15 marzo,2018 1:44 pm

Conmoción en Brasil por asesinato de activista negra opositora del ejército en Río

Texto: DPA/ Foto: Redes sociales

El asesinato de una conocida política local de Río de Janeiro, la concejala y activista por los derechos humanos Marielle Franco, generó hoy una ola de indignación en la metrópoli brasileña.
Miles de simpatizantes se reunieron frente a la sede del ayuntamiento de Río para despedir el féretro de Franco, asesinada en la noche del miércoles a tiros en un aparente ejecución en una céntrica avenida del centro de Río, cuando viajaba con dos personas en una auto.
Franco era una conocida activista negra de 38 años, nacida en una favela carioca, muy crítica con la violencia policial en los barrios más pobres de la ciudad.

“Estoy aquí porque soy mujer y soy negra”, dijo a la agencia dpa Rosilene Almeida, que lloraba a la política frente al ayuntamiento. “Río de Janeiro es una sociedad que no da derecho a todos y que vive una violencia muy grande”, se quejó la profesora de 54 años.
“Los tiros que alcanzaron a Marielle Franco golpearon a las mujeres negras, a los activistas de los derechos humanos y a los representantes de la sociedad civil”, lamentó Antonio Carlos Costa, un carioca de 55 años.
La furia y el dolor de muchos ciudadanos se volcó también contra las autoridades, a las que culpan de la escalada de violencia que vive Río desde el final de los Juegos Olímpicos de 2016 y el fracaso de los programas de pacificación, debido a la crisis económica y la falta de recursos en la segunda ciudad más grande de Brasil.
“Tiene que acabarse, yo quiero el final de la Policía Militar” y “¿Quién mató a Marielle Franco?”, coreaban los manifestantes frente a la sede municipal, donde formaron una cadena humana para recibir el ataúd de Franco poco después del mediodía.
“Es como si hubieran matado a cada una de nosotras. Estamos inseguras”, dijo otra joven activista que prefirió no dar su nombre, porque teme a los operativos de las fuerzas de seguridad. Organizaciones de derechos humanos denunciaron recientemente que los militares fotografían a los habitantes de varias favelas en operativos de seguridad.
El asesinato de Franco ocurrió pocas semanas después de que el presidente Michel Temer decretase una intervención militar en Río para intentar frenar la ola de homicidios e inseguridad, sobre todo en las favelas.
Muchos activistas de derechos humanos consideran que la medida sólo contribuye a exacerbar la violencia. Franco había criticado en las últimas semanas en varias ocasiones los violentos operativos en los barrios cariocas más desfavorecidos. “¿Cuántos más tienen que morir para que esta guerra acabe?”, había tuiteado Franco esta semana poco antes de los disparos que le constaron la vida.