20 junio,2022 8:12 am

Contra la discriminación a los indígenas, optó Ayutla por el gobierno de usos y costumbres

Primera parte

Ayutla y Chilpancingo, 20 de junio de 2022. En Ayutla se estableció hace cuatro años el primer y único gobierno en el estado por usos y costumbres indígenas, encabezado por un Concejo Municipal Comunitario. El cambio de sistema fue una decisión de la población que mayoritariamente rechazó el sistema por medio de partidos políticos que había traído corrupción, nepotismo, racismo, abandono y marginación a los pueblos indígenas y violencia.

El nuevo gobierno terminó su primer periodo (2018-2021) con buena aceptación y resultados en cuanto a obras y servicios públicos, pero en este segundo (2021-2024) parece estar regresando a la situación de crisis del anterior, y probablemente no tenga larga vida.

En el Sistema Normativo Propio o de Usos y Costumbres, la Asamblea Municipal de Representantes es el máximo órgano de gobierno, su origen se puede rastrear en la organización de los pueblos tu’un savi y me’phaa, un modelo socio-político que tiene como eje central y filosofía que todo es patrimonio colectivo.

Se ha nutrido de intensas luchas en defensa de los derechos humanos, en contra de la represión y crímenes de Estado que tuvieron su mayor expresión en la masacre de El Charco, el 7 de junio de 1998, en la esterilización de indígenas sin su consentimiento y en la violación sexual de indígenas.

La resistencia ha consistido en fortalecer la organización ancestral de sus policías comunitarias y expandir esa forma de gobierno, hasta llegar a conformar la Casa de los Pueblos de Ayutla.

La contraparte de este sistema autónomo son políticos y empresarios que han tenido bajo control los recursos públicos del municipio, y que ahora, mediante la intromisión de las instituciones del país y partidos y una campaña de desprestigio, minan su credibilidad, y ponen en duda la capacidad administrativa de los pueblos indígenas.

En estas páginas pretendemos contar la historia de este sistema de gobierno con entrevistas a integrantes del primer Concejo Municipal Comunitario, dirigentes de organizaciones sociales, defensores de derechos humanos, una antropóloga, y promotores del nuevo municipio Ñuu’sav que se desprende de Ayutla.

Coinciden los entrevistados en que era insostenible el sistema de partidos, en el que familiares se heredaban la Presidencia Municipal, que se aliaron a violentos grupos criminales que asesinaban, secuestraban y extorsionaban a comerciantes en total impunidad, y que ahora buscan regresar tras una intensa campaña de boicot para minar al sistema de usos y costumbres.

Los entrevistados están de acuerdo en que el grupo en el poder ejercía una política de discriminación, racismo y pauperización de los pueblos indígenas, que en el gobierno que terminó tuvo un respiro al repartir equitativamente los recursos públicos entre las comunidades, lo que se ha visto reflejado principalmente en obras como carreteras, escuelas, canchas y comisarías.

En la cabecera municipal decían: ¿cómo va a ser posible que un huarachudo nos gobierne?

Longino Julio Hernández Campos de 70 años, de larga trayectoria como autoridad indígena, fue electo coordinador de la zona tu’ un savi y fue el primer presidente del Concejo Municipal Comunitario.

Es originario de Ahuacachahue, de donde fue comisario y presidente del comisariado de los bienes comunales de La Concordia, además su nombre tomó relevancia a nivel nacional porque es el indígena que entregó el bastón de mando a Andrés Manuel López Obrador, cuando asumió la Presidencia de la República, en el Zócalo de la Ciudad de México el 1 de diciembre de 2018.

Entrevistado en la Casa de los Pueblos en septiembre de 2021, cuando aún estaba en funciones, explicó que el sistema de usos y costumbres “es una reseña histórica de nuestros antepasados, cómo se gobernaban, cómo resolvían sus problemas, cómo repartían sus bienes, su patrimonio, donde no era de uno sino que es un patrimonio colectivo, todos los recursos son colectivos, todo lo que se tenía al alcance de aquel entonces era colectivo, era de todos. Entonces ese sistema fue lo que implementó aquí en el gobierno de usos y costumbres cuando entramos como gobierno, esto vino de mucho tiempo atrás y en 2014 se empezó a gestionar ante el IEPC (Instituto Electoral y de Participación Ciudadana) poder aplicar este método de gobierno”.

