Texto: Redacción / Agencia Reforma / Foto: EFE
iudad de México, 16 de marzo de 2018.- La calificadora de riesgos Fitch Ratings confirmó este viernes como estable la perspectiva crediticia para México, aunque se mantiene atenta a los riesgos de un eventual cambio radical de gobierno, en el marco del proceso electoral que culminará en julio con los comicios presidenciales.
Fitch Ratings ratificó las calificaciones de deuda de largo plazo en moneda extranjera y local de México en “BBB+” con perspectiva estable, pero también dio a conocer que sus especialistas se mantienen atentos no sólo por el proceso electoral, sino por los resultados de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Según los señalamientos, la posibilidad de que llegue a la presidencia Andrés Manuel López Obrador podría generar volatilidad en los mercados, que se intensificaría previo a los comicios y después de darse a conocer el resultado.
Y en un gobierno de López Obrador, apuntaló, no pueden descartarse riesgos en torno a la potencialmente más lenta implementación de reformas -especialmente en el sector energía-, la reorientación de la política económica hacia una mayor intervención del Estado en la economía y un mayor gasto fiscal, factores que no pueden ser descartados.
Sin embargo, Fitch Ratings, que mantiene para México una calificación BBB+ -que indica un moderado riesgo de incumplimiento-, indicó que la perspectiva crediticia es estable debido a algunos avances en materia de finanzas públicas y a la resilencia que ha mostrado la economía mexicana ante algunos choques externos.
De acuerdo con el reporte, se estima que las renegociaciones del TLC no representan el riesgo de una ruptura de la actividad económica de México con Estados Unidos, aunque no debe descartarse la posibilidad de la terminación del Tratado, lo que dañaría las estimaciones de inversión y crecimiento del País en el mediano plazo.
Entre los puntos favorables, la agencia señaló que el manejo conservador de las finanzas públicas ha permitido que se cumplan con algunas metas fiscales pese a contar con menores ingresos petroleros.
Por lo anterior, Fitch estima que durante 2018 se logre el objetivo de un déficit fiscal equivalente a 2 por ciento del PIB.
“Un crecimiento económico más débil, menor producción petrolera que la estimada y las próximas elecciones son los principales factores de riesgo para las proyecciones financieras.
“Sin embargo, las coberturas petroleras y el incremento, aunque aún en niveles bajos, de las reservas fiscales (de 1.4 por ciento del PIB en los fondos de estabilización), podrán ayudar a mitigar una caída potencial de los ingresos presupuestarios”, señala el reporte.
