12 noviembre,2018 6:18 am

Crónicas del Palacio VI

Páginas de Atoyac
 
Víctor Cardona Galindo
Doña Mary
María Manríquez Cuevas nació el 15 de agosto de 1928 en Sahuayo, Michoacán, es hija de Francisco Manríquez Higareda y María Dolores Cuevas Cano. Está casada con Agustín Campos Cabezas también originario de Michoacán, con quien fincaron un patrimonio en este municipio y una familia muy numerosa.
Doña Mary y don Agustín procrearon 16 hijos, de los cuales sobreviven 15, entre ellos nueve mujeres: Carmen, Virginia, María, Lidia, Lourdes, Esperanza, Guadalupe, Martha y Lety. Además de seis hombres: Salvador, Luis, Jesús, Javier, Agustín y Arturo. Tiene  47 nietos y 33 bisnietos.
Llegó a la ciudad de Atoyac en el año de 1955, acompañada de su esposo y sus cinco primeros hijos, tres varones y dos mujeres.
Además de atender a sus hijos y nietos doña Mary se dio tiempo para incursionar en la lucha social. Es parte de la congregación del Padre Máximo y se inició en el movimiento por la democracia a lado del profesor Octaviano Roque Ruiz primero en el Frente Democrático Cardenista del Municipio de Atoyac que después pasó a ser el Partido de la Revolución Democrática (PRD), luego apoyando a diversos movimientos sociales y últimamente animando en apoyo a López Obrador.
Orgullosamente habla de que en la campaña de la alcaldesa María de la Luz Núñez Ramos, donde anduvo como dirigente y activista. Una vez ganadas las elecciones ocupó el cargo de la Secretaría de la Mujer, donde apoyó a muchas amas de casa y mujeres de escasos recursos de la parte alta y baja de la sierra.
Participó también en el movimiento para exigir justicia por la masacre de Aguas Blancas. Estuvo en cuanta marcha convocó Cuauhtémoc Cárdenas y Félix Salgado Macedonio. Asistió a los plantones en la Ciudad de México, ayunos y huelgas de hambre. Ahora ya no puede moverse pues por su edad, se encuentra en sillas de ruedas.
En casa de doña Mary se curó a los heridos de la represión del 11 de diciembre de 1989. En su casa se realizaban las reuniones del partido y en ella nos refugiamos todos, en junio de 1991, cuando nos perseguía la policía. Doña Mary siempre solidaria, ofreciendo su casa y dando alimentos para todos aquellos que buscaron su ayuda.
Frente a la casa de doña María Manríquez de Campos la policía del estado encabezada, personalmente por Agustín Montiel López, detuvo a Mario Valdez Lucena a quien confundieron con Wilibaldo Rojas Arellano. A Lucio Castillo Gervasio, que estaba también fuera del domicilio platicando con Mario, le quitaron su machete envainado y con él mismo le dieron sus fajos. Lo soltaron bien calientito. A Mario lo liberarían horas después.
Eufrasia Altamirano
Otra de las mujeres perredistas que es digno mencionar es doña Eufrasia Altamirano Hernández quien murió el 10 de febrero 2007. Era de Cacalutla. Doña Eufrasia fue de las mujeres fundadoras del Partido de la Revolución Democrática en Atoyac “fue mujer de temple, valiente, decidida y leal a carta cabal al partido y a los sentimientos del pueblo”, diría Decidor Silva Valle. Se le recuerda su arrojo y coraje en todos los movimientos en los que participó. Nunca se perdió una manifestación, una toma de Ayuntamiento, un retén informativo y una toma de carretera, siempre estuvo al pie del cañón, identificada siempre con la línea, en ese tiempo, más consecuente del partido, que en ese entonces encabezaban Mario Valdez Lucena y Wilibaldo Rojas Arellano.
