29 agosto,2021 8:29 am

Celebra Luna Morena 20 años de historia

 

 

Ciudad de México, 28 de agosto de 2021

 

 

Con la calle, los parques y las plazas como escenario, Luna Morena comenzó a escribir su historia en el teatro de títeres, una travesía formada por decenas de seres fantásticos que han aspirado a mover las emociones más profundas de sus espectadores.

Nacido hace dos décadas de la imaginación y gestión de Ana Zatarain y Miguel Ángel Gutiérrez, el taller experimental de títeres ha tenido 22 producciones en cartelera y la creación de El Festín de los Muñecos.

Lo cierto es que para cumplirlos, la compañía ha pasado por tantos altibajos que ahora son, sobre todo, anécdotas de un camino en el que han entrado y salido muchas personas: creadores, técnicos, personal de diseño, marketing, comunicación y miles de espectadores. Todos son parte de esta historia.

Sin embargo el inicio se sitúa a finales de los años 90, cuando Ana y Miguel Ángel eran pareja. Ella educadora y él diseñador gráfico, un día, en un taller, descubrieron cómo los títeres podían funcionar como una herramienta de comunicación útil y contundente.

“Comenzamos de manera muy intuitiva este proyecto, nos acercamos al teatro de títeres sin saber muy bien cómo hacer las cosas”, recuerda Miguel Ángel.

“Con esos talleres nos dimos cuenta que no podíamos hacer otra cosa, todo nos cambió”, agrega Ana.

Poco a poco fueron desarrollando los personajes que les gustaban y junto con otros colegas como Leo Santillán y Jaqueline Franco, con quienes fundaron El Tlakuache en 1999, comenzaron a dar funciones con la obra “Dedos de Luna”.

“Nos empezó a ir muy bien y por azares del destino nos separamos. Nosotros dos decidimos hacer Luna Morena, así surgió. Nuestra primera experiencia en los escenarios fue con “Canasta de Cuentos”, donde ambos actuábamos. Así empezamos, ese fue prácticamente nuestro hijo, a la par de nuestro hijo de carne y hueso que nació en 2001 también”, comparte Zatarain.

Desde entonces les llamaban la atención las leyendas y los cuentos populares, lo tradicional, y las raíces prehispánicas así como temas sociales y reflexivos sobre todo relacionadas con la muerte y el duelo.

“A partir de ahí fue una odisea de cambio, iniciamos Ana y yo este proyecto pero en el camino nos fuimos encontrando a muchos amigos, gente de la cual aprendimos, porque no hay escuelas de esto en México, y en el mundo hay muy pocas, lo hicimos con intuición con talleres que íbamos encontrando en el camino”, dice al respecto Gutiérrez.

Desde el pequeño guerrero Canek hasta el viaje al inframundo de Jacinta, pasando por piezas para adultos, ya que los títeres sufren el estigma de ser considerados un género infantil, pero Luna Morena ha contribuido a eliminar esa falsa creencia con obras como “Tarot Patánico o Lotería de Patanes”, o “Sombras: un Sueño entre un Sueño”, una de las favoritas de Zatarain, basada en poemas de Edgar Allan Poe.

Han dado largas temporadas de “Canek, Leyenda de un Héroe Maya’ “, una adaptación del cuento del yucateco Ermilo Abreu y contagiado de magia al público con pequeñas producciones callejeras como “Arka” o grandes montajes como “El Pozo de los Mil Demonios”, que se estrenó en el Conjunto de Artes Escénicas en 2019.

Cada dos años promueven El Festín de los Muñecos, donde invitan a compañías nacionales e internacionales a presentarse en Guadalajara.

De alguna u otra manera, se han consolidado como una de las compañías de Jalisco más constantes, con apoyos y reconocimientos como el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, la beca México en Escena y, sobre todo, la aceptación del público.

 

TOTAL LIBERTAD

Aunque cada una de las obras de Luna Morena cuenta con un equipo diferente de actores, técnicos y productores, en la base de operaciones de la compañía hay siete personas de manera permanente.

El barco lo dirigen Miguel Ángel y Ana, el primero es el director creativo y la segunda es la administradora. Es decir, Miguel construye los castillos en el aire y Ana los trae a la tierra.

