Fernanda Torres / Mauricio Ángel / Agencia Reforma
Morelia
Conmovida hasta las lágrimas, Jodie Foster recibió anoche el Premio a la Excelencia Artística en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
Recordar su vida, resumida en un video mezclado con imágenes de sus mejores trabajos como Contacto, Taxi driver y La habitación del pánico, resonó profundo en Foster.
“Me siento conmovida porque es mi infancia. Esto que hago, verme haciendo un trabajo o lo que en su momento así lo parecía, pero es mucho más para mí porque fue verme crecer, como persona y mujer en la pantalla misma, pero también frente a todos, en sus vidas”, dijo al aceptar el galardón, en la sala del Cinépolis Centro Histórico.
Con una carrera que abarca más de 50 años, la estadunidense puede presumir de haber trabajado con directores como Martin Scorsese, Robert Zemeckis, Roman Polanski, Jean-Pierre Jeunet y David Fincher.
“Parecía que iba en varias direcciones, pero de hecho creo que fue la forma más maravillosa de convertirme en una mujer, a través de algo tan artístico, aunque a la vez fue algo doloroso.
“Esos personajes como Clarice Starling (El silencio de los inocentes) o Iris Steensma (Taxi driver), había veces que no tenían voz, y era yo misma, pero también esas mujeres de quienes sus vidas estaban llenas de vergüenza y tenían anhelos, que son sobrevivientes, a pesar de sus lutos”, contó.
Alejandro Ramírez, fundador y presidente del FICM, y Daniela Michel, directora general, fueron los encargados de entregarle a la intérprete el premio hecho por el artista Javier Marín.
“Gracias por este reconocimiento, por la belleza de llegar a ser alguien mayor. Ahora que tengo 60, les tengo un pequeño secreto: todo es mejor ahora, el día que los cumplí, todo se volvió fantástico”, dijo la estrella.
Tras la ceremonia, se proyectó El silencio de los inocentes, que protagonizó en 1991 con Anthony Hopkins, que le valió uno de sus dos premios Oscar a Mejor Actriz.
“Creo que esta película es el mejor trabajo artístico de todos los que estuvimos involucrados, lo que hicimos fue simplemente existir, teníamos esta pieza de arte y la dejamos crecer, amo esta cinta.
“Esta fue una película visionaria, que por alguna razón no tiene caducidad porque se mantiene en nuestra sique y sigue siendo relevante”, remató.
Desde temprano, Foster se paseó por las calles de la capital michoacana, mostrándose contenta y saludando a la gente. Y hasta confesó que le gustaron mucho las carnitas.
Alabó el trabajo de la productora y escritora mexicana Issa López, con quien trabajó en la cuarta temporada de la serie True detective.
“Hay una tradición larga y bonita del cine mexicano, sigo aprendiendo sobre él. El último show que hice fue con una directora mexicana, Issa López. Es mi directora favorita con la que he trabajado. He estado 58 años en el negocio del cine, así que decir que es mi favorita de todos los tiempos, es algo muy importante”.
Hoy jueves será galardonada con la Medalla Filmoteca UNAM, creada en 1987 para reconocer la trayectoria en el mundo de la cinematografía. Y mañana dará una clase magistral.
Habla Lila Avilés sobre Tótem
Para Lila Avilés, Tótem es muchas cosas, pero en particular significa la comunión con la familia.
Su nueva película, que hoy estrena en cines y que forma parte de la competencia oficial en el Festival Internacional de Cine de Morelia, ha sobrepasado sus expectativas y las de todo su equipo.
La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas la escogió como su favorita para contender en su carrera por el Oscar.
“La belleza de esta cinta radica en que es muchas otras cosas para la gente y para mí. De camino al Oscar, honro mucho no sólo la película, también el ser cineasta. Amo mucho mi oficio y siento que es el lugar donde me siento más libre”, contó Avilés en entrevista.
Tótem es el segundo largometraje de la cineasta mexicana después de La camarista.
