10 septiembre,2018 9:42 am

Compromete nuevo aeropuerto vasos de regulación

Las consecuencias ambientales para la Ciudad de México fueron excluidas en el análisis aprobatorio de la Manifestación de Impacto Ambiental del NAIM, alertan especialistas. Hubo, dicen, una autorización ambiental indebida.

Texto: Iván Sosa / Agencia Reforma / Foto: Twitter @NvoAeropuertoMx
Ciudad de México, 10 de septiembre de 2018. La construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) borró la zona en donde se almacenaba el excedente de lluvia en el Valle de México.
Mientras la Ciudad de México enfrenta el año más lluvioso en los últimos 36 años, de acuerdo con el Sistema de Aguas, la nueva zona de regulación aún no está disponible.
Las lagunas Casa Colorada, Xalapango y Texcoco, que durante 70 años fueron utilizadas para preservar por horas el torrente de tormentas, comenzaron a ser desecadas para ceder el espacio al polígono del NAIM.
Ahí, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) realiza obras para trasladar la zona de regulación del Valle de México, en el mismo lago de Texcoco, al sur de la Autopista Peñón-Texcoco, pero de las cinco lagunas planteadas, sólo una está disponible.
“El manejo del drenaje está en alto riesgo en este momento, no sólo porque las lagunas no están listas ni porque Casa Colorada está reducida a su mínima expresión.
“Sino porque la zona, en particular el Dren General del Valle –por donde se desecha hacia Hidalgo toda el agua que escurre del Oriente–, se ha hundido y su pendiente de desalojo ya es menor”, expuso José Luis Luege Tamargo, ex titular de la Conagua.
Con mil 600 millones de pesos, la planta de bombeo Casa Colorada fue construida en 2012, explicó, para regular todo lo que viene de Azcapotzalco, Naucalpan, Tlalnepantla, Ecatepec, Nezahualcóyotl y Gustavo A. Madero, a través del Río de los Remedios.
También colectaba lo que viene de Magdalena Contreras, Álvaro Obregón, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Cuauhtémoc y Venustiano Carranza, a través de los ductos del Río Mixcoac, Río Churubusco y Río Piedad, además recibe todo lo que escurre de Amecameca, Valle de Chalco, Chalco e Ixtapaluca por el Canal de la Compañía.
La Casa Colorada no ha dejado de funcionar, pero por ahora remite los caudales hacia el Río de los Remedios, indicó Luege.
En forma provisional, son utilizadas lagunas de menor capacidad, como las de Regulación Horaria, Churubusco, El Fusible y Patitos, cercanas al cruce de Periférico Oriente y la Autopista Peñón Texcoco.
En reuniones de transición con el equipo entrante y funcionarios salientes, Luege ha planteado que es urgente terminar el Túnel Emisor Oriente, construir un túnel bajo el Dren General del Valle y habilitar las cinco lagunas comprometidas.
¡Preocupa impacto ambiental!
Las consecuencias ambientales para la Ciudad de México fueron excluidas en el análisis aprobatorio de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Nuevo Aeropuerto, expusieron especialistas.
Miguel Ángel Cancino, titular de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT), consideró que la construcción del NAIM generará efectos que no fueron evaluados.
“En el aeropuerto hubo una autorización ambiental indebida, habría que revisarla.
“Se hizo referencia al polígono del aeropuerto, pero no vemos todo lo que sucede alrededor, incluido el tema el impacto en el desarrollo aledaño. Ojalá, no se den procesos de desagregación que serÌa lamentable”, indicó Cancino.
La omisión principal de la aprobación ambiental, expuso Luege, el ex director de la Conagua, tiene que ver con el Lago Nabor Carrillo, que fue diseñado para rescatar el Lago de Texcoco.
“La MIA ni siquiera menciona el lago Nabor Carrillo y resulta que ahora la Conagua la convierte en una laguna de regulación, porque siempre ha sido una mentira que vayan a habilitar cinco lagunas nuevas.
“Sólo han hecho una, que saben es insuficiente y por eso el lago, receptor de aves migratorias, lo convierten en un recipiente”, apuntó Luege.
Para cumplir el requisito de inhibir la concentración de aves cerca de las seis pistas, durante el estiaje el lago será desecado y en lluvias recibirá los caudales de los 11 ríos del oriente, que vienen mezclados con descargas de drenaje, explicó.
Luis Zambrano, investigador del Instituto de Biología de la UNAM, consideró que los daños serán invaluables al suprimir las lagunas de Xalapango, Texcoco y Casa de Colorada, alterar el lago Nabor Carrillo y promover el desarrollo urbano en el oriente del Valle de México, que ha sido caótico.
“Dejar sin zona de regulación hidráulica al Valle de México, mantenerlo en latente riesgo de inundación y la urbanización desbordada ser· en el largo plazo mucho más costoso que parar ahora el proyecto.
“Es más barato pagar ahora todas las compensaciones necesarias, que el costo que pagarán las próximas generaciones, lo mismo que en el Tren Interurbano México-Toluca, una obra que arrasa con bosques, sin soluciones de transporte, sólo para el crecimiento del Estado de México”, subrayó Zambrano.