Miguel Ángel es una persona solitaria. Confiesa que necesita mucho tiempo de soledad para trabajar.

“El trabajo y la aportación de todos los creativos son los que han hecho rico el proyecto de Luna Morena, si no sería muy aburrido solo ver las ideas de Miguel Ángel, la diversidad de los equipos de trabajo han sido clave para lograr lo que se ha logrado, todos los creativos desde la escena a la iluminación y el vestuario suman al resultado final.

“Si yo no trabajara con las actrices y actores, con las diseñadoras de los títeres, con quienes hacen los mecanismos, no existiría Luna Morena, en ese sentido ahora en mis procesos soy muy abierto como una esponja que escucha lo que provocan los demás”, dice el director.

Durante estas dos décadas han colaborado con la compañía tapatía creativos nacionales, internacionales y locales en diferentes producciones, como Rita Basulto, Sofía Carrillo, Alberto Villarreal y Luis Manuel Aguilar “El Mosco”, por mencionar solo algunos.

Los procesos que más disfruta son los que puede hacer en total libertad creativa en sus alucines abstractos, como les llama Miguel, ya que en el teatro del títeres convergen la plástica, la escena y la literatura.

“Siempre nos gusta buscar y tratar de aprender cosas nuevas, uno de nuestros grandes maestros es el error: el error es un aliado, antes le tenía mucho miedo pero ahora es algo que disfruto mucho y con lo que estoy reconciliando siempre”, agrega el titiritero.

Por eso su narrativa y la estética de sus obras es tan particular y tan abierta a todo el público.

Para Zatarain la magia de los títeres es la similitud con el cosmos.

“La analogía con la vida misma, un creador que te permite moverte aunque no lo ves, un titiritero que da vida a un objeto me parece algo mágico, eso es lo que le da la magia, para mí ahí está la magia”, dice.

 

EL RETO DE LA PANDEMIA

El viaje no ha sido sencillo, recuerdan sus fundadores Ana Zatarain y Miguel Ángel Gutiérrez, al principio la compañía no era incluida en muestras de teatro, los títeres eran rezagados y tuvieron que buscar sus propios espacios.

“Es duro como todo, se batalla como en todas las artes, querer mucho lo que se hace, amar mucho lo que se quiere y aferrarte con tenacidad”, asegura Zatarain.

En 2020 pasaron por momentos oscuros, los teatros cerrados por la pandemia y los recortes de presupuesto a la cultura en Jalisco y en México los llevaron a contemplar parar el proyecto, hasta que consiguieron la beca México en Escena.

“Pero nos aferramos al proyecto”, asevera Gutiérrez.

“No es un proyecto autosustentable, me gustaría decir que creo que vamos a ir adaptando el proyecto de acuerdo a las circunstancias, no dejaremos hundir el barco”, agrega Gutiérrez.

El director escénico comparte también que para él, la meta principal de la compañía dentro de los próximos 20 años será intentar hacer la compañía sustentable económicamente, o al menos llegar a un balance entre financiamiento público y el propio.

Ana, por su parte, dijo que visualiza en los próximos 20 años a una compañía transformada, muy diferente, haciendo nuevas actividades y haciendo títeres pero también asesorías, de forma más académica.

Mientras tanto y después de todo lo que han aprendido, sin certezas sobre el futuro, Miguel Ángel lo resume como hacer proyectos generosos con gente generosa.

 

ALISTAN FESTEJO

Para celebrar su aniversario presentarán varias piezas y actividades, tanto de manera virtual como presencial.

Por lo pronto, en septiembre montarán en Casa Luna -en donde se encuentra el taller de títeres y el centro de operaciones de la compañía- en la Colonia Mezquitán, una exhibición con varios de los títeres más representativos de la historia de Luna Morena.

También volverá al teatro “Canek, la Leyenda del Niño Guerrero”, la obra probablemente más conocida de la compañía.

Más adelante habrá una versión híbrida de El Festín de los Muñecos, con la presentación de creadores y compañías internacionales.

 

Texto y foto: Agencia Reforma.