Marcial Rodríguez Saldaña
En las semanas y días recientes –al acercarse el inicio del ciclo escolar 2023-2024, el próximo 28 de agosto–, en medios de comunicación nacionales y algunos círculos de poder político, se ha desatado una polémica mediática sobre el contenido de los nuevos libros de texto gratuitos sobre lo cual es conveniente discernir.
1.- El calificativo mediático más escandaloso en contra de los nuevos libros de texto, ha sido que tienen un contenido de ideología comunista, con el cual se ha pretendido espantar a la opinión pública. Esto es absolutamente falso, toda vez que de la lectura de dichos libros en ninguna de sus partes se hace referencia a este sistema social económico y político, que consiste fundamentalmente en la abolición de las clases sociales, particularmente de la burguesía dueña de los medios de producción y la instauración de la dictadura del proletariado, en una primera fase denominada socialismo, para que posteriormente se arribe al comunismo en donde no exista ningún tipo de explotación.
Los nuevos libros de texto, no contienen alguna ideología en particular, en razón de que su fundamentación es eminentemente científica sustentada en la universalidad de pensamiento, y en su vertiente histórico social recoge la riqueza multicultural de nuestros pueblos originarios, una concepción dialéctica realista de nuestra historia, de las grandes transformaciones que ha protagonizado el pueblo de México como la lucha por la Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana; así como también una visión humanista y comunitaria, contraria al modelo individualista neoliberal.
2.- Los nuevos libros de texto, son resultado de un amplio proceso participativo deliberativo, en el cual han intervenido miles de maestras y maestros de toda República. Hay que recordar que la reforma educativa con un sentido meramente laboral-administrativo que promovió Enrique Peña Nieto, como parte de sus “Reformas Estructurales” neoliberales, que denostaba y penalizaba a las maestras y los maestros, fue impuesta y por ello tuvo el rechazo del magisterio del país y la oposición del Movimiento de Regeneración Nacional. Es por ello qué al instaurarse un nuevo régimen político, legítimo y democrático a partir del 01 de julio del 2018, durante el periodo de transición se convocó a foros en todas las entidades de la federación sobre el nuevo modelo educativo en los cuales participaron miles de maestras y maestros con propuestas pedagógicas. De ahí se elaboró el programa sectorial educativo del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024 y posteriormente el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, envió una iniciativa al Congreso de la Unión para transformar el artículo tercero de la Constitución Federal, a efecto de derogar la reforma impuesta por Peña Nieto y establecer un nuevo modelo educativo que es “La Nueva Escuela Mexicana”.
La iniciativa del presidente AMLO fue ampliamente debatida y enriquecida en parlamento abierto, tanto en la cámara de senadores y de diputados federales, en donde nuevamente participaron docentes, padres de familia, investigadores y expertos en la educación, y por supuesto los legisladores federales quienes en largos y profundos debates durante varias semanas en los primeros meses del año 2019, enriquecieron la iniciativa presidencial que fue aprobada por más de dos terceras partes de los integrantes del H. Congreso de la Unión, así como por la mayoría de los Congresos de los estados y publicada el 15 de Mayo de ese año en el Diario Oficial de la Federación. (Un estudio más detallado sobre este tema se encuentra en el capítulo La reforma constitucional en materia educativa: 2019, que forma parte del libro Estudios de Derecho Social coordinado por el suscrito y editado por la UAGro en este año).
3.-Una vez aprobada la reforma constitucional en materia educativa, le otorgó como facultad exclusiva a la Secretaría de Educación Pública del gobierno federal, la atribución de elaborar los libros de texto. Para ello, se convocó nuevamente a las maestras y los maestros en diversas reuniones en las entidades federativas y a expertos para su co-diseño.
Otra falacia mediática para asustar a la opinión pública, ha sido que dichos libros fueron elaborados por extranjeros particularmente de Venezuela, lo cual es absolutamente falso. Los nuevos libros son resultado de las propuestas presentadas por miles de maestras y maestros en múltiples eventos convocados exclusivamente con este objetivo, a diferencia de otras reformas educativas y elaboración de libros de texto en el periodo neoliberal, en donde eran elaborados por despachos particulares en sus oficinas de la Ciudad de México, alejados totalmente de la realidad social y cultural del país e impresos por editoras particulares, en ambos casos con jugosas ganancias a costa del erario público nacional.
La oposición mediática y de algunos entes de poder político a los nuevos libros de texto gratuitos, carece de argumentos académico-pedagógicos, por lo que se trata de una postura exclusivamente de carácter político.
Los nuevos libros de texto, además de fortalecer el conocimiento de las ciencias exactas, naturales, humanístico-sociales, promueven la formación de ciudadanas y ciudadanos con principios y valores como los de: la cultura de la paz y de la no violencia, especialmente en contra de las mujeres; la educación inclusiva y la no discriminación; la multiculturalidad; la igualdad sustantiva entre la mujer y el hombre; la perspectiva de género; la protección a los derechos humanos; la honestidad; la protección y regeneración del medio ambiente; y la formación de estudiantes con una visión analítica y critica.
En conclusión, los nuevos libros de texto gratuitos no contienen ninguna ideología comunista ni fueron elaborados por extranjeros. Lo cierto es que dichos libros son producto de las contribuciones académicas de miles de maestras y maestros de México cuyos contenidos son de carácter eminentemente científicos y conforme a la realidad de nuestra nación.
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