5 mayo,2024 8:43 am

Celebran una cultura binacional

 

Ciudad de México, 5 de mayo de 2024. El 5 de Mayo cada año se conmemora la victoria de México en la Batalla de Puebla. Pero mientras en el país pase apenas como una efeméride más, para las comunidades mexicanas que viven en Estados Unidos es la festividad más importante y más visible.

La cultura chicana, como se le llama en algunos contextos a los mexicanos que viven en Estados Unidos, celebra el 5 de Mayo con festivales y actividades que celebran la riqueza cultural de México en toda su diversidad.

La doctora Cristina Castellanos González, especialista en arte y estética de la Universidad de Guadalajara, ha investigado la cultura chicana por 20 años con varios estudios de caso en Los Ángeles, Chicago, Texas y Nueva York.

“La importancia cultural es fundamental en la vida chicana, que no son nada más los mexicanos que viven en Estados Unidos, hablar de chicanos es hablar de un movimiento de derechos civiles políticos y culturales que hicieron los mexicanos que vivían en los años 60 y sus hijos, incluso. Sumados a las luchas de las Panteras Negras, los mexicanos campesinos hicieron sus sindicatos y protestaron para buscar mejores condiciones de vida”, explica.

“Los chicanos rescatan muchas expresiones diversas relacionadas con México: raíces, tradiciones, leyendas, historias familiares e incluso le añaden elementos que los mexicanos en México a veces no consideramos en nuestra narrativa nacional, como el mito de Aztlán, la lengua náhuatl o la apropiación de estrellas en la literatura, el arte, el cine, la televisión e incluso la política que se convierten en íconos”.

Para la especialista estas expresiones, que se traducen el 5 de Mayo en festivales culturales y desfiles en ciudades claves de Texas y California, son un arte que juega con el lenguaje, el español, el inglés, los dichos tradicionales, la música popular y al mismo tiempo es divertido y juguetón: se burla de las élites y de lo nacionalista. Celebran una fuerza ancestral que viene de los aztecas y de revolucionarios como Emiliano Zapata o Francisco Villa.

 

Vivir en el margen

Las estadísticas del Instituto de Mexicanos en el Extranjero (IME) aproximan que hasta 2022 había 36 millones 983 mil 68 personas mexicanas o de origen mexicano viviendo en Estados Unidos en ciudades como Los Ángeles, Houston, Phoenix y Chicago.

“El 5 de Mayo a ellos les sirve para afirmar una identidad que es profundamente mexicana dentro del territorio estadounidense, todos estos desfiles, toda esta parafernalia de cantar victoria dentro del territorio extranjero es para mostrar el orgullo mexicano, ya poco tiene que ver con los franceses y algo muy contradictorio es que la Batalla de Puebla se festeja en Puebla y en Estados Unidos”, dice la doctora Castellanos.

“La cultura mexicana necesita afirmarse visual y culturalmente con todos sus colores en un territorio aparentemente ajeno, que se contrapone a todo, la cultura WASP -siglas en inglés de Protestante Anglosajón Blanco (White Anglo-Saxon Protestants)- , los chicanos son católicos y morenos, es una forma de rebelarse ante ello”.

Esa resistencia es también una forma de visibilizar su diferencia y de mantener su esencia y el 5 de Mayo ellos pueden mostrarse, desfilar con sus autos modificados de colores llamativos, con sus ajuares tradicionales.

Estados Unidos, señala la experta, en teoría abraza y permite la diferencia cultural de los millones de ciudadanos en su territorio que provienen de culturas muy distintas, pero en la práctica ser diferente, ser mexicano específicamente, no da las mismas oportunidades laborales o de acceso a servicios.

Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de la Salud, agencia del gobierno estadounidense, en 2019 uno de cada cinco latinos, incluidos mexicanos, salvadoreños, colombianos, etcétera, reportó haber experimentado discriminación en encuentros clínicos, mientras que el 17 por ciento evitó buscar atención médica para ellos mismos o sus familiares debido a la discriminación anticipada.

