El éxodo centroamericano continúa pese a las advertencias del presidente de Estados Unidos que hoy volvió a amenazar con militarizar su frontera con México hasta con 15 mil efectivos.
Juchitán/Tapachula/San Salvador, 31 de octubre de 2018. Dos caravanas de centroamericanos que se dirigen al norte descansaban hoy en el sur de México, mientras que un nuevo grupo de unos 300 migrantes partió de El Salvador, también con la intención de llegar a Estados Unidos.
La caravana más grande descansaba hoy en Juchitán, ciudad del estado de Oaxaca, donde espera que las autoridades mexicanas le brinde ayuda para trasladarse a Ciudad de México. Se trata del primer grupo de migrantes que llegó a México y que partió de Honduras hace más de dos semanas.
Se desconoce el número exacto de personas que integran ahora el grupo. Aunque en principio se dijo que eran 7 mil, hace unos días las autoridades estimaron que son unas 3 mil 600 personas, mientras los organizadores dijeron que eran más de 5 mil 500.
La caravana acordó permanecer en Juchitán, las ciudad más grande del istmo de Tehuantepec, hasta definir la ruta que seguirán, informó el municipio. En su travesía a Estados Unidos, el grupo quiere llegar a la capital mexicana para hablar con las autoridades.
En Ciudad de México tienen planeado esperar a la segunda caravana, que ingresó el lunes a México desde Guatemala por el río Suchiate.
“Vamos a llegar a la Ciudad de México para esperar a nuestros hermanos que ya están en Huixtla, Chiapas, y nos van a alcanzar para que Estados Unidos vea que tenemos fuerza y vamos unidos”, dijo a dpa Hiram Navarrete, uno de los miles de migrantes que integran el grupo en Juchitán.
El segundo grupo de migrantes está conformado por mil 500 a 2 mil migrantes y llegó a la ciudad Huixtla, en el estado de Chiapas. La caravana recorrió unos 40 kilómetros desde Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala.
Su avance se hizo bajo la vigilancia de la Policía, que buscó impedir a algunos migrantes subirse a vehículos en la carretera para que les dieran “aventones”. Los policías argumentaron que muchos de los automóviles o camiones iban demasiado llenos y lo que se buscó fue evitar accidentes.
Esta caravana ingresó a México después de que el domingo algunos de sus miembros protagonizaran disturbios en el puente fronterizo Rodolfo Robles, donde se enfrentaron a la Policía e intentaron derribar las rejas de seguridad.
Ambas caravanas están conformadas en su mayoría por hondureños, pero también hay salvadoreños y guatemaltecos. Las integran hombres, mujeres y niños.
Desde Juchitán, donde está el primer contingente, hasta la frontera con Estados Unidos hay unos 1.390 a 3.500 kilómetros, según la ruta que escojan.
A México también ingresaron el martes unos 300 salvadoreños, aunque siguiendo los cauces legales desde Tecún Umán, según informó el cónsul de El Salvador en Tapachula, Antonio Azúcar. “Estamos tratando de que el ingreso sea de la manera más ordenada posible”, dijo a Radio Fórmula.
Fuentes del Instituto Nacional de Migración (INM) dijeron a dpa que fueron en total 298 salvadoreños que han iniciado el trámite para solicitar refugio en México y que ahora se encuentran en un albergue.
Mientras tanto, otro grupo de migrantes partió hoy de San Salvador. Son unas 300 personas que buscan llegar a Estados Unidos y esperan sumar más integrantes durante su camino.
Arturo Artiga, un joven de 25 años, dijo a dpa que no le quedaba más que la opción de irse en busca de “buenos y mejores empleos”. “Aquí es muy poco lo que se gana, que no alcanza para sostener a la familia”, aseguró.
Los migrantes señalan que se ven obligados a dejar sus países debido a la inseguridad, generada por la presencia de pandillas, y a la pobreza.
El éxodo centroamericano continúa pese a las advertencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que hoy volvió a amenazar con militarizar su frontera con México para evitar que las caravanas crucen a territorio norteamericano.
“Nuestros militares están siendo movilizados a la frontera sur. Muchas más tropas están llegando. NO permitiremos que estas caravanas, que están formadas también por algunos rufianes y miembros de pandillas muy malos, entren a Estados Unidos. Nuestra frontera es sagrada, deben entrar legalmente. ¡REGRESEN!”, advirtió Trump en Twitter.
Por su parte, México señaló que la migración ilegal no es criminalizada por sus autoridades y que ha brindado apoyo humanitario a las caravanas que se trasladan por el territorio.