–¿Cómo nace la idea?

–Nace de los comisarios municipales, de los comisariados y consejeros, también intervino la organización de la UPOEG (Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero) que participaron muy activamente en este proceso de 2014 para que la elección de 2015 fuera por usos y costumbres, pero no fue posible porque era muy corto el tiempo y no se pudo. Entonces corrió el tiempo hasta 2018, fue un proceso que duró, porque los partidos políticos también se pusieron renuentes, no permitían que esto sucediera en Ayutla.

–¿Cómo fue esa lucha?

–Fue una lucha cansada, de mucho esfuerzo, tenemos que agradecer mucho a la UPOEG porque ellos caminaron, ellos lucharon, ellos fueron, tuvieron que pelear, llegar al Tribunal Electoral Federal en la Sala Regional donde se dicta la sentencia a favor de los pueblos originarios, porque Ayutla es pluriétnico. Cuando estaban los partidos políticos no reconocían a los indígenas como parte fundamental del gobierno, ellos hacían lo que querían, y ese es el enojo de las comunidades indígenas, entonces hacen una organización y hacen un frente para esta lucha.

Relató que en la zona tu’un savi “desde que inicia el movimiento con la sentencia que se dicta a favor de los pueblos empezamos a caminar, cada ocho días, cada cada domingo había una reunión en una comunidad, en otra comunidad para ir consensuando y concientizando a la gente que esta lucha puede ser muy factible y favorable para la gente. Fue una lucha incansable, el Instituto Electoral (y de Participación Ciudadana) no quería o no estaba a favor de este sistema, siempre estuvo a favor de los partidos, pero aunque quisiera o no, el Tribunal Superior dicta la sentencia a favor y se aprueba la forma de gobernar con autogobierno, la autodeterminación de los pueblos, se tiene esa libertad, tiene ese derecho de ejercer su gobierno, entonces la razón estaba con nosotros porque el municipio tiene pueblos indígenas.

–¿Ya en funciones se encuentran con problemas?

– Claro que sí, cuando entramos no nos querían reconocer como gobierno, no nos querían reconocer el modo de caminar, el modo de trabajar, el modo de dirigir. Primeramente cuando fuimos electos a los tres días nos citó el gobernador (entonces era Héctor Astudillo Flores del PRI, que terminó su administración el 15 de octubre de 2021), él nos dijo que estaban en la mejor disposición de trabajar con este modelo, pero que sí quería saber con quién se iba a entender, porque en cada reunión de los presidentes municipales había una silla para cada municipio, pero para Ayutla debe haber tres sillas, porque somos tres coordinadores, él quería saber con quién iba a entenderse, no entendía la autoridad de la asamblea, nos trataba como si fuera el sistema de partidos.

–¿Qué trabas se encuentran ya en funciones?

–Cuando entramos nos encontramos trabas de (la Secretaría de) Finanzas para poder abrir las cuentas públicas en los bancos, nos pusieron trabas que quién iba a atender, que cómo iba a funcionar, que quién iban a ser el que iba a estar en la administración financiera, en la cuenta pública, a nombre de quién, nos llevamos como dos meses luchando para que se nos abriera la cuenta y de los dos meses guardamos la experiencia de que este gobierno es desconocido, este sistema es desconocido, porque es el primer Gobierno de Usos y Costumbres en el estado de Guerrero, hasta el Congreso del Estado nos desconocía, que cómo íbamos a gobernar por concejos, nunca habían visto un gobierno de esta naturaleza, entonces fue un atraso para nosotros y en todos los ámbitos, aquí en la cabecera municipal hubo mucha discriminación, mucho racismo, decían cómo va a ser posible que un huarachudo nos gobierne, que un cuadrillero, un indígena que no tiene capacidad, eso siempre nos decían, que no había capacidad.