Un porcentaje notable de latinos también reportó haber experimentado discriminación en el empleo (33 por ciento al solicitar empleos; 32 por ciento al obtener igualdad de salario/promociones); vivienda -31 por ciento- e interacciones con la Policía, 27 por ciento.

“No te tratan igual, por eso el 5 de Mayo es para expresar orgullo mexicano y al mismo tiempo cuando uno está en Estados Unidos tienen una percepción positiva de los mexicanos a pesar de los discursos discriminatorios en la política, y ese también ha sido un logro cultural, muchas personas no mexicanas festejan el 5 de Mayo como si fuera una efeméride local, es una gran fiesta donde celebran a sus amigos mexicanos, toman tequila, se emborrachan y hacen guacamole”, dice Castellanos.

En esos festivales por supuesto hay imágenes de mariachis, de Lucha Libre, Frida Kahlo y otras expresiones que para los mexicanos viviendo en territorio mexicano, pueden parecer muy kitsch.

“A algunos incluso les molestan mezclas como la Independencia de México y personajes como Cantinflas o Dolores del Río al lado de Emiliano Zapata, el Indio Fernández con penachos prehispánicos. Lo importante es que para ellos cobra sentido, todo eso es México, es una manera ecléctica de ver la historia”.

 

Una cultura binacional

Celebrar la cultura chicana es celebrar una cultura binacional de mexicanos y generaciones de hijos de mexicanos que viven en Estados Unidos.

Muchas personas que construyen su identidad como mexicanos en aquel país, cuando retornan a México siguen cultivando la riqueza cultural chicana.

Roberto Hernández, Robert, organizador y director del festival Chicano Fest en Guadalajara y coordinador de G.D.L.S.U.R, una casa de vida y centro de rehabilitación para chicanos deportados en Jalisco, dice que la chicana es una cultura binacional.

“Nosotros allá luchamos durante todo el año contra el racismo, nuestra cultura es una resistencia, una forma de expresión de decir aquí estamos y no nos vamos, entonces llegamos a México y nos pasa lo mismo, la xenofobia y el odio, ahora soy el pocho, soy el gringo o el mexicano picado de gringo, o sea, lo que te puedas imaginar, somos lo peor, somos los pinches criminales. Como un mojado en mi propia tierra”, explica.

Por eso el Chicano Fest es una forma de celebrar sus identidades en contra de los estigmas que se les imponen socialmente, como la violencia, el pandillerismo, el uso problemático de sustancias y realizar las expresiones que florecen de la cultura: el graffiti, el tatuaje, la música, las artes visuales, la ropa, los autos.

Durante el año 2023, el Instituto Nacional de Migración (INM) recibió y auxilió a 211 mil 980 mexicanos que fueron deportados o repatriados desde Estados Unidos.

Solo en lo que va de 2024, más de 54 mil personas han sido retornadas por deportación a México desde Estados Unidos, según la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, de la Secretaría de Gobernación con base en información registrada en los puntos oficiales de repatriación del Instituto Nacional de Migración.

Jalisco recibió en el Aeropuerto Miguel Hidalgo a mil 60 personas deportadas hasta marzo.

“Los chicanos no se sienten reconocidos como mexicanos mexicanos ni como estadounidenses, muchos dicen que no son de aquí ni de allá pero yo diría que son de aquí y de allá, no es una doble ausencia, es una doble presencia, como diría el filósofo francés Abdelmalek Sayad”, dice la doctora y profesora universitaria Cristina Castellanos.

