Acapulco, Guerrero, a 28 de octubre de 2024.- En medio de lágrimas y reclamos de justicia, más de 200 hombres y mujeres participaron en el homenaje de cuerpo presente del veterinario Víctor Robles, en su local, ubicado en el fraccionamiento Costa Azul, quien fue encontrado asesinado el viernes pasado.
De acuerdo con la información publicada en la edición impresa de El Sur del sábado, el conocido veterinario fue raptado por hombres armados el jueves pasado. Los secuestradores pidieron a los familiares medio millón de pesos por su liberación.
El hombre, de 48 años recientemente cumplidos, fue asesinado a balazos y después de las 10 de la mañana del viernes, su cuerpo fue encontrado en la Calle 2, de la colonia Cumbres de Figueroa.
Este sábado, vestidos de blanco y muchos cargando a sus perritos o llevándolos con su correa, los participantes en la conmemoración que se llevó a cabo en la veterinaria África, de la calle Horacio Nelson, a unos 70 metros de la iglesia de Costa Azul, lloraron y corearon su nombre.
A las 2 de la tarde llegó el féretro con el cuerpo de la víctima de la violencia, que fue recibido con fuertes aplausos de los presentes, la mayoría clientes, vecinos del fraccionamiento Costa Azul, familiares y colegas.
Dentro de la veterinaria y alrededor de los trabajadores del establecimiento, la esposa de la víctima, Bianca Lucero Torres Piedra, agradeció la presencia de decenas de personas que conocieron de distintas formas a Víctor Robles.
Una fila de perros con sus dueños, varios de ellos niños con un globo blanco en sus manos, se formó para pasar a ver el cuerpo de su veterinario y despedirlo en un conmovido evento, con llamados esporádicos a la paz en el municipio.
Pero lo que más resonó, además de los llantos, fue el clamor de justicia, palabra que se repitió en distintos momentos a lo largo de la hora que duró el homenaje de cuerpo presente.
Durante el homenaje, algunos de los presentes expresaron su enojo. Uno criticó que ninguna persona haya sido detenida por el crimen.
Alrededor de las 3 de la tarde, el féretro fue traslado a la carroza fúnebre. La marcha se detuvo un par de minutos para que los trabajadores de la veterinaria África, jóvenes vestidos con su uniforme negro, lanzaran agua bendita a la caja de madera.
“Te vamos a recordar, siempre feliz, grande”, gritó una mujer con los ojos llorosos, mientras que otra señora la secundó: “Vuela alto, Víctor, grande”.
La esposa de la víctima, quien evitó dar declaraciones a reporteros, sólo alcanzó a decir a las decenas de asistentes de todas las edades: “Es muy reconfortante verlos aquí” e invitó a las misas que se le harán en la iglesia de Costa Azul.
“Víctor, Víctor, Víctor, Víctor”, vitorearon al final los hombres y las mujeres afligidos. Una de ellas se subió a uno de los costales de arena puestos en la banqueta, frente a la veterinaria, y lamentó la inseguridad en el municipio, su empeoramiento y la inacción de las autoridades para mejorar la situación.
Texto: Ramón Gracida Gómez
Foto: Jesús Trigo