29 enero,2023 8:34 am

Confesiones de un “maldurmiente”

 

Ciudad de México, 29 de enero de 2023. Quizá lo más liberador para una persona que tiene problemas para dormir sea el darse cuenta que en ese mismo momento hay decenas o cientos de miles de personas en su misma ciudad, y millones en el mismo país o en el planeta, que están pasando lo mismo.

Al menos esa es la sensación de David Jiménez Torres, investigador y profesor en la Universidad Complutense de Madrid, quien se reconoce como insomne desde niño y, a partir de su experiencia y de investigaciones, escribió El mal dormir, que obtuvo el Premio de No Ficción Libros del Asteroide.

“A mí me interesa, no tanto una cura médica, sino una cierta toma de conciencia de los maldurmientes: de que somos una comunidad muy amplia y también de que el maldurmiente se siente profundamente solo en los momentos de la vigilia más intensa y, precisamente a raíz de este libro, he tenido muchas conversaciones con gente que expresa que hay cierta paz en cobrar conciencia de que no estamos solos, que hay mucha gente que comparte estas experiencias, estos desvelos, nunca mejor dicho”, dice con una sonrisa.

Para el madrileño, doctor en Estudios Hispánicos por la Universidad de Cambridge y autor de un par de novelas, escribir sirve para comprenderse mejor, y lo que ha descubierto es que muchas veces los problemas de sueño son una especie de corriente subterránea en nuestras vidas sobre la que no reflexionamos demasiado, a pesar de que sabemos que está ahí, y que determina muchas cosas de nuestras existencias.

“Y luego hay cosas más pragmáticas, yo sí creo que, por ejemplo, los horarios laborales luchan mucho con los maldurmientes de una manera innecesaria, una mayor flexibilidad en los horarios laborales probablemente mejoraría la calidad de vida de muchas personas que tienen problemas sobre todo para conciliar el sueño por la noche”.

En nuestras culturas, agrega, siempre han fascinado más los sueños que el sueño.

“Los sueños -lo onírico- es una fuente de fascinación desde la Grecia antigua hasta Freud, pero el sueño -la cantidad de horas que dormimos y cómo dormimos- eso genera muchas menos conversaciones, y no sé si realmente debería ser así, un mal sueño no le destruye la vida a nadie, pero dormir mal sí tiene efectos muy serios y muy palpables en la vida de alguien”, señala.

Jiménez Torres decidió que el ensayo literario era lo idóneo para abocarse a un tema que le era tan cercano. Ha escrito artículos de temática literaria y su área de investigación es la Historia Cultural. Siempre se ha movido con cierta comodidad entre la literatura y la historia. De hecho ha colaborado en la revista Letras Libres, en su versión española, con artículos de crítica literaria.

¿Cuál es la premisa fundamental de tu ensayo?

No es un ensayo sobre el mal dormir desde el punto de vista médico, sino que la premisa fundamental es que el mal dormir genera una subjetividad propia, una manera de relacionarse con la noche evidentemente, pero también con el día, una manera de concebirse a uno mismo con relación a los demás, genera toda una serie de sensaciones particulares.

Durante la noche, experimentas frustración, una soledad muy intensa, una sensación de desamparo, de impotencia, y durante el día hay una sensación de fatiga, de irascibilidad.

En el trabajo vives un cierto síndrome del impostor, una sensación de que todo el mundo que te rodea duerme perfectamente, menos tú, y que tu eres más lento o estás más espeso que la gente que te rodea y que todos los demás lo notan y lo saben.

Me interesaba esta idea de asomarse a cómo es la vida a través del mal dormir. El mal dormir es como un cristal empañado a través del cual millones de personas se asoman a la vida y, a partir de eso, no solo hablar a los maldurmientes como yo, sino en general animarnos a reflexionar sobre nuestra relación con el sueño.

Hablas en el libro del insomnio como fuente de inspiración y de creatividad…

La lista de autores con problemas de sueño es verdaderamente abrumadora, y también hay cierto estereotipo romántico, tenemos la idea de que hay un vínculo entre la genialidad y los problemas de sueño. Ahí están autores como Nabokov, Kafka, las hermanas Brontë y Balzac.

Yo en realidad lo veo un poco al revés: creo que los grandes escritores maldurmientes consiguieron sus grandes logros literarios a pesar de ser maldurmientes y no gracias a ello, que toda la literatura médica muestra que precisamente tener problemas de sueño es muy negativo para la creatividad, para la claridad mental, para la memoria, que son muy importantes para el quehacer del escritor.

¿Las características del mundo actual propician una mayor legión de insomnes?

Creo que aquí es importante establecer un principio de incertidumbre generalizado en el sentido de que no tenemos manera de saber realmente cómo dormían nuestros antepasados, qué tan bien o qué tan mal.

La modernidad nos ha quitado algunas cosas y nos ha dado otras, por ejemplo, es verdad que ahora lucha contra nuestro sueño el tener celulares en nuestras manos justo antes de dormir, hay una sobreexcitación, estimulación, justo antes de dormir, pero a cambio tenemos camas extraordinarias en comparación con las que dormían nuestros antepasados, si nos duele la cabeza o un diente, podemos recurrir al ibuprofeno o al paracetamol, nuestros antepasados no tenían eso. No padecemos generalmente tanta hambre como tenían nuestros antepasados. Entonces, yo soy escéptico de que ahora dormimos peor que antes, creo que hoy en día nos importa más dormir bien que antes.

Después de escribir el libro, ¿estás más en paz con tu insomnio?

Sí, desde luego. La idea de escribir para comprenderte mejor a ti mismo, en mi caso se ha cumplido plenamente. Sigo durmiendo las mismas horas de antes o menos, porque he sido padre recientemente, al menos he pasado una etapa de dormir mucho menos que nunca, pero si que hay una enorme paz en dar cuerpo a todo esto en forma de palabras, a toda una serie de experiencias y sensaciones que llevo sintiendo desde que era niño, y no sé, si no fuera por este libro no sé si lo hubiera verbalizado.

 

Conózcalo

David Jiménez Torres (Madrid, 1986)

– Doctor en Estudios Hispánicos por la Universidad de Cambridge.

– Ha sido profesor en universidades de Reino Unido y de España y en la actualidad es investigador posdoctoral en la Universidad Complutense de Madrid.

– Autor de las novelas Salter School (Martínez Roca, 2007) y Cambridge en mitad de la noche (Entre Ambos, 2018), y de dos ensayos literarios: El país de la niebla (Ipso, 2018) y El mal dormir (Asteroide, 2022).

Texto y foto: Agencia Reforma