–¿Quién decía eso?

–Pues eran los partidos políticos, racistas, que están aquí en Ayutla, porque aquí en Ayutla es donde radica el poder económico y político.

–¿Cómo fueron resolviendo estos problemas?

–Pues poco a poco ir demostrando nuestra capacidad, nuestro talento, de que sí podemos. Ya ahí empezamos a repartir los recursos del Ramo 33 y cada una de las comunidades cuando sintieron que todo el municipio de Ayutla tiene obras en 2019, entonces no quedó ninguna comunidad sin obra, todos ahí fueron entendiendo que sí se repartía el recurso, que era para el pueblo pues, para las comunidades para el beneficio de todos.

–¿Qué diferencias hay en el sistema de partidos y el sistema comunitario?

–Este sistema yo lo analizo de que sí es más positivo porque aquí el recurso que llega, los comisarios saben qué monto llega y de ahí se distribuyen a cada comunidad, entonces en ese sentido nosotros informamos. Anteriormente a las comunidades nunca nos decían qué monto llegaba, quién lo iba a ejercer, cómo lo iba a ejercer, no había.

Otra diferencia, destacó, es la transparencia, “en las comunidades cada año rendimos informes, en el mes de septiembre se rinde el informe, qué se hizo con el dinero, cuánto se gastó y en todas las comunidades los comisarios lo saben”.

En 2019, en septiembre los partidos políticos se aliaron y emitieron un escrito con 2 mil firmas, donde pedían que se regresara al sistema anterior en la elección de 2021.

“Pero como también de ahí empezamos otra vez a luchar a través del abogado comunitario Manuel Vásquez Quintero, antes abogado de la UPOEG y ahora delegado del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas en Guerrero, estuvo al frente luchando para que esto no se cambiara, se mantuviera el sistema de usos y costumbres, pero sí costó porque ellos impugnaron, ellos llegaron hasta el Tribunal Superior donde querían tumbar a este sistema. Fue un proceso que se llevó en este gobierno, tuvimos golpeteo de los partidos políticos, pero al final el sistema de usos y costumbres vuelve a ganar en la asamblea del 30 de mayo de 2021.

–¿Cuál es el mayor avance de este gobierno?

–Nosotros nos sentimos muy contentos porque hemos hecho muchas obras con recursos del Ramo 33 y aparte de los recursos extraordinarios con el gobierno federal de dos unidades médicas, una en la zona tlapaneca (me’phaa) y otra en la zona mixteca (tu’un savi), que es un centro de salud con servicio ampliado, son centros de salud que van a tener todos los servicios médicos para la zona, para que ya no vengan hasta acá a Ayutla, porque hay veces que ha habido muertes maternas, no alcanzan a dar a luz y ese es un problema muy difícil para la zona indígena, con esto se resuelve porque ya va a haber personal, hay un convenio con la Secretaría de Salud de que la infraestructura y el costo lo pone el INPI, el recurso del Instituto Nacional para Devolver al Pueblo lo Robado, entonces de ahí viene el recurso al INPI, y el INPI transfiere al municipio para construir. Ya son dos unidades y esa es la gestoría de este gobierno y luego la carretera de Ahuacachahue de concreto hidráulico, piedra y cemento.

–¿Por qué con los partidos políticos nunca pusieron un centro de salud en las zonas indígenas?

–Son cientos de años, podemos decir que cientos de años estuvimos gobernados por partidos políticos y a nosotros los indígenas es a los que menos caso nos hacían, ahí nomás había líderes que ellos mantenían para que controlaran a las comunidades y cierta gente nada más se beneficiaba, pero hoy es el pueblo, los líderes pues esos pequeños se terminaron, porque ya no hay, aquí no mantenemos líderes, aquí mantenemos al pueblo.

Texto: Rosendo Betancourt Radilla y Emiliano Tizapa Lucena