Dice Decidor Silva Valle que “la señora Altamirano era pueblo puro, son de las mujeres que brotan cuando el pueblo así lo exige y que dan todo a cambio de nada. Ella llega al movimiento que encabeza el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas no por interés personal o de grupo, sino porque en realidad anhelaba un cambio en rumbo del país; tal vez no tenía la preparación teórica que muchos tienen, pero tenía lo que a la mayoría nos hace falta: entrega desinteresada, honradez, humildad para servir y entendía a su manera tal vez mejor que todos lo que significa lealtad a los principios del partido, escribió Decidor Silva en el periódico ATL del 6 de marzo del 2007.
Yo la recuerdo vendiendo semillitas por las calles de Atoyac, acompañada de su nieta Blanquita. Siempre solidaria con la lucha de doña Tita Radilla Martínez.
Decidor Silva Valle, El Negris
Perteneció al Club de Jóvenes Democráticos, donde también estaban Juan García Fierro y Octaviano Santiago Dionicio. Junto con otros compañeros editaba el periódico El Machete Costeño y fue director fundador del periódico ATL. Es cuentista, cronista de las costumbres de Atoyac, fue presidente del Partido de la Revolución Democrática en el municipio, periodista y luchador social.
Decidor Silva Valle nació el 4 de abril de 1949 en la ciudad de Atoyac. Cursó la primaria en la escuela primaria Modesto Alarcón y la secundaria en la escuela Mariano Matamoros incorporada a la SEP. Estudió dos años en la Normal de Champusco Puebla y terminó su carrera de maestro en la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa Guerrero, ejerció como maestro en la comunidad de Poza Verde en el municipio de San Luis Acatlán y Santa Rosa de Lina del municipio de Coyuca de Benítez donde perdió su plaza por sus nexos con la guerrilla de Lucio Cabañas Barrientos, actualmente colabora con la página de los atoyaquenses del El Sol de Acapulco y el ATL.
Fundador de la Juventud Comunista en 1964, de la cual fue su primer presidente. Fue miembro del Movimiento Revolucionario del Magisterio. Ha escrito además de El Sol de Acapulco, en el Diario 17, El Sur y la revista Autogestión. En el 2004, obtuvo el primer lugar del concurso municipal de cuento organizado por la página de los atoyaquenses que publica El Sol de Acapulco y publicó en Agua Desbocada. Antología de Escritos Atoyaquenses en el 2007.
Decidor Silva siempre ha estado presente en cuanto lucha ha desarrollado el pueblo de Atoyac, desde el movimiento socialista, la lucha por la democracia, solidario con los solicitantes de viviendas, en la búsqueda de los desaparecidos y la defensa de los derechos humanos.
Rubén Ríos Radilla
Nació en la comunidad de El Ticuí el 22 de agosto de 1955. Sus estudios básicos los hizo en la primaria Valentín Gómez Farías y en la Escuela Secundaria Federal 14. Egresó como profesor después de estudiar en la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga de Tiripetio, Michoacán, la normal Luis Villarreal de Mexe Hidalgo y en la Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa Guerrero. Tiene una especialidad en historia por la Universidad Autónoma de Guerrero. Fue corresponsal de El Sol de Acapulco donde también coordinó la página de los atoyaquenses.
Ríos Radilla retrata en sus artículos y crónicas publicadas en diversos periódicos y revistas, la vida cotidiana de Atoyac. Ha puesto además en alto los valores del municipio. Es importante su obra por rescatar las recetas de la comida tradicional, ha sido promotor cultural y locutor. Su programa radiofónico Radiografía es de grata memoria. Condujo el programa radiofónico “Guerrero es una cajita” en la estación Soy Guerrero.
Rubén Ríos Radilla escribió el libro Aljaba. Vivencias y crónicas. Donde destaca algunas particularidades del campo costeño. En este texto describe a muchos personajes populares, principalmente de su comunidad la Colonia Miranda Fonseca, de El Ticuí y Atoyac.
Lo recuerdo participando en las primeras reuniones y marchas del cardenismo, en las tomas de tierras para formar la colonia 18 de Mayo, en la fundación del PRD y en plantón de 1989.
El Mene

