31 marzo,2022 9:14 am

Con su futbol insípido, al Tricolor le alcanza para clasificar al Mundial

México logra el ansiado boleto a la Copa del Mundo en la última jornada del octagonal de la Concacaf, tras derrotar 2-0 a El Salvador. Cierra en segundo lugar con 28 puntos, pero el funcionamiento, la estrategia del Tata Martino y el nivel de los jugadores nunca convencieron en toda la eliminatoria, en la que apenas anotaron 17 goles en 14 partidos. La afición responde a este Tri sin sabor en las tribunas del Azteca, con un ambiente desangelado y sin júbilo 

Ciudad de México, 31 de marzo de 2022. La selección mexicana clasificó a Qatar, pero la atmósfera distaba de la euforia por ir a la Copa del Mundo.

En la cancha había mariachi y familiares de los futbolistas corriendo más que algún jugador y playeras con la leyenda “Nos vamos a Qatar”, pero en las gradas predominaba un ambiente desangelado pese al triunfo 2-0 sobre El Salvador y el pase como sublíder del octagonal, por arriba de Estados Unidos.

Quizá fue la falta de dramatismo o la escasez de un futbol brillante, pero los llamados incondicionales ni siquiera acudieron en gran número al estadio Azteca.

Ese Coloso que tantas noches vibró con el “Cielito Lindo”, ayer era un monstruo silencioso, hasta indiferente, pese a los goles de Uriel Antuna y Raúl Jiménez, este de penal.

No existió ni el “¡Fuera Tata!” ni el grito homofóbico, pero tampoco esa armonía, ese contagio de energía siquiera para armar la ola o gritar algún que otro improperio al árbitro. El desenlace del Octagonal, en el que México terminó con 28 puntos, parecía un “molero” cualquiera.

Un detalle sobresalió: al celebrar su gol, Antuna tuvo el gesto de correr al encuentro de Gerardo Martino, el técnico que lo catapultó en selección mexicana y quien ahora vive momentos aciagos, quizá más por los golpes bajos de algunos colegas que por la retina que también le arrebató la paz.

El Tricolor nunca pudo ser ese equipo eléctrico de los primeros años de este proceso. Derrotó a un rival que se movía por impulso, tras una eliminación temprana. Antuna anotó al 17’ y casi al final del primer tiempo provocó ese penal que es sinónimo de gol con Raúl en la cancha.

De ahí en fuera México avisó con un disparo violento de Carlos Rodríguez, una barrida del propio Jiménez y otra de Henry Martín en el área, así como con algunos tiros desviados de Alexis Vega.

Trámite cumplido, la selección mexicana no hizo más para enamorar a la fiel afición que acudió al Azteca y no al concierto de Maroon 5.

Mientras los jugadores ponían la mejor sonrisa para la foto al celebrar la clasificación a Qatar, Martino enfilaba hacia los vestidores, muy solo, como si acabara de dirigir un amistoso y no el partido que tiene a México en su octavo Mundial consecutivo y el decimoséptimo en su historia.

Sella Costa Rica la repesca; enfrentará a Nueva Zelanda

Costa Rica irá al repechaje frente a Nueva Zelanda, y de paso hundió a Estados Unidos al tercer lugar de la Concacaf.

La selección tica venció anoche 2-0 al combinado de las Barras y las Estrellas, que terminó cediendo el segundo lugar de la zona a México en la última jornada de las eliminatorias rumbo a Qatar 2022.

Costa Rica llegó al encuentro en el estadio Nacional todavía con posibilidades matemáticas de avanzar directamente a Qatar. Pero además de imponerse por un margen considerable, tenía que esperar una derrota de México ante El Salvador en el partido simultáneo que se realizó en el estadio Azteca.

Esa condición no se cumplió. México ganó 2-0 y está en el Mundial sin escalas, como segundo del octagonal definitivo, detrás de Canadá y delante de Estados Unidos, que pese al tropiezo en San José dejó atrás la pesadilla de eliminatoria que lo marginó de Rusia 2018.

“El repechaje lo veo muy duro, muy complicado, porque Nueva Zelanda es un equipo muy potente, de gran estatura, juegan bien y hay que prepararse para poder clasificarse al Mundial”, afirmó Luis Fernando Suárez, estratega de Costa Rica. Por su parte, Canadá finalizó de líder pese a su derrota 1-0 ante Panamá de visita.

Texto: Édgar Contreras / Agencia Reforma