“Hay una actitud xenófoba hacia la migración no documentada en otras partes de nuestro hemisferio”, dijo el secretario de Gobernación (ministro del Interior), Alfonso Navarrete. “México no ve como criminales a los migrantes no documentados y sí pide respeto a su ley”, manifestó.
Texto: Guadalupe Rios, Rafael Victorio y Juan José Dalton / DPA / Foto: DPA
https://suracapulco.mx/2018/10/31/planea-trump-enviar-hasta-15-mil-soldados-a-su-frontera-sur-por-caravana/
Se desconoce el número exacto de personas que integran ahora el grupo. Aunque en principio se dijo que eran 7 mil, hace unos días las autoridades estimaron que son unas 3 mil 600 personas, mientras los organizadores dijeron que eran más de 5 mil 500.
La caravana acordó permanecer en Juchitán, las ciudad más grande del istmo de Tehuantepec, hasta definir la ruta que seguirán, informó el municipio. En su travesía a Estados Unidos, el grupo quiere llegar a la capital mexicana para hablar con las autoridades.
En Ciudad de México tienen planeado esperar a la segunda caravana, que ingresó el lunes a México desde Guatemala por el río Suchiate.
“Vamos a llegar a la Ciudad de México para esperar a nuestros hermanos que ya están en Huixtla, Chiapas, y nos van a alcanzar para que Estados Unidos vea que tenemos fuerza y vamos unidos”, dijo a dpa Hiram Navarrete, uno de los miles de migrantes que integran el grupo en Juchitán.
El segundo grupo de migrantes está conformado por mil 500 a 2 mil migrantes y llegó a la ciudad Huixtla, en el estado de Chiapas. La caravana recorrió unos 40 kilómetros desde Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala.
Su avance se hizo bajo la vigilancia de la Policía, que buscó impedir a algunos migrantes subirse a vehículos en la carretera para que les dieran “aventones”. Los policías argumentaron que muchos de los automóviles o camiones iban demasiado llenos y lo que se buscó fue evitar accidentes.
Esta caravana ingresó a México después de que el domingo algunos de sus miembros protagonizaran disturbios en el puente fronterizo Rodolfo Robles, donde se enfrentaron a la Policía e intentaron derribar las rejas de seguridad.
Ambas caravanas están conformadas en su mayoría por hondureños, pero también hay salvadoreños y guatemaltecos. Las integran hombres, mujeres y niños.
Desde Juchitán, donde está el primer contingente, hasta la frontera con Estados Unidos hay unos 1.390 a 3.500 kilómetros, según la ruta que escojan.
A México también ingresaron el martes unos 300 salvadoreños, aunque siguiendo los cauces legales desde Tecún Umán, según informó el cónsul de El Salvador en Tapachula, Antonio Azúcar. “Estamos tratando de que el ingreso sea de la manera más ordenada posible”, dijo a Radio Fórmula.
Fuentes del Instituto Nacional de Migración (INM) dijeron a dpa que fueron en total 298 salvadoreños que han iniciado el trámite para solicitar refugio en México y que ahora se encuentran en un albergue.
Mientras tanto, otro grupo de migrantes partió hoy de San Salvador. Son unas 300 personas que buscan llegar a Estados Unidos y esperan sumar más integrantes durante su camino.
Arturo Artiga, un joven de 25 años, dijo a dpa que no le quedaba más que la opción de irse en busca de “buenos y mejores empleos”. “Aquí es muy poco lo que se gana, que no alcanza para sostener a la familia”, aseguró.
Los migrantes señalan que se ven obligados a dejar sus países debido a la inseguridad, generada por la presencia de pandillas, y a la pobreza.
El éxodo centroamericano continúa pese a las advertencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que hoy volvió a amenazar con militarizar su frontera con México para evitar que las caravanas crucen a territorio norteamericano.
“Nuestros militares están siendo movilizados a la frontera sur. Muchas más tropas están llegando. NO permitiremos que estas caravanas, que están formadas también por algunos rufianes y miembros de pandillas muy malos, entren a Estados Unidos. Nuestra frontera es sagrada, deben entrar legalmente. ¡REGRESEN!”, advirtió Trump en Twitter.
Por su parte, México señaló que la migración ilegal no es criminalizada por sus autoridades y que ha brindado apoyo humanitario a las caravanas que se trasladan por el territorio.
“Hay una actitud xenófoba hacia la migración no documentada en otras partes de nuestro hemisferio”, dijo el secretario de Gobernación (ministro del Interior), Alfonso Navarrete. “México no ve como criminales a los migrantes no documentados y sí pide respeto a su ley”, manifestó.
Texto: Guadalupe Rios, Rafael Victorio y Juan José Dalton / DPA / Foto: DPA
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