La entidad es utilizada sólo como escenario de películas pero no se atiende a quienes pretenden hacer cine desde aquí, señala. La realizadora acapulqueña obtuvo un estímulo del Imcine para llevar a cabo el proyecto RICCO-Trashumantes, que “busca contar historias de Guerrero a través de una voz propia”
Acapulco, Guerrero, 16 de agosto de 2021. En Guerrero no hay espacios de formación cinematográfica, y quienes quieren hacer películas en el estado deben buscar opciones de capacitación fuera de la entidad, criticó la directora acapulqueña Candelaria Palma.
La ganadora de la beca patrocinada por el cineasta Guillermo del Toro obtuvo a principios de mes el Estímulo para la Formación Audiovisual Independiente, del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), para llevar a cabo el proyecto Residencia Itinerante de Cine Comunitario Trashumantes.
Entrevistada por internet, la directora del cortometraje documental Rojo explicó que “entre amigos nos hemos dado a la labor de formarnos a través de talleres en diversas plataformas e instituciones externas, pero muchos de los que forman este colectivo no han podido llegar a un rodaje, por lo cual a través de Trashumantes se logra llegar a un rodaje acompañados por personas con mayor experiencia en el ámbito, así como utilizar equipo profesional y semiprofesional, con el fin de obtener la experiencia completa de la creación de una película”.
El proyecto Residencia Itinerante de Cine Comunitario (RICCO) “busca contar historias de Guerrero a través de una voz propia, fortaleciendo la formación de cineastas locales; vivir la experiencia de un rodaje es fundamental, por este motivo, como ejercicio pedagógico, los creadores durante ocho días estarán acompañados por profesores de renombre a nivel internacional, con quienes se instruirán y profundizarán en el universo del cine a través del desarrollo de dos cortos documentales”.
El proyecto RICCO-Trashumantes “nace por una necesidad de contar historias; cuando pasó lo de mi beca (la Jenkins-Del Toro, gracias a la cual actualmente está estudiando en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de Cuba), mucho jóvenes me buscaban porque querían saber cómo hacer cine, era una pregunta que ni yo tenía respuesta”. Gracias a Hector López, un amigo con el que ha estado colaborando durante años “es que empezamos a buscar a jóvenes con la misma locura y creamos un colectivo donde todos compartimos saberes y nos apoyamos”.
Detalló que Trashumantes se rige por un consejo de nueve personas, “todos tenemos palabra y voz. Todos colaboramos de alguna manera y nos reunimos online o presencialmente cada vez que es necesario. A los alumnos le seguimos dando seguimiento y quien quiere colaborar puede seguir con nosotros y quien ya se siente preparado para ir solo también lo puede hacer”.
Con el estímulo del Imcine se busca capacitar a personas de todas las regiones del estado, “que también estén dispuestos a compartir sus saberes y aplicar lo aprendido. Lo que hacemos es compartir la herramienta del cine y cada uno de ellos decide qué quiere contar y cómo aplicar los saberes compartidos”.
De hecho, este año se llevó a cabo la primera residencia itinerante, y se planea para el próximo año la segunda edición
La egresada de la iniciativa de formación en cine Ambulante Más Allá lamentó que en Guerrero no haya espacios académicos de este tipo, “pero sí mucho interés de aprender, también contamos con historias y escenarios bellos. Muchas veces sólo somos escenarios, pero ya es hora de nosotros tomar la rienda y contar nuestras historias”.
Si los creadores locales son parte de un proyecto de esta naturaleza, “se atiende una necesidad de expresión ligada al derecho de comunicar, se favorece el desarrollo de la identidad cultural y organizacional así como los procesos de participación sociocultural, la visibilización de problemas sociales y la integración comunitaria”.
–¿Hay centralismo en el apoyo de las instituciones a los proyectos estatales?
–Aunque actualmente se han hecho esfuerzos para que el escenario de oportunidades mejore, y el propio Imcine ha impulsado dicha coyuntura de esfuerzos, aún hace falta mucho trabajo por realizar para que este conocimiento y desarrollo del cine permee en todos los estados del país, que haya igualdad de oportunidades en las periferias de los municipios y estados y que no sólo se quede en sus capitales o centros de desarrollo.
–¿Existe algún tipo de apoyo oficial o privado para los creadores audiovisuales en el estado?
–Guerrero carece de estímulos dedicados específicamente a este sector, el estado es percibido como un lugar que sirve de locaciones para producciones externas, y las autoridades en general sólo fungen como facilitadores de permisos y contactos para que se desarrollen proyectos con una visión que nace desde la promoción turística. La Comisión Fílmica del Estado de Guerrero carece de recursos, y sus dirigentes hacen muy poco o nada para mejorar las condiciones para que el cine en Guerrero crezca y tenga mejores oportunidades.
Debido a esta carencia, “hemos estado atentos a las convocatorias nacionales como lo son las del Instituto Mexicano de Cinematografía, entre otras iniciativas, como Ambulante y Netflix.
La creadora audiovisual invitó a quienes deseen integrarse al proyecto Trashumantes a pedir información en las redes sociales de la iniciativa, “en Facebook nos pueden encontrar como Trashumantes, Instagram como @Trashumantesmx, en Twitter como @trashumantsmx”.
El requisito indispensable “es trabajar en comunidad y sin competencia, es apoyarnos y alegrarse por los logros del otro. Nadie está para figurar sino para compartir. Hay diversas formas de colaborar, desde coproduciones, asesorías, formación, entre otras. En caso de que estén interesados, pueden contactarnos a través de estas redes, para que como colectivo revisemos el proyecto, situación y dado el caso podamos ver la forma de integración y colaboración”.
Texto: Carlos Rosas
