25 mayo,2018 6:33 pm

Cristiano y Salah, los puntales de la final de Kiev

Texto: Redacción / DPA / Foto: Redes sociales
Kiev, Ucrania, 25 de mayo de 2018. Cristiano Ronaldo y Mohamed Salah irrumpirán en el estadio Olímpico de Kiev como dos de las piezas fundamentales en la final de la Champions League o Liga de Campeones que se jugará este sábado a partir de 13.45 hora del Centro.
El Liverpool y el Real Madrid aspiran a engrandecer sus respectivos historiales con el triunfo en Ucrania. El desafío individual, sin embargo, lo acaparan el astro luso y el goleador egipcio. Lo harán por trayectoria y por la reputación ganada a lo largo del año.
Kiev representa el reto entre la ambición sin límites de Ronaldo y el anhelo por el reconocimiento que persigue Salah, el futbolista de moda en lo que va de curso, acaparador de méritos y motivo de elogios.
La final de la Liga de Campeones tendrá uno de sus grandes focos en Cristiano y Mohamed, dos estrellas que buscarán el brillo máximo y de cuyos goles dependerá en buena parte el destino del título.
Para el portugués, la cita en Kiev supone la oportunidad de entrar en el libro de las leyendas. De ganar, sumaría la impresionante cifra de cinco Ligas de Campeones -cuatro con el Real Madrid y una con el Manchester United-, las mismas que tienen clubes como el Barcelona o el propio Liverpool en toda su historia.
“Me siento bien, siento a mis compañeros bien. Si ganamos sería la hostia. Me encanta jugar esta competición”, declaró esta semana.
Ronaldo inauguró una rutina el pasado año y la repitió en el presente. A sus 33 años, decidió racionalizar el uso de su cuerpo y disminuyó minutos. Los resultados son explícitos: si a la anterior final llegó como un tiro, dos goles incluidos a la Juventus, a la de Kiev también parece aterrizar en plenitud.
El rival
Salah pertenece a otra generación. A sus 25 años de edad jugó apenas la temporada de su explosión. Aun así, dobló la media de goles de su carrera para firmar 44 tantos en 50 partidos. Y 10 de ellos llegaron en Liga de Campeones, los mismos que su compañero Roberto Firmino y uno más que Sadio Mané, el otro componente del temible “tridente” del Liverpool.
Apenas mide 1.75 centímetros de altura, pero posee una rapidez endiablada, enorme facilidad para tirar diagonales y, sobre todo, una espectacular golpeo de balón. Define como pocos futbolistas del continente sin ser un delantero centro puro.
No es de extrañar que el Liverpool lo haya tasado ya en 200 millones de euros (234 millones de dólares), un precio de alturas galácticas pero que según está el mercado tampoco se antoja desmesurado. Y más teniendo en cuenta su juventud.
Keylor Navas y Loris Karius, un examen para los guantes de la final
El tico Keylor Navas y el alemán Loris Karius serán los arqueros de la final de la Liga de Campeones y ambos aparecen unidos por un mismo sino: pasan un examen en cada partido, y el de mañana será de dimensiones gigantescas.
Para Navas será su tercera final consecutiva de Liga de Campeones, algo que pocos podrían haber pronosticado unos años atrás. No tanto por la capacidad del Real Madrid para jugar finales de la máxima competición continental, suficientemente acreditada, sino por las dudas que el costarricense sigue generando cada temporada entre un sector de la prensa y su propia hinchada. Las dudas que no tienen su entrenador, Zinedine Zidane, su más firme defensor, ni sus compañeros.
Si Navas debe pasar un examen en cada partido, ni qué hablar de Karius, el arquero alemán del Liverpool. Prácticamente a cada semana, el portero se encuentra con un desfile de nombres que la prensa inglesa sugiere como sus posibles sustitutos: Alisson Becker, Jan Oblak, Gianluigi Donnarumma…
Pero Karius ya está acostumbrado al escepticismo y se toma el asunto con una sonrisa. Al fin y al cabo, está a un paso de convertirse en apenas el tercer guardameta alemán tras Bodo Illgner y Marc-André ter Stegen en ganar una Liga de Campeones con un equipo extranjero.
Su compatriota Jürgen Klopp le dio la titularidad este año y por ahora los números le dan la razón al técnico del Liverpool: de 32 encuentros con él en el arco, los Reds lograron mantener la valla invicta en 16. Y en la actual Champions consiguió sostener el cero en seis encuentros, una estadística de la que ningún otro guardameta puede presumir.
La mala reputación de Karius en algunos sectores en Anfield obedece principalmente a su mal comienzo en el equipo. El arquero alemán arribó al Liverpoool en 2016 procedente del Mainz -los Reds apenas pagaron 6 millones de euros de la cláusula de rescisión- y al poco tiempo sufrió una fractura en la mano.
Cuando se recuperó y volvió al arco, cometió varios errores que le valieron las burlas de muchos hinchas ingleses. Klopp devolvió la titularidad a Simon Mignolet, pero tampoco el belga logró sostener un alto nivel.
