19 junio,2018 12:06 pm

Condena México política “cruel e inhumana” ante migrantes 

Texto: DPA/ EFE/ Foto: EFE

El Gobierno mexicano condenó hoy la “cruel e inhumana” política de Estados Unidos de separar a familias de inmigrantes en la frontera y afirmó que no promueve la inmigración ilegal, diferencia de lo que sostiene el presidente Donald Trump.
“Quiero a nombre del Gobierno y el pueblo de México expresar nuestra categórica y enérgica condena”, dijo el secretario mexicano de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray.
Según señaló, sólo un uno por ciento de los casos de los mil 995 niños separados de sus familias son mexicanos, pero el Gobierno “no puede permanecer indiferente” ante esta situación que afecta sobre todo a centroamericanos.
Videgaray dijo que el próximo viernes se hará una reunión con autoridades de Guatemala, Honduras y El Salvador en México para establecer acciones y posiciones conjuntas y dijo que se les prestará todo el apoyo institucional ante esta “difícil situación”.
El ministro mexicano dijo que entre los niños mexicanos afectados hay una pequeña con síndrome de Down de diez años que fue separada de su madre después de entrar recientemente a Estados Unidos.
La niña, que está junto un hermano de su misma edad, se encuentra en un centro en McAllen y la madre está detenida en Brownsville. Las autoridades mexicanas están haciendo gestiones para reunir a los niños con su padre, que es residente legal en Estados Unidos.
México hizo un llamado a Estados Unidos a reconsiderar su postura y afirmó que trabaja todos los días por construir “una relación de respeto, constructiva y de beneficio mutuo” con ese país.

En contraposición, la canciller de Guatemala , Sandra Jovel, aseguró hoy que de los casi 2 mil menores separados de sus familias en EU unos 465 son niños guatemaltecos, y afirmó que estos están “en albergues” donde “se les está dando el mejor trato posible”.
En una conferencia de prensa a la que no se invitó a todos los medios de comunicación, la titular del Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que a través de los consulados se está dando un “especial seguimiento” a estos casos, a cada uno de forma individual.
La canciller guatemalteca, que reconoció que “no es agradable” saber que se están separando a los pequeños y por ello pidió a las familias “que no viajen” para no exponer sus vidas y la de sus hijos, aseguró que los menores están “en albergues” donde “se les está dando el mejor trato posible”.
La ministra anunció que se envió una misiva al departamento de Estado de Estados Unidos donde se expresa la “preocupación” que tiene Guatemala y donde se pide que se respeten los derechos humanos de los migrantes.
Asimismo, se solicitó “tener cercanía” con las autoridades estadounidenses para “poder identificar cómo trabajar este tema” y negó que el Gobierno de Guatemala, como se ha criticado en redes sociales, haya reaccionado tibiamente a este tema, “al contrario, hemos reaccionado a favor de nuestros migrantes en el exterior”.
La canciller avanzó además que durante la visita al país que realizará el 28 de junio el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, “muy posiblemente” se aborde este tema.
En Estados Unidos es creciente la indignación tras haberse difundido las imágenes de menores inmigrantes alojados en almacenes y, en algunos casos, dentro de recintos divididos a modo de jaulas.
Además, ha habido denuncias de que las personas que cuidan de los niños en dichos centros no están autorizados a tocar, acariciar o abrazar a estos menores.
Pese al aumento de las críticas, el presidente Trump volvió hoy a defender la política de “tolerancia cero” de su Ejecutivo con la inmigración indocumentada, que deriva en la separación de las familias.

Defensorías de cinco países piden a CIDH medidas para migrantes 

Las defensorías del pueblo de cinco países, encargadas de velar por la protección de derechos, pidieron hoy medidas especiales a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ante la separación de familias inmigrantes en Estados Unidos.
En una carta dirigida al secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrão, los representantes de México, Colombia, Ecuador, Guatemala y Honduras pidieron medidas cautelares “a fin de prevenir que niñas, niños y adolescentes migrantes sean separados de sus familias”.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos mexicana y sus equivalentes de los demás países instaron al organismo con sede en Washington que requiera al Gobierno del presidente Donald Trump adoptar todas las acciones necesarias para proteger los derechos de las familias y la integridad y libertad personales.
“En los últimos meses, las autoridades de Estados Unidos han sostenido la práctica de separar a las niñas, niños y adolescentes migrantes de sus padres y madres, alejándoles y tomándoles bajo custodia del Estado, mientras sigue procesos penales en contra de los adultos”, señalaron.
Las instituciones de derechos humanos consideraron de “particular preocupación el cambio en la política migratoria de los Estados Unidos”, que ha dejado de proteger el interés superior de las niñas, niños y adolescentes migrantes.
Además, cuestionaron que el Gobierno estadounidense “ha decidido utilizar la separación de familias como una sanción para las personas que intentan migrar a dicho país”.
La separación de niños de sus padres como política disuasoria de la inmigración ilegal ha provocado una oleada de críticas dentro y fuera de Estados Unidos.

ONU critica política fronteriza de EEUU contra niños migrantes 

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se unió a las críticas de la separación de niños de sus padres migrantes por parte de las autoridades estadounidenses en la frontera con México.
“Hay formas efectivas de garantizar el control fronterizo sin hacer pasar a las familias por el permanente trauma psicológico de la separación entre padres e hijos”, dijo el alto comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi.
El funcionario ofreció a Washington ayuda para “la implementación de alternativas humanitarias y seguras”.
Anteriormente, un portavoz de la Secretaría General de la ONU había dicho que los niños no deberían ser “traumatizados” con estas políticas de seguridad fronteriza.
Según cifras oficiales estadounidenses, entre el 19 de abril y el 31 de mayo -algo menos de seis semanas-, mil 995 niños fueron arrebatados en la frontera a sus padres. Los mil 940 progenitores fueron procesados con cargos criminales.
La ley estadounidense señala que los menores hallados en la frontera deben ser tratados como menores no acompañados si sus padres son detenidos y acusados de cargos criminales, y eso significa que los niños quedan bajo custodia del Gobierno hasta que se les asigna un tutor.

El Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) criticó también la separación de familias inmigrantes en la frontera de Estados Unidos y México y advirtió de que los niños podrían sufrir daños perdurables al ser separados de sus padres.
La directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, se une así a otros responsables de la ONU en sus críticas al Gobierno estadounidense de Donald Trump. En las últimas semanas casi 2 mil niños migrantes fueron separados de sus progenitores y enviados a centros estatales.
“Las historias de niños, muchos de ellos bebés, separados de sus padres cuando buscan seguridad en Estados Unidos son desgarradoras”, dijo Fore en un comunicado publicado en Ginebra.
“La detención y la separación son experiencias traumáticas que pueden dejar a niños más vulnerables a la explotación y el abuso”, agregó. Según Fore, el organismo no tuvo por ahora acceso a los menores para poder comprobar su situación, al contrario de lo que ocurre en zonas de conflicto en otras partes del mundo.
La separación “puede crear un estrés tóxico que, como mostraron varios estudios, puede impactar en el desarrollo a largo plazo de los niños”, señaló.
La Administración Trump introdujo en abril una política de tolerancia cero para disuadir a los migrantes y culpó de ella a la oposición demócrata.
Estados Unidos es el único miembro e la ONU que no ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño. El artículo 9 de la Convención establece que ningún niño puede ser separado de sus padres contra la voluntad de los mismos si no está judicialmente comprobado que se hace por el bien del niño.