Hermenegilgo Ramírez Martínez, “El Mene”, fue militante del PRD, siendo niño declamó una poesía ante Cuauhtémoc Cárdenas en su primera visita a Atoyac, desde entonces se identificó con la izquierda y sus caricaturas y sus caricaturas siempre estuvieron dedicadas a la política local: Foto: Archivo Histórico Municipal

Conocí a Hermenegildo Ramírez Martínez, El Mene, el día que montamos un ayuno en el Zócalo de la Ciudad de México, para exigir la salida de Rubén Figueroa Alcocer después de la masacre de Aguas Blancas. Ese día llegó finamente vestido, llevaba corbata, acompañando a Jonás Fierro Serrano. Cuando llegó Cuauhtémoc Cárdenas a saludarnos se aprestó a tomarse la foto con el líder moral de El PRD. El Mene conservaría esa foto durante mucho tiempo.
Ese día, con otros compañeros, acompañamos a María de la Luz Núñez Ramos a Lecumberri donde encaró al gobernador de Guerrero diciéndole: “yo también tengo un banco, un banco de Sangre y Violencia”, y le arrojó una la lista de los muertos por la inseguridad y la violencia política en Atoyac. En ese tiempo todavía nos asustábamos de tanta muerte. De regreso de Lecumberri, encontré a El Mene en un rincón del plantón, que habíamos instalado en Zócalo de la Ciudad de México. Estaba muy encabronado con Jonás, que lo había invitado con los gastos pagados, pero como nos instalamos en ayuno, Jonás se ahorró sus alimentos por eso El Mene también ayunó los dos días de manera forzada.
Durante muchos años le hice burla por eso y él siempre contestó “Pitorín, Pitorín”, así me decía. El Mene se mantuvo en el PRD por muchos años, fue líder juvenil de ese partido carente de jóvenes. Aunque desde muy chamaco agarró ese alcoholismo que al final le causó la muerte. Fue amigo de Félix Salgado y de Lázaro Mazón. Hizo gran amistad con Carlos Quevedo Quevedo con quien se pusieron tremendas borracheras. Siempre los encontré disfrutando de la vida, Quevedo fue uno de los mentores de Hermenegildo y al morir Quevedo mucho lo procuró y ayudó mi compadre Melchor Brito.
Yo no juzgo a El Mene, por encima de lo que digan muchos, considero que es bonito permanecer borracho aunque en eso se nos vaya la vida. Por eso creo que en el fondo siempre lo envidié, porque si yo no tuviera hijos que mantener, sería borracho de tiempo completo, bebería hasta que el cuerpo aguantara. El Mene se fue y ya no podré discutir con él de las cosas que nos apasionaban. No me resta más que escribir la historia del Monero Balín, de lo bueno que dejó a su paso por esta vida. Por ahí siguen circulando sus cartones y los dibujos que nos hizo a muchos, para reírse de nosotros.
El Mene era izquierdoso, se nos fue el domingo 3 de mayo de 2015, le gustaba el vino y era un monero irreverente. Le gustó dibujar desde niño, “desde que tengo uso de rezón”, le dijo una vez a Fredy Magaña. Fue huérfano de padre desde los siete años. La vida lo puso como alumno de Octaviano Roque Ruiz aquél sabio maestro de primaria y primer candidato del PRD a la alcaldía de Atoyac, fue él quien le inculcó la pasión por la política.
Sensible como era, desde muy chico se inclinó por las causas de los desposeídos. El hecho de que haya declamado un poema a Cuauhtémoc Cárdenas en su primera visita a Atoyac, lo marcó para siempre en ese tortuoso y difícil camino de la izquierda.
Fue a mediados de 1995, después de la masacre de Aguas Blancas cuando este monero irreverente emergió como cartonista. Sus primeras caricaturas estuvieron dedicadas a denunciar a Rubén Figueroa, fue su tema mientras duró el movimiento, ahí se vinculó a la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) con quien simpatizó y siempre fue solidario con sus luchas.
El Mene colaboró con diversos diarios de circulación estatal, y otros de Morelos y Michoacán. Sus cartones le dieron sabor a TV-Sur con Esteban Barrientos al frente.
Fue solidario con los desplazados de Agua Fría y de El Cucuyachi, simpatizante del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, los delegados que vinieron a promover la consulta nacional  por la Paz y la Democracia le llevaron sus cartones al mismísimo Subcomandate Marcos. El Mene estuvo en todas las luchas de izquierda del pueblo de Atoyac en los últimos 20 años. Al morir era lopezobradorista, aunque no estaba en Morena.