22 agosto,2024 4:17 pm

Con retraso y de manera breve realiza la FGR diligencia de Octaviano Gervasio en Atoyac

 

 

Atoyac de Álvarez, Guerrero, 22 de agosto de 2024.- Integrantes del Colectivo de Esposas e Hijos de Víctimas y Desaparecidos de la Guerra Sucia y de la Asociación Representativa de Ejidos y Comunidades, Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos, constataron la diligencia que realizó personal de la Fiscalía General de la República (FGR) en la cabecera municipal de Atoyac, la tarde de este jueves, en seguimiento del caso de Octaviano Gervasio Benítez, desaparecido hace 50 años.

La diligencia que se llevó a cabo con 5 horas de retraso en la avenida Juan Álvarez, cerca de una tienda de autoservicio en el centro de la ciudad duró menos de 10 minutos.

Personal de la Fiscalía tomó fotos del local donde ocurrieron los hechos así como nombres de posibles testigos que serán parte de la carpeta de investigación.

Familiares precisaron que la víctima, cuyo nombre apareció en el listado de los “vuelos de la muerte” después de haber sido detenido por agentes de la extinta Policía Judicial, en un negocio de venta de cerveza denominado La Langosta, el 26 junio de 1974, fue entregado al Ejército, que lo vinculó con la guerrilla de Lucio Cabañas.

Ante la exigencia de justicia, su hijo, Octaviano Gervasio Serrano, que preside el Colectivo de Esposas e Hijos logró que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Coidh) documentara el caso de su papá y otros 50 más para que el gobierno mexicano le diera seguimiento.

La representante de la Asociación de Víctimas, Estela Arroyo Castro dijo que a pesar de que esperaban que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador solucionara los casos de la guerra sucia,”pero no fue parte de la agenda de este gobierno morenista”.

Sin embargo, dijo que confían en que la nueva administración de Claudia Sheinbaum Pardo retome los casos y se agilicen ya que hay incertidumbre en el cierre del actual gobierno que retuvo información como la de los “vuelos de la muerte”.

 

 

Texto y fotos: Francisco Magaña