Lourdes Chávez
Tixtla
Representantes de barrios y colonias afectadas por el huracán John en la cabecera municipal, con decenas de damnificados, urgieron al gobierno del estado el desfogue de la laguna que hace más de una semana tiene anegada la parte sur de la ciudad.
Estimaron que hay unas 2 mil 500 casas, unas 3 mil 500 familias y más de 10 mil personas afectadas por el agua estancada que llenó sus viviendas desde las lluvias del 23 al 27 de septiembre, y que representa un foco grave de contaminación.
Los afectados ofrecieron una conferencia de prensa en el Barrio de Santuario que tiene 17 calles inundadas, desde donde se observa la línea del agua unida con la laguna que está al fondo.
El agua estancada con gran cantidad de nutrientes, en este caso, productos y animales de corral muertos en descomposición, que familias no lograron sacar de sus viviendas, favorece el crecimiento de las algas que ya se observan en las calles inundadas.
Si se avanza en esta línea el agua, el fondo cada vez es más profundo, hasta llegar a más de 2 metros en la última línea de viviendas de El Santuario, de acuerdo con los vecinos que siguen sacando sus pertenencias con tinas que llevan atadas con cuerdas en la parte más baja, o con botes en lo más hondo.
Los cultivos, más al sur, están inundados, pero los denunciantes se reservaron a hacer estimaciones de los daños en la agricultura, que deberían presentar los afectados. Asimismo, pidieron que sean las autoridades sanitarias las que se pronuncien por las enfermedades que se pueden generar por la inundación.
Los afectados también denunciaron que en una sola colonia, la Niños Héroes, donde viven familiares de la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda, se estaban centralizando los apoyos del DIF estatal.
Sin embargo, integrantes del comité del Barrio del Santuario aclararon que las despensas y colchonetas que ha enviado el gobierno del estado, unos 250 paquetes, son insuficiente para atender las necesidades de la población.
Exigieron mayor atención de las autoridades , y que no haya represalias, porque ya habían llegado funcionarios públicos que intentaban interrumpirlos. No lo hicieron.
Se referían al director de Gobernación del gobierno del estado, Juan Méndez Nogueda, que al final de la conferencia informó a los afectados que la Comisión de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento del Estado de Guerrero (Capaseg) acababa de enviar tres bombas para seguir sacando el agua de la laguna, pero no respondió a los cuestionamientos de las bombas entregadas con anterioridad, unas que no sirvieron, y otras sólo operaron dos horas al día.
Los quejosos señalaron que las siete bombas que los campesinos habilitaron el día anterior, eran más eficientes que las del gobierno estado, y estaban siendo utilizadas con sus propios medios, con apoyo de la población.
Reconocieron que necesitan de todos los esfuerzos porque el mismo especialista que hace 11 años, en la inundación de la ciudad por el huracán Ingrid y la tormenta Manuel, hizo estimaciones, ahora consideró que se podría sacar el agua en 60 días, pero con todas las bombas operando y sin más lluvia, lo cual es improbable porque apenas ha pasado la mitad de temporada de huracanes.
Recordaron que en 2013 se desfogaban 2 mil 200 litrios de agua por segundo y se tardaron 112 días en devolver el nivel de la laguna. En esta fecha, tenía trabajando 10 bombas del municipio y de los campesinos con una capacidad de 360 litros por segundo.
Enfatizaron que Tixtla es una ciudad con historia, tierra del general Vicente Guerrero, que se pronuncia en tantos discursos políticos, y ninguna autoridad se había pronunciado por una solución al problema de las inundaciones.
Pidieron la presencia de los diputados locales y federales para gestionar los recursos necesarios para implementar un proyecto integral, que permita una solución permanente.
Por medio de un boletín, el gobierno del estado informó que desde temprano, la CAPASEG daba atención a la población de Tixtla, con trabajos de limpieza y desazolve para liberar los puntos que permanecen con altos niveles de agua pluvial, como el de la laguna de Tixtla.
Confirmaron que llevaron “más equipo de bombeo con capacidad para desalojar hasta 650 litros por segundo, lo que permitirá avanzar en la disminución de los niveles de anegación”.
Aseguró que el equipo instalado puede trabajar las 24 horas sobre el puente de la barranca Cocuilpan, donde se encuentran operando equipos de bombeo de 12 y de 8 pulgadas de diámetro, con capacidad para desfogar cientos de litros por segundo cada uno.
Además, de fumigaciones por toda la localidad para evitar los criaderos de moscos y de esta manera evitar contagios y la propagación del dengue.
