25 mayo,2024 6:03 am

Chilpancingo perdido

Héctor Manuel Popoca Boone

 

Coincido con el escritor, Héctor Aguilar Camín, cuando se refiere al estado del Estado de Guerrero (Milenio 27/02/24) como el primero que cruza la línea en México de ser un estado fallido a ser un estado perdido.

Bajo el supuesto que un estado fallido se ve imposibilitado de mantener el imperio de la ley, el orden y la seguridad pública; tanto en sus pueblos, como en el territorio bajo su circunscripción. Cuestión que, por lo demás, tal fenómeno político-económico y social empieza a conformarse en buena parte de los municipios guerrerenses, (65 por ciento). Hoy constatamos que en el municipio de Chilpancingo en lo particular, rebasa ese estatus de por sí deplorable, para colocarse como una comuna municipal en un estatus de insolvencia urbana perdida casi completamente. Desde el principio del actual gobierno estatal los guerrerenses vimos con decepción cómo el presidente de la República, mediante el clásico “dedazo priista” (ahora “dedazo Morenista”), designaba, de facto, para conducir los destinos de este estado durante el sexenio, a una dupla de personas, padre e hija, inexpertas en las complejas artes y tareas de gobierno. No obstante, se les ocurre la genial idea de conformar su primer gabinete de trabajo gubernamental, mediante el uso literal de una tómbola ya que importan más las lealtades que las capacidades. Ganándose fama estatal del mayor número de funcionarios públicos de primer y segundo nivel estatal que han “rolado” por la pasarela en forma breve.

Tanto la gobernadora en funciones, Evelyn Salgado Pineda, como su tutor político, el senador Félix Salgado Macedonio, figuras eminentemente inútiles pero decorativas, que han sido llevadas de la mano en sus “deberes” por el presidente de la República, han cometido tantos dislates que en otros países del mundo ya les habrían notificado indicios de incapacidad para gobernar y de vinculación delictiva, en al menos la modalidad de nepotes.

Semanas atrás, como efecto del asesinato de otro joven estudiante normalista de Ayotzinapa por parte de un policía estatal de élite, AMLO instruyó de facto y de forma inmediata, sin mayor investigación, la destitución de altos jefes militares que tenían bajo su responsabilidad la seguridad pública y civil de Guerrero. Dejándonos a la ciudadanía en total estado de indefensión y habiendo entregado, en los hechos, al hampa organizada estas tierras del sur. ¡Uf!

Pero lo central de este artículo de opinión son las propuestas concretas que cada uno de los candidatos a la presidencia de Chilpancingo han estado ofreciendo, en específico y concreto, para resolver en forma acuciante los problemas que aquejan y padecen a diario los habitantes de la capital: (1). ¿Cómo se reordenará el funcionamiento del mercado central y de otras principales colonias urbanas que  actualmente están bajo control de los “chicos ilegales” que imponen precios y mercancías? (2). ¿Cómo reordenar el actual sistema de transporte público caótico, donde cada cual obedece a su gremio en particular y de vez en vez paralizan totalmente la movilidad en la ciudad? (3). ¿Cómo resolverán la crónica escasez de agua entubada y el deteriorado drenaje de la ciudad? (4). ¿Recuperarán áreas administrativas municipales lucrativas que desde largo tiempo atrás están bajo el férreo control de la delincuencia organizada? (5). Se someterá a un estricto orden de prelación y requisitos el otorgamiento de licencias, conexiones, autorizaciones, etc. para otorgar servicios municipales o seguirán estando al mejor postor o compadre? (6). ¿Exigirán perfil certificado de capacidades para el nombramiento de directivos y semi directivos dentro de la administración municipal? (7). ¿Qué política laboral se seguirá para reducir la excesiva obesidad que observan algunas oficinas en relación a las tareas a realizar? etc.

Ya no pregunto: ¿Qué harán en materia de servicios municipales como la mínima dotación de bacheo, señalizaciones, equipamiento para los policías municipales, para los trabajadores de limpieza pública o del servicio de alumbrado público? O, ¿Qué proponen en específico para reordenar con justeza y equidad el reordenamiento de la recaudación predial, la regulación territorial del desarrollo urbano e inmobiliario de la ciudad, que crece sin mayor control? así como otros derechos, productos y aprovechamientos.

Presupuesto público municipal no lo va haber en mayor cuantía, ni les alcanzará con lo que reciban en los próximos tres años. Les entregarán las arcas vacías y sin poder cubrir las nóminas quincenales; y en estos tiempos ya no es dable pedir auxilio monetario al gobierno estatal o federal, puesto que lo tienen todo centralizado y destinado para sus propias deudas. Hasta ahora, no he encontrado ninguna propuesta pública de ningún candidato que me dé respuestas específicas. Todas han sido generalidades que oímos cada tres años y solamente una me llamó la atención que está instalada en el andador de peatones del Mercado Central que globaliza pero a la vez “evapora” a todas a la vez: “POR UN BONITO CHILPANCINGO”.

 

  1. No menos importante es saber también, el contenido principal de los pactos de facto, que tanto el gobierno estatal y el local, harán con las dos o tres bandas de fascinerosos que dominan vidas, patrimonios, negocios y ferias regionales de los chilpancingueños, con el fin de que siga prevaleciendo la pax narca.

 

 

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