Acapulco, Guerrero, 4 de octubre de 2024. La colonia La Esperanza, a más de una semana y media del paso del huracán John, continúa enterrada entre piedras, lodo y algunas casas siguen inundadas, debido a que sus propietarios aún no han podido entrar porque las puertas están atoradas por la arena y lodo que arrastró el agua.
De acuerdo con algunos vecinos, toda el agua y tierra que se estancó ahí y los mantiene enterrados, es agua y lodo que bajó del Infonavit El Coloso y debido a que los canales de la zona no han sido desazolvados y en algunas propiedades al construir han bloqueado parte del paso natural, actualmente ellos sufren las consecuencias.
Las calles de la colonia ubicada frente a la colonia Piedra Roja, sobre el tramo carretero Cayaco-Puerto Marqués, ayer jueves aún seguía con grandes afectaciones y a pesar de los esfuerzos de sus habitantes y los locatarios de la zona, no han tenido gran avance para sacar las toneladas de tierra que formaron capas de tierra, palos y piedras con densidades de hasta dos metros de profundidad.
Los vehículos automotores siguen enterrados, algunos totalmente tapados. Algunos dueños de los vehículos han intentado sacarlos, pero les ha costado mucho trabajo desenterrarlos.
Los carros y casas enterradas están bajo dos metros de arena y lodo, de acuerdo con los vecinos, que han contabilizado cerca de 100 familias afectadas en dicha colonia, y que, a pesar de eso, hasta ayer jueves seguían sin respuesta de las autoridades a los diversos llamados que han hecho desde la madrugada del martes 24, en que el agua comenzó a inundar más de lo normal.
Por iniciativa propia, explicaron que en medio de la noche comenzaron a salir de sus casas, porque el agua comenzó a bajar con mucha fuerza y la tierra se estaba metiendo a todas las viviendas y los locales comerciales que colindan con la carretera, explicó la vecina Patricia Martínez.
“Toda el agua de arriba de El Coloso, nos viene a dar aquí, y pues taparon todos los canales porque están invadidos, entonces el agua se nos vino toda para acá. Pero después no sólo era agua, también era tierra. Tenemos dos metros de alto, sobre la carretera y toda el agua se nos vino aquí y nos tumbó la puerta y a otros las barda”, contó la vecina.
Describió que el agua empezó a buscar salidas por todos lados, por lo que como nunca, en su casa el agua llegó a subir hasta un metro de altura, por lo que su familia tuvo que evacuar de manera inmediata para no morir ahogados.
Remarcó que en dicha colonia no ha ido ninguna autoridad.
Texto: Redacción / Foto: El Sur
