) el pasado 6 de agosto, según la cual la realización de la feria se estaba valorando –a menos de un mes de su fecha habitual– “debido a las condiciones sanitarias que atraviesa la sociedad hoy en día”.

Una razón que, a estas alturas, y con otros eventos programados para llevarse a cabo presencialmente en días próximos –como la 21 Feria de las Calacas, del programa Alas y Raíces de la Secretaría de Cultura–, sencillamente es insuficiente.

“El que no se realice este evento sí necesitaría argumentos de las instituciones correspondientes muy sólidos, muy claros y muy pertinentes. La coartada del Covid ya no es funcional”, considera el dramaturgo, narrador e investigador Emilio Lome, una de las 250 figuras que han suscrito un pronunciamiento del referido Observatorio en contra de la opacidad en torno a este caso.

En tal documento se enfatiza que cancelar la FILIJ por segundo año consecutivo atentaría contra los derechos de las infancias, adolescencias y juventudes respecto al acceso a la cultura, al sano esparcimiento y a la recreación, juego y descanso, todos ellos consagrados en la Constitución.

A lo que Lome, quien se dice beneficiario cultural de la feria por las últimas cuatro décadas, agrega el propio interés superior de la niñez, particularmente en este momento en que la cultura podría contribuir a sanar luego de un año y ocho meses de contingencia.

“Como ahora se sabe, la cultura y el arte son grandes medicinas individuales y sociales justo para la salud mental y emocional que ha sido muy dañada en este tiempo de pandemia. Entonces, este espacio enorme (que es la FILIJ), esta válvula de escape, este sitio de convivencia, es necesario en estos tiempos”, remarca el autor, para quien cualquier reinvención de la feria tendría que hacerse tras un diálogo bilateral y ajeno a la mirada adultocentrista.

Finalmente, entre los afectados por la ausencia de la FILIJ –la más importante en su tipo a nivel Latinoamérica– también están los propios miembros del gremio editorial, quienes no sólo pierden un escaparate importante con el cual sortear el difícil año de ventas, sino el contacto directo con su audiencia.

“Económicamente, (la FILIJ) es una de las ferias que más funcionan; entonces, la pérdida en un año como éste, pues es todavía mayor”, lamenta, por su parte, Mauricio Volpi, director de Nostra Ediciones, sello que presentó su primer libro precisamente en esta feria, en 2003.

“Se está perdiendo mucho, se pierde por todos lados. Por una parte, perdemos en lo económico”, insiste. “Pero también en el tema de promoción y de acercamiento con nuestros lectores; cuando estamos en la FILIJ conocemos a nuestro lector, y te das cuenta de los intereses que tienen y demás. Es una experiencia muy grata”.

Pero, y tal como ilustra la lista de firmantes del pronunciamiento del Observatorio, la FILIJ no sólo congrega a lectores y editores, sino a un gran número de creadores plásticos, escénicos y musicales que también salen perdiendo al sumarse otro año sin la feria.

“También se está afectando los derechos laborales de los creadores, narradores, teatreros, músicos, de toda la gente que también colaboraba con la FILIJ año con año y que ya van dos años que no cuentan con ella”, concluye Aburto.

“La feria regresará cuando Paco Ignacio se vaya”

Ante un segundo año sin FILIJ, con una exigua justificación al respecto, hay quien opina que la verdadera razón estriba en el propio criterio del titular del FCE.

“Me parece que a él (Taibo II), por su ideología política y por sus gustos, no le interesa involucrar a la literatura infantil y juvenil”, dijo en entrevista telefónica Marco López, del proyecto El Libro Cegatón, que participa desde 2014 en la Feria.

“Lo grave es que siendo el director del FCE, con un proyecto muy ambicioso –que me parece muy bueno y acertado–, pues dejar fuera de la agenda a la literatura infantil y juvenil es grave porque existe fuertemente en México”, agrega. “(Pero) es una falta de interés de él; no la conoce, no le interesa conocerla, y solamente va sobre una línea ideológica, política y de gustos. Y ahí, obviamente, no entra la literatura infantil y juvenil”.

Un error en tanto, coinciden diferentes voces del gremio, el país vive uno de sus momentos más prolíficos en dicho campo, cosechando reconocimientos a nivel mundial.

“La literatura infantil y juvenil en México goza de muy cabal salud y está teniendo un momento muy importante. Sólo en este último año, al menos 10 escritores, ilustradores y editoriales han recibido premios internacionales muy importantes”, reitera Lome, refiriéndose a figuras como Antonio Malpica, Ixchel Estrada, Esmeralda Ríos, Israel Barrón y Antonio Ramos Revillas.

Algo que, insiste López, pareciera escapar por completo de la atención e interés del director del FCE.

“Para él no existe, es un hecho; no existe, y la FILIJ regresará o renacerá cuando Paco Ignacio se vaya, o cuando el sexenio de López Obrador termine”, sentencia, señalando, además, la propia ausencia de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) en la defensa de la feria y de todos los afectados por su cancelación.

“La Caniem, en lugar de realmente ser un portavoz, no lo hace, no le interesa tampoco; no defiende lo que tendría que defender y las editoriales ahí se ven solas, sin la posibilidad de que alguien los escuche”, reprocha.

Texto y foto: Agencia Reforma