 

Texto independiente

“Al denominado chicano es políticamente conocido como mexican-american, pero ellos no se llaman mexican-americans, ellos se dicen chicanos, algunos les dicen pochos para hacerlos menos. Significa lo mismo pero el chicano es orgullo, orgulloso de mis raíces de Emiliano Zapata, de Hernán Cortés, hasta la Malinche, con George Washington, la Estatua de la Libertad, las Chivas, la Virgen de Guadalupe, Mickey Mouse, es una binacionalidad donde se habla spanglish, el español mocho, el inglés mocho pero el spanglish completo, tenemos nuestro propio idioma”

Robert

Organizador del Chicano Fest en Guadalajara

 

Una fiesta ajena

Para muchos jóvenes méxico-americanos el 5 de Mayo tiene un significado distinto. Para algunos es una fiesta que se ha apropiado el marketing de tiendas y marcas donde se exacerban los estereotipos mexicanos para dar descuentos en comidas o promocionar productos.

Alejandra Avina, licenciada en antropología cultural, de 31 años, nació y creció en Chicago aunque sus padres son de Guadalajara, específicamente del barrio de Oblatos. Para ella México sí es parte de su vida, como otra casa, pero lejos y el 5 de Mayo era una efeméride mediada por el sistema de educación pública estadounidense.

“Me incomodaba mucho en la escuela cómo festejaban el 5 de Mayo. Nos ponían a hacer actividades como colorear y nos daban comida pésima supuestamente mexicana, no entendía el día festivo, por qué lo celebraban de esa manera. Desde niña era muy consciente de que eso no era mexicano”, explica.

“Ya en la prepa varios nos organizamos para mencionar en nuestra escuela el impacto del 5 de Mayo a los estereotipos del mexicano. Cómo se burlan de la cultura mexicana al ponerse sombreros, ponerse ponchos, no representa la cultura mexicana, es algo sumamente comercial que no apoya a las comunidades mexicanas que viven en riesgo sin documentos”.

Josefina Jiménez, también de 31 años, reconoce que la relación entre Estados Unidos y México es una parte significativa de su identidad.

“Soy hija de padres jaliscienses y nacida en Chicago, Illinois, lo que me hace compartir orgullosamente ambas culturas en su totalidad”.

Fue hasta que comenzó a responder sus dudas respecto a México y su historia cuando entendió que el 5 de Mayo no significaba lo mismo para quienes viven en Estados Unidos como para quienes viven en México.

“En conclusión, entendí que México siempre ha defendido su soberanía y su política exterior se basa en la no intervención en asuntos de otros países, a diferencia de la postura de mi país de nacimiento, que a menudo interviene en conflictos internacionales”, señala.

Lizzet Evelyn Gutiérrez Cuevas, de 26 años, nació en Los Ángeles y su familia es de Guadalajara, ahora vive en México.

De niña no entendía por qué a su alrededor la gente se ponía sombreros y decoraba las calles con motivos mexicanos.

“Fui creciendo y entendí que era un día donde todo el mundo tomaba, un día de fiesta como el Día de San Patricio. En la escuela no me enseñaron qué era el Cinco de Mayo, de hecho muchos me decían que era el Día de la Independencia de México, mi mamá me explicó que era por la Batalla de Puebla porque mi maestra no sabía. Desde que me dijo eso he corregido a mucha gente”.

“Más que nada para mi es importante saber la diferencia. Yo crecí en Los Ángeles, y ahora vivo en México. No pretendo ser mexicana al 100, pues aunque celebraremos con tradiciones mexicanas, yo crecí en una cultura diferente”, dice Lizzet.

Para Abby Rodríguez, una chica trans de 32 años, estadounidense de padres mexicanos.

“Para mis abuelos el Cinco de Mayo es un día importante porque les da una sensación de patriotismo y orgullo que México haya ganado contra una fuerza colonialista, también sienten que es importante en términos de cultura y arte. Les gusta ir a los desfiles que se llevan a cabo en nuestro vecindario, Pilsen en Chicago, porque muchos participantes del desfile montan a caballo, tocan música mexicana como mariachi o banda, y después les gusta ir a restaurantes mexicanos locales”.

 

Texto y foto: Agencia Reforma