23 diciembre,2023 10:50 am

Cristianos en Tierra Santa: “Belén está triste este año”

 

Madrid, España, 23 de diciembre de 2023. Un montón de piedras yace junto al altar, rodeado de figuras de madera. En el centro yace un muñeco envuelto en un pañuelo palestino blanco y negro, tal y como muestran las fotos.

Los miembros de la evangélica-luterana Iglesia de la Navidad en Belén querían recordar a los niños enterrados bajo los escombros en la Franja de Gaza, explica el pastor Munther Issak.

“La idea es que Cristo nació entre los oprimidos, y entre los que sufren hoy”, cuenta, y añade que la instalación sustituye este año al árbol de Navidad.

Belén, en el sur de Cisjordania -según la tradición, el lugar de nacimiento de Jesucristo-, es uno de los lugares más sagrados para los cristianos. Miles de turistas suelen recorrer la Ciudad Vieja y la mundialmente famosa Iglesia de la Natividad en la época navideña.

Pero este año, la guerra de Gaza está ensombreciendo la Navidad en Tierra Santa.

El gran árbol de Navidad que suele colocarse delante de la Iglesia de la Natividad durante el Adviento ha desaparecido. Los responsables de las iglesias de Jerusalén decidieron ya en noviembre que no habría decoraciones navideñas en Tierra Santa debido a la guerra.

Sin embargo, la misa de medianoche en Belén, con el Patriarca Latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, sí tendrá lugar la noche del 25 de diciembre.

“Belén está triste este año”, dice el párroco Munther Issak, cuya iglesia está a pocos minutos a pie de la Iglesia de la Natividad. “Todos estamos tristes y sufriendo por lo que está ocurriendo en Gaza”, agrega.

El detonante de la guerra fue la peor masacre de la historia de Israel, perpetrada por terroristas del grupo islamista Hamás el 7 de octubre en Israel, cerca de la frontera con la Franja de Gaza, en la que murieron más de mil 200 personas.

Israel respondió con ataques aéreos masivos y, desde finales de octubre, con una ofensiva terrestre en la zona. Según la autoridad sanitaria controlada por la islamista Hamás, ya han muerto más de 18 mil personas.

El pastor Munther Issak afirma que los habitantes de Belén también temen que la guerra se extienda hasta allí. Relata asimismo que hay una fuerte presión económica, porque mucha gente trabaja en el turismo. Según los palestinos, el acceso a la ciudad está muy restringido debido a los controles del ejército israelí.

Israel conquistó Cisjordania y Jerusalén Este en la Guerra de los Seis Días de 1967. Los palestinos reclaman los territorios para su propio Estado, con Jerusalén Este como capital. Belén está bajo administración palestina, pero las carreteras de acceso pueden ser bloqueadas por Israel.

En Tierra Santa, los cristianos solo constituyen una minoría muy pequeña: en la Franja de Gaza viven unos 1.000 cristianos, de una población total de unos 2.2 millones.

En Israel, los cristianos representan algo menos del dos por ciento de los aproximadamente 10 millones de ciudadanos. En Cisjordania, representan cerca del 1.5 por ciento de los aproximadamente 3.2 millones de palestinos.

La situación más difícil para los cristianos es la de la asediada Franja de Gaza. Todos los años por estas fechas, Haitham Saba solía preparar la Navidad con su familia de cuatro miembros, comprando adornos, ropa nueva y dulces. Luego lo celebraban juntos en la iglesia ortodoxa griega del casco antiguo de Gaza, cuenta este joven de 29 años.

Pero este año, detalla, ha tenido que refugiarse en la iglesia, junto con sus vecinos musulmanes, para protegerse de los ataques aéreos israelíes. Según la iglesia, esta fue alcanzada por un ataque aéreo israelí en octubre. De acuerdo con los informes, murieron 18 personas que buscaban refugio allí.

Cuatro cristianos murieron en la matanza del 7 de octubre en Israel. Desde el comienzo de la guerra han muerto 21 cristianos en la Franja de Gaza, según el padre Nicodemus Schnabel, abad de la Abadía de la Dormición de Jerusalén.

La Ciudad Vieja de Jerusalén, con sus pequeñas tiendas, también carece de árboles de Navidad iluminados, adornos navideños y las habituales masas de turistas navideños. En su lugar, este año la gente celebra la Navidad en pequeños grupos, dice Schnabel.

“Se trata de una Navidad íntima, donde el nacimiento de Jesucristo es el centro”, explica.

En Nochebuena, como cada año, los monjes quieren ir caminando hasta la Iglesia de la Natividad de Belén. Siempre llevan un pergamino con nombres de personas que lo han pedido. Este año, por primera vez, también habrá nombres de muertos en el pergamino: víctimas del 7 de octubre y de la guerra que le siguió, precisa Schnabel. De cristianos, musulmanes y judíos. A petición de sus familiares y allegados. “Esta iniciativa es para muchos un consuelo”.

Texto: Europa Press