Ha recorrido por un año el mundo en festivales como el de Berlín, donde ganó el reconocimiento a Mejor Película.
“Es una locura total, el camino ha sido excesivamente amoroso. Uno hace la película con mucho amor e ímpetu, nunca sabes qué va a pasar. Ahora a casi un año de recorrido no paramos, hemos ido a más de 50 festivales y muchos premios y en distintos países”, continuó.
La historia sigue un día en la vida de Sol (Naíma Sentíes), una niña de siete años que reflexiona y observa las situaciones familiares mientras le organizan una fiesta de cumpleaños a su padre.
La cineasta, quien también escribió guion, dedica el largometraje a su hija.
“En esta segunda película, lo que he aprendido es a luchar por la libertad creativa. Nosotras (ella y su hija) pasamos por un proceso similar, obviamente lo cambie, lo jugué, viene de una parte muy libre. Es una parte muy bonita del arte, que empieza muy cerca y luego se desprende”, añadió.
El largometraje explora la niñez en primera persona y cómo los pequeños observan la existencia.
“Me interesaba mucho jugar con los personajes, encontrar una fluidez. Quizás las familias son súper diferentes en todas partes, pero hay una esencia básica que nos une, que nos hace ser bastante simples y similares”, relató.
Para Avilés, es importante que su película se vea en el cine, y con su paso por Morelia no puede estar más feliz.
“He tenido la experiencia de vivir mucho con el público. Ésa es la parte más linda, porque después del Covid… estar en las salas del cine es una alegría total. Sentirlo con tu gente, cómo la viven. El Festival de Morelia me significa muchísimo, es un lugar que adoro, atesoro. La ciudad misma es preciosa”, remató.
Retrata Ofelia Medina
el fervor y la fe
La romería de la virgen de Zapopan moviliza cada año a millones de devotos en los cerca de 180 lugares que visita, y su impacto es tal que en 2018 fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
El nombramiento llevó a las autoridades locales a impulsar un filme que explicara la tradición, el cual terminó encomendado a la actriz Ofelia Medina, ahora en papel de directora, quien estrena hoy en circuito de arte el documental La llevada y la traída, nombrado en honor a la peregrinación.
“Me sigue fascinando el hecho de que es una pequeña escultura hecha de pasta de caña de maíz, que debe pesar medio kilo y mide 40 centímetros, y tiene una fuerza que mueve en un solo día a 2 millones de personas y 30 mil danzantes.
“Viaja, es una virgen peregrina y hace un recorrido en el que la ven miles de personas. Ella representa al dios del maíz niño, porque se adoraba en Zapopan, la zona maicera y amarantera en tiempos prehispánicos”, explicó Medina en entrevista.
No es la primera incursión de la actriz en la dirección, ya que había dirigido el cortometraje documental Se construyen sueños, el cual fue visto por Guillermo del Toro, quien, de hecho, fue quien recomendó a Medina para esta historia.
“Querían que la hiciera Guillermo del Toro, pero tenía múltiples ocupaciones cuando se lo propusieron. A él le agradezco mucho, nos conocemos desde que él era muy joven, sabe de mi ocupación y mi pasión por las culturas de los pueblos originarios de México”, dijo Medina.
Para entender el impacto de la romería, la protagonista de Frida, naturaleza viva comenzó a rodar el 20 de mayo de 2019 y se extendió, de forma no continua, hasta el 14 de octubre del mismo año.
Su filme no sólo presenta imágenes que ella explica con su narración, sino que ofrece testimonios y entrevistas de personas en diferentes lugares, quienes detallan qué lugar ocupa la Virgen en sus vidas.
Así colectó vivencias de danzantes que se presentan en su procesión, músicos y personas que cumplen mandas porque los ayudó a recuperar su salud o salir de la cárcel y dan fe de lo milagrosa que es.
El filme también muestra el contraste con cómo se transformó la celebración por la pandemia, ya que Medina volvió a grabar la fiesta en 2020, y documentó cómo la Virgen entró sólo con su guardia franciscana.
