4 octubre,2024 6:00 am

Compromisos de Sheinbaum

LA POLÍTICA ES ASÍ

 

Ángel Aguirre Rivero

El reciente discurso de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en el Zócalo de la Ciudad de México marca un hito importante en la atención a Guerrero, un estado de retos profundos y persistentes.
En su mensaje, Sheinbaum no sólo reafirmó su compromiso de atender las necesidades específicas de la entidad, sino que también planteó un enfoque estratégico de izquierda.
La creación del programa Balsas-Pacífico Sur, que abarca Guerrero, Michoacán, Oaxaca y el Estado de México, a desarrollarse en el municipio de La Unión, se presenta como una iniciativa clave para fomentar el desarrollo en la región.
En los compromisos del nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum, el proyecto Plan Río Balsas-Pacífico Sur tiene un papel destacado.
Este plan se enfoca en impulsar el desarrollo de las regiones más pobres de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y el Estado de México.
El objetivo principal es conectar las comunidades de la cuenca del río Balsas con el Pacífico, utilizando inversiones tanto públicas como privadas para mejorar la infraestructura y fomentar el desarrollo económico de estas zonas marginadas.
El proyecto está alineado con el objetivo de mejorar la conectividad y prosperidad de las zonas portuarias y agrícolas de estas regiones, y se espera que tenga un impacto significativo en términos de empleos y desarrollo sostenible en el sur de México.
El compromiso de la presidenta de construir la carretera Toluca-Zihuatanejo y la continuación de la carretera Salina Cruz-Zihuatanejo es otro paso vital para Guerrero.
Estas obras de infraestructura son fundamentales para mejorar la conectividad en la región, facilitando el acceso a servicios básicos y mercados.
La infraestructura vial adecuada es crucial para el desarrollo económico; no sólo permite el transporte eficiente de bienes y servicios, sino que también fomenta la inversión en la región.
Además, el compromiso de apoyar con caminos artesanales es un reconocimiento de la importancia de conectar a las comunidades rurales, que a menudo han sido olvidadas en el desarrollo urbano.
Uno de los puntos destacados de su discurso fue la inclusión de Guerrero en proyectos estratégicos destinados a garantizar el acceso humano al agua y el reciclaje.
Este compromiso es esencial para nuestro estado, en especial para Acapulco y Chilpancingo, donde la escasez de agua es un problema crítico, agravado por el cambio climático y la falta de infraestructura adecuada.
Otro aspecto significativo del discurso fue la propuesta de establecer plantas recicladoras de basura, iniciando con Oaxaca. Ojalá y contemple a Guerrero.
La gestión adecuada de residuos es una preocupación creciente en muchas partes del país, y Guerrero no es la excepción.
La inclusión de Guerrero en proyectos de reciclaje no sólo puede mejorar la salud pública y la calidad ambiental, también generaría empleo y promovería una cultura de responsabilidad ecológica.
La decisión de la presidenta de visitar Guerrero en su primer día de gobierno para evaluar los daños provocados por el huracán John es un gesto que se valora en toda la extensión.
La Presidenta se trasladó en automóvil al puerto, y en el camino conversó con los acapulqueños. Sheinbaum inicia su mandato e imprime su estilo personal, con calidez y escuchando a la gente. Y hubo quien quiso perfilarla durante los debates como insensible.
Por último, sin duda la parte más emotiva del discurso de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo en su toma de protesta es cuando refiere a la lucha de las mujeres mexicanas, la cual cito textualmente porque me encantó y me emocionó:
“Hoy quiero reconocer no sólo a las heroínas de la patria, a las que seguiremos exaltando, sino también a todas las heroínas anónimas, a las invisibles, que con estas líneas hacemos visibles, a las que con nuestra llegada a la Presidencia y estas palabras hago aparecer, las que lucharon por un sueño y lo lograron, las que lucharon y no lo lograron”.
“Llegan las que pudieron alzar la voz y las que no lo hicieron, llegan las que han tenido que callar y luego gritaron a solas, llegan las indígenas, las trabajadoras del hogar que salen de sus pueblos para apoyarnos a todas las demás, a las bisabuelas que no aprendieron a leer y a escribir porque la escuela no era para niñas, llegan nuestras tías que encontraron en su soledad la manera de ser fuertes, a las mujeres anónimas, las heroínas anónimas que desde su hogar, las calles o sus lugares de trabajo, lucharon por ver este momento.
“Llegan nuestras madres que nos dieron la vida y después volvieron a dárnoslo todo, nuestras hermanas, llegan nuestras hijas hermosas y valientes y llegan nuestras nietas; llegan ellas, las que soñaron con la posibilidad de que algún día no importaría si naciéramos siendo mujeres u hombres, podemos realizar sueños y deseos sin que nuestro sexo determine nuestro destino, llegan ellas todas ellas, que nos pensaron libres y felices”.

Del anecdotario

Muchos comentarios ha generado el beso que dio en la mano la presidenta Claudia Sheinbaum al senador Manuel Velasco, del Partido Verde. La explicación es muy sencilla: a nuestra presidenta le ganó la emoción en su acto de asunción o padeció de un “lapsus” cuando esto aconteció.
Más allá de que el “güero” es un auténtico encantador, simplemente habrá que recordar el nivel de cercanía que tuvo con el presidente Peña Nieto, luego con AMLO y ahora con Claudia.
Se necesita mucha habilidad política para transitar con dos presidentes y una presidenta con ese grado de cercanía.
Déjeme que le platique un pasaje: un día el presidente Peña Nieto le llamó casi a las 3 a.m. a Juan Sabines, exgobernador de Chiapas, quien se encontraba como cónsul en Orlando, Florida, cargo que sigue ostentando hasta este día.
–Hola Juanito, ¿cómo estás? –dijo Peña Nieto.
Sabines, sorprendido por la hora, contestó: –A sus órdenes señor Presidente.
–No me llames Presidente Juan, antes que nada somos amigos.
Sabines le contestó: –Discúlpeme, pero mi formación me lo impide, siempre respetaré su investidura.
Unos días antes, el cónsul Sabines había sido notificado por parte de Luis Videgaray que dejaría su representación consular.
Peña Nieto insistió: –¿Cómo va el consulado, Juan?
–Pues preparando mis cosas para entregar a mi relevo, señor Presidente.
–¿Cómo, cómo?
–Pues me informaron que debo dejar el consulado en unos días.
–De ninguna manera –dijo el presidente Peña Nieto–, tú te quedas ahí, sólo te pido un favor… –le dijo.
–¿Cuál, señor Presidente?
–Que mejores tus relaciones con el gobernador de tu estado, Manuel Velasco –Le dijo.
–Yo no tengo ningún problema con él, señor Presidente, no sé si él los tenga conmigo –contestó Sabines.
–Es más, aquí te lo voy a pasar.
–Hola, compadre… –dijo Manuelito Velasco a Sabines.
Sabines había impulsado de manera resuelta a Velasco para ser gobernador.
–Qué tal, Manuel –contestó de manera parca Sabines–, como le dije al Presidente, yo no tengo ningún problema contigo.
–Yo menos, querido compadrito, sabes que te quiero mucho.
Y la conversación concluyó.
La política es así…