23 abril,2022 9:16 am

Comienza la Fiesta del Libro y la Rosa de la UNAM con homenaje a Elena Poniatowska

Ante la ganadora del premio Cervantes, alumnos vuelcan al modo de La noche de Tlatelolco sus testimonios de la epidemia. Recuerda la escritora a la luchadora social Rosario Ibarra, “una heroína”, recientemente fallecida, y reivindica la lucha por encontrar a los desaparecidos

Ciudad de México, 23 de abril de 2022. Este viernes, en la inauguración de la Fiesta del Libro y la Rosa, Elena Poniatowska fue homenajeada con un testimonio coral de estudiantes de la UNAM sobre sus experiencias durante la pandemia, a la manera de una crónica formada por muchas voces, tal como ella construyó La noche de Tlatelolco, una de sus obras más importantes y conocidas.

A un mes de su cumpleaños 90, la escritora escuchó, visiblemente conmovida, el ramillete de experiencias, tan amargas como esperanzadoras, que le compartieron alumnos de preparatoria, de universidad y becarios de la unidad periodística de la UNAM, Corriente Alterna.

A sugerencia de la autora, quien pidió escuchar las voces de los estudiantes, la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, organizadora del encuentro libresco, hizo una convocatoria abierta para elegir a quiénes leerían sus textos de la epidemia a Poniatowska.

Entre los ocho testimonios estuvo, por ejemplo, el de Diego Becerril, estudiante de Filosofía que perdió a su mejor amigo a causa del Covid-19; el de Asunción Cabrera, becaria de Corriente Alterna que habló sobre ser mamá, estudiar y trabajar durante la pandemia, y el de Aranza Bustamante, quien tuvo que poner en pausa su trabajo como fotoperiodista por cuidar a su madre, recién curada del cáncer.

Declarándose feminista, Poniatowska encomió específicamente el testimonio de la estudiante Metztli Molina, quien habló sobre el abuso doméstico que sufrió y el aumento de la violencia contra las mujeres durante el confinamiento.

“Yo creo que sería muy bonito hacer una nueva especie de ‘Nueva noche de Tlatelolco’, porque nos puede servir en el futuro, porque nos puede, además, ser parte de nuestra vida y parte de la sociología de nuestro país”, señaló la escritora.

Animada por Rosa Beltrán, titular de Cultura UNAM, Poniatowska relató su proceso para recopilar el coro de testimonios que forman de La noche de Tlatelolco, su libro sobre la matanza de 2 de octubre de 1968, y destacó, sobre todo, el acto de saber escuchar.

“La comunicación es el primer paso del amor, entonces esto (la Fiesta del Libro y la Rosa) es un ámbito amoroso. ¿Ven esta cúpula blanca? (la carpa del escenario que lleva su nombre). Estamos viviendo momentos privilegiados, que van a ser posiblemente los últimos que yo viva, porque ya tengo 90 años”, reflexionó.

“Creo que podremos recordar una mañana limpia, una mañana transparente, una mañana en la que estábamos sentados, así, los unos al lado de los otros, y oyéndonos; también oír es una necesidad enorme que tenemos cada ser humano, que nos oigan”, dijo, conmovida, sobre su homenaje.

También, a petición suya, la autora de Hasta no verte Jesús mío tomó unos minutos para recordar a Rosario Ibarra de Piedra, la luchadora social y defensora de los derechos humanos fallecida el 16 de abril pasado, y con quien compartió jornadas para protestar en contra de las desapariciones políticas en México, como ocurrió con Jesús Piedra Ibarra, el hijo de doña Rosario, que no ha sido encontrado y que este 19 de abril cumplió 47 años desaparecido por agentes de la extinta Dirección Federal de Seguridad.

“Rosario rompió el mito de los campos militares, donde se concentraba a los posibles opositores al gobierno; rompió el mito de Echeverría. Rosario Ibarra de Piedra vio a Luis Echeverría, en un solo día, 32 veces, porque lo siguió a todas sus reuniones políticas, todas sus apariciones públicas, y le decía: ‘¡Mi hijo! ¡Mi hijo está desaparecido!’. Reunió a otras madres de familia, y yo creo que ha sido una mujer de la cual todas deberíamos recordar y que todas deberíamos llevar dentro de nuestro corazón, porque si hay una mujer valiosa en nuestro país, una heroína, es doña Rosario Ibarra de Piedra”, clamó.

Tras escuchar los testimonios y responder algunas preguntas, “Elenita de México”, como la nombró el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, firmó libros a sus muchos lectores que, tras dos años de modalidad virtual, por fin pudieron regresar a la Fiesta del Libro y la Rosa en el Centro Cultural Universitario (CCU) de la UNAM.

Texto: Francisco Morales / Agencia Reforma