17 octubre,2024 4:18 pm

Claman ayuda damnificados de Las Peñas, Copala, para reconstruir sus casas y trabajar

 

Tres adultos mayores, dos hombres y una mujer, murieron por complicaciones en su salud, tanto por mojarse como por la impresión, relatan. El comisario Yosein Sugía Gómez informa que han sido las familias quienes han limpiados y recogido todo, porque ninguna autoridad se ha acercado a ayudarles

Las Peñas, Copala

Vecinos de comunidad Las Peñas, perteneciente al municipio de Copala, después de que John les destruyó todo, pidieron ayuda para reconstruir sus viviendas y poder recuperar sus actividades económicas, entre las que destacan la pesca.

Tres adultos mayores, dos hombres y una mujer, murieron por complicaciones en su salud, tanto por mojarse, lo que les ocasionó enfermedades respiratorias, como por la impresión de vivir la fuerza de la naturaleza, que a decir de los habitantes, jamás habían vivido.

Anselmo Genchi García fue el primero en partir y es que según su sobrina que lo cuidaba, él no podía caminar, estaba en cama y cuando el techo de la casa se perdió, él se estuvo mojando y sufrió mucho frío, por lo que enfermó hasta morir la madrugada del 26 de septiembre.

Después, el 27 falleció Doña Beta como conocían a la señora María Antonieta, quien vivía sola en una chocita construida en una esquina de una casa. Su hogar de no más de 10 metros cuadrados, tenía paredes de tablas de palma y techo de tejas de cartón, que les construyeron sus vecinos.

La noche del huracán la señora fue rescatada por sus vecinos, quienes pudieron llegar por ella hasta que los vientos disminuyeron sus fuerzas, sin embargo se mojó y se espantó mucho, contó la familia que la alimentaba y la cuidó en casa desde el 24 hasta el 27 de septiembre.

Rómulo Loreto Rosario murió el 29 de septiembre, contó su esposa Guillermina Palma López, quien dijo que ellos dos, ambos mayores de 70 años de edad, se encontraban solos la noche del huracán en su casa con techo de láminas de cartón.

Trataron de refugiarse porque voló todo el techo y sobrevivieron, pero al intentar recoger y limpiar sus pertenencias, su esposo cayó al suelo y murió.

La señora Guillermina aseguró que “se espantó por todo lo que pasó bien feo” y que se estuvo sintiendo mal de salud en todos esos días, pero no dejaban de trabajar para poder estar bien, porque seguía lloviendo.

La localidad con vocación pesquera, debido a que se ubica a un costado de la Laguna de Chautengo, en la región Costa chica, resultó con muchos daños desde la noche del lunes 23 de septiembre, cuando los vientos comenzaron a soplar y conforme se hicieron más intensos los habitantes se espantaron más.

El agua comenzó a subir de nivel, mientras la lluvia no cesaba y terminaba de destruir sus casas que en su mayoría están construidas con techos de teja y paredes de barro o láminas de asbesto o cartón.

Los techos de las casas fueron destruidos por la fuerza de los vientos del huracán John y fueron inundadas por el agua de las lluvias que generaron crecientes en la barra y la laguna de Chautengo. Donde los pescadores aseguraron las señoras del pueblo, que también perdieron sus lanchas o los motores se les descompusieron y no han podido salir a trabajar.

Piden despensas porque no tienen ingresos y sólo les han llevado porciones de comida caliente por parte de la organización de ayuda humanitaria World Central Kitchen.

De acuerdo con el comisario de Las Peñas, Yosein Sugía Gómez, la comunidad es habitada por cerca de mil personas, y que han sido las mismas familias quienes han limpiados y recogido todo, porque ninguna otra autoridad se ha acercado a ayudarles.

El equipo de la comisaría y otros pobladores se sumaron a los trabajos de rehabilitación y desde el primer día salieron a liberar el camino que comunica a la carretera nacional de Acapulco-Pinotepa, para que así pudiera llegar la ayuda gubernamental, pero la siguen esperando, debido a que sólo entró un camión de soldados a entregar solo 150 despensas.

También dijo que la falta de una figura en la presidencia municipal de Copala, ha agravado la situación, sobre todo la gestión de ayuda para la población y es por esos que, por sus propios medios, la comunidad está resolviendo y en la mediad de sus posibilidades, debido a que el 90 por ciento padece pobreza extrema.

 

Texto: Redacción / Foto El Sur