Sergio Ramos y Van Dijk: cuando defender es profesión de riesgo
Ser defensa es una “profesión” de alto riesgo cuando se pertenece a equipos de naturaleza ofensiva, y eso mismo es lo que afrontarán mañana Sergio Ramos y Virgil van Dijk en la final de la Liga de Campeones, un choque envenenado para los zagueros.
Ramos puede convertirse en el único jugador del Real Madrid en ganar tres finales consecutivas de la Copa de Europa como capitán. Este distintivo se hizo para futbolistas como él, auténticos líderes dentro y fuera del campo.
A sus 32 años, el también capitán de la selección española continúa siendo imprescindible en el Real Madrid. Vuelve a llegar al final de la temporada en plenitud y consciente de su importancia en el equipo, tanto por sus goles -marcó en las finales de la Liga de Campeones de 2014 y 2016- como por su habilidad para imponerse a los delanteros rivales en las grandes citas.
A sus 26 años, se podría decir que el holandés van Dijk quiere ser Ramos. O el Liverpool quiere que lo sea. Así lo demostró al pagar en 2017 al Southampton la asombrosa cifra de 85 millones de euros (99.2 millones de dólares), convirtiéndose en el precio más elevado jamás invertido en un defensa.
Como Ramos, Van Dijk posee un físico exuberante y es capaz de corregir situaciones difíciles gracias a su rapidez y contundencia. Sus 193 centímetros de estatura podrían sugerir cierta torpeza y dificultades para trasladar la pelota, pero no es así. Es el futbolista que más pases da del equipo de Jürgen Klopp.
Firmino y Bale
El brasileño Roberto Firmino Firmino se consagró como un futbolista determinante y consiguió el galardón como Mejor Revelación de la Bundesliga en la campaña 2013/2014, tras finalizar con 16 tantos y 12 asistencias. Esos números llamaron la atención del Liverpool, que un año después lo acabó fichando por 41 “kilos” y convirtiéndole en el 9 del conjunto de Anfield.
Bale llega con cinco goles en los últimos cuatro partidos y Karim con cuatro dianas en los últimos cinco. Números que asustan, sensaciones que invitan al optimismo.
Si Zidane no sorprende con una vuelta de tuerca a última hora, el Madrid saldrá sobre el verde de Kiev con Keylor Navas, Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo, Casemiro, Kroos, Modric, Isco, Cristiano y Bale o Benzema. El gato o el expreso, el francés o el galés. Un 9 para asociarse y asistir o un extremo de zancada poderosa y gran disparo.
Los números de Bale son 38 partidos disputados, 2 mil 332 minutos jugados, 19 goles, seis asistencias de gol y 43 remates a portería.
Mohamed Salah, Roberto Firmino y Sadioh Mané son el mejor ataque de toda Europa con 29 tantos, unos registros goleadores de escándalo que han superado incluso a las famosas MSN y BBC.
Messi, Suárez y Neymar sumaron 27 dianas europeas en la primera temporada de Luis Enrique y que culminó con la “Quinta” en Berlín. Cristiano, Bale y Benzema habían sumado 28 la campaña anterior, con 17 anotados por el atacante portugués.
Esos guarismos son ya historia. Salah, Firmino y Mané los han hecho añicos, pulverizado, triturado, reducido a partículas microscópicas. El egipcio y el brasileño han alojado el balón en el fondo de las mallas hasta en diez ocasiones cada uno, mientras que el senegalés ha marcado nueve goles.
Unas cifras que les convierten en el mejor ataque de toda la historia de la Champions League y que llenan de optimismo a la afición del Liverpool de cara a la final del próximo sábado. Los Reds buscarán su “sexta” en Kiev y gran parte de las esperanzas recaen en estos tres caníbales del gol.
Zidane y Klopp, dos maneras opuestas de sentir la vida y el futbol
Zidane, de 45 años, es puro “glamour”; francés, claro está. Pero más por historia que por personalidad. Su ego está muy alejado de sus conquistas. Ante prensa y vestuario, impone autoridad por lo que fue, y con eso le basta. Y fuera del banquillo no puede ser más discreto. “El mérito es de los jugadores”, suele decir. Justo las palabras que tanto satisfacen el ego de sus jugadores y que tantos problemas le evitan.
El alemán Klopp es lo opuesto al francés, igual que la forma que tiene el Liverpool de entender cuál es su entrenador ideal en comparación con el Real Madrid. Benítez es historia en el club inglés, con el que ganó una histórica Liga de Campeones en 2005, pero duró apenas cuatro meses en el Real Madrid antes de que le sucediera precisamente Zidane en enero de 2015.
El entrenador alemán, cinco años mayor que Zidane, es la estrella del Liverpool. Antes incluso que el acreditado goleador egipcio Mohammed Salah. Al menos para su afición. “We trust in Klopp” (Creemos en Klopp) reza el mensaje de la bufanda más vendida entre sus hinchas.
Zidane y Klopp son verdaderos ídolos, dos entrenadores idolatrados con dos formas de ser absolutamente divergentes. Y ganadores, aunque sólo uno podrá levantar el sábado la Copa de Europa. Seguramente el francés lo haría en el vestuario y el alemán la alzaría sobre el propio campo.