12 febrero,2024 2:09 pm

Cierra, entusiasta, la Semana del Arte en la Cdmx

 

Ciudad de México, 12 de febrero de 2024. Mientras este domingo varios expositores en la edición 20 de Zona Maco aún esperaban concretar algunas ventas en la jornada de cierre del encuentro, el fotógrafo danés Jacob Gils se hizo desde temprano con un gran cheque por 100 mil dólares; más de un millón 700 mil pesos.

No por venta alguna, sino por el puro agrado hacia Palma #5 (2022), esa fotografía suya de un árbol de hojas violeta capturada a exposición múltiple, por la que más de 4 mil personas votaron como la ganadora del Premio de Arte 2024, auspiciado por la Fundación Erarta y a dividirse por igual entre el creador y su galería, In The Gallery, de Copenague.

“¡Es una locura! Creo que la cantidad (del premio) es extremadamente alta, increíblemente alta, para ser honesto, y estoy muy orgulloso de ganarlo”, contó a Reforma el fotógrafo, de paso por tercera vez en Zona Maco, luego de ser anunciado como ganador del nuevo premio, creado en el marco del 20 aniversario de esta cita.

“Estamos muy contentos, nunca habíamos tenido un premio que fuera sin adquisición, y que el público lo escoja es algo muy diferente. El año que entra lo vamos a volver a hacer”, adelantó en entrevista Zélika García, fundadora del encuentro que encabeza la llamada Semana del Arte.

Zona Maco nació en 2002 en Monterrey, como Muestra 1.

“Había (entonces) 22 galerías; no vendían casi y fue complicado. Jamás nos imaginamos esto que vemos hoy”, rememoró García, honesta sobre las intenciones detrás de aquel primer esfuerzo: “La verdad es que no estoy muy segura de qué quería. Yo nada más quería hacer una feria, y que vinieran las galerías y los coleccionistas a comprarles para que regresaran”.

Algo que, a la postre, se cumplió con creces, pues una vez más los pasillos del Centro Citibanamex lucieron atestados de visitantes.

“Sé que el miércoles de la inauguración entraron el doble de personas que hace un año”, celebró García, todavía a la espera de las cifras finales de asistencia.

“Hay una mayor audiencia de gente, mayor público; tan sólo ayer estaba muy lleno”, comentó entre semana la curadora y gestora Gabriela Mosqueda.

Gran afluencia nacional e internacional, que entre los más de 200 expositores procedentes de 25 países del mundo dividió opiniones; por un lado, quienes lo encomian y, por el otro, aquellos a los que les parece un problemático desafío a resolver.

“Hay más gente, más coleccionistas, y seguramente con eso viene más interés en las obras y más contactos que podemos agarrar durante esta semana; gente que no conocemos, y eso está muy padre”, opinó Jacob Flood, de la galería mexicana OMR.

“Viene tanta, tanta gente que ya son temas de logística, algo que yo no sé, no sé de qué manera pudiéramos mejorar”, dijo, por su parte, Rafael Yturbe, de la GAM, quien este domingo, además de unas últimas ventas de valores nacionales de la talla de Joy Laville, Leonora Carrington, Diego Rivera y Francisco Toledo, albergaba otro tipo de expectativa: “Que gane San Francisco (el Súper Bowl)”.

Si bien los ríos de gente apuntando sus celulares a las numerosas piezas de arte dispuestas en las cuatro diferentes ferias del encuentro -Arte Contemporáneo y Moderno, Diseño, Salón del Anticuario y Foto- fue motivo de celebración para los expositores, varios de ellos se dirían conscientes de que más visitantes no necesariamente implica mayores ventas.

“No van de la mano público con ventas, pero al final sí influye”, expresó el director de adquisiciones y proyectos de la galería colombiana Duque Arango, Miguel Ángel Duque, donde este día todavía no se cerraba la oferta que tenían por uno de los dos lienzos de Fernando Botero que trajeron.

“La gente que viene a ver y a pasear, viene a ver y a pasear, no viene a comprar. Yo creo que es muy importante seguir haciendo cosas para educar al pueblo mexicano y fomentar el coleccionismo”, sostuvo, por su parte, Henrique Farías, de la galería homónima con sede en Nueva York y uno de los pocos que abiertamente reconoció que las ventas este año estuvieron por debajo de las expectativas.

“Asumo que la situación electoral en México, la situación política, lo que uno oye de la fuga de capitales… Bueno, todo eso afecta el proceso de compra y venta del arte, y creo que se ve reflejado. Nosotros en la galería podemos decir que no ha sido un año tan bueno como otros”, remarcó, asegurando que eso está lejos de influir en su lealtad hacia Zona Maco, en la que han participado más de 15 años.

Mientras que espacios que en 2023 tampoco tuvieron buenas ventas que justificaran la inversión, como la catalana Joan Gaspar, cumplieron su advertencia de no regresar esta edición, sí hubo entre los participantes varios que volvieron motivados por por experiencias favorables en años pasados.

Desde la cubana El Apartamento hasta la italiana Michela Rizzo y las multisedes Pace y Zilberman, ésta última presente en Estambul, Berlín y Miami, y sobre la que su directora de Relaciones Internacionales, Nazli Yayla, confió: “Es un gran esfuerzo (venir), pero siempre lo vale. Sí, es un vuelo largo (casi 15 horas desde Turquía), pero siempre disfrutamos cada día aquí, y siempre tenemos ventas cada día y mucho interés de los coleccionistas”.

Pero quizás apenas un puñado pueda jactarse de una lealtad tal como la de la madrileña La Caja Negra, presente en las 20 ediciones de la feria, lo cual les valió ser seleccionados este año en el programa Forma, que dispuso obras escultóricas de gran formato a lo largo de los pasillos del encuentro, y para el que mostraron La ciudad sin fin (1961), de Mathias Goeritz.

Aunque su director, Fernando Cordero, estuvo entre quienes presumieron una edición con ventas positivas, no dejó fuera las áreas de oportunidad para un encuentro de la magnitud que ha alcanzado Zona Maco.

“Maco está en condiciones de competir con Miami, que está saturado; (Art Basel Miami) se dedicó sólo a la obra ya muy comercial, muy la tendencia del año, muy de halago a la gente que tiene mucho dinero. Y en Maco hay variedad.

“El mundo del arte no sólo es el mundo de los más ricos, tiene muchos niveles. Nosotros tenemos aquí obras que valen 800 euros; hay público de 800 euros, no todo tiene que ser de millones”, resaltó Cordero. “Y México tiene la oportunidad de ser una feria para muchas capas de población; al final, el arte es para todos”.

Personalmente, Farías concluyó que debe haber mayor cuidado con la obra que tiene cabida en este monumental espacio dedicado al arte: “Pienso que hay mucha obra de ésa que está como de moda: temas de género, temas de razas, indigenismo…”, enlistó.

“Hay que tener cuidado con la manera de cómo se presentan esas cosas, porque uno, como galerista y como feria, como institución, tiene que tener mucho cuidado con lo que presenta. Porque nosotros tenemos una responsabilidad, que es educar en base a la calidad.

“Pero vamos a ver cuánto tiempo o qué cantidad de todas estas obras que son un poco así, como de moda, van a sostenerse en el tiempo”, planteó.

Además de Zona Maco, este domingo también cerraron las ferias satélite: Material, Salón Acme, Clavo, QiPO, BADA y Unique Design X.

 

 

 

Texto y foto: Agencia Reforma