9 enero,2024 4:46 am

De pie

Arturo Martínez Núñez

 

Paso a paso Acapulco comienza a retomar cierto sentido de la normalidad. Los múltiples apoyos que se han recibido del gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, han logrado contener un eventual estallido social y le han devuelto a la gente, la dignidad y la esperanza. Un reconocimiento especial merecen instituciones como la Secretaría de la Defensa Nacional, la Marina Armada de México y de manera especial, la Comisión Federal de Electricidad que pasó de ser una de las instituciones más odiadas por los Acapulqueños, a recibir el apoyo y el reconocimiento por su incansable trabajo. En estos momentos la red eléctrica está restablecida al 100 por ciento y el alumbrado público, que no es de su competencia, pero que fue asumido como un compromiso del presidente, está por ser rehabilitado por completo.

La temporada decembrina pasó, recibiendo a tantos turistas como fue posible. Aquellos que pudieron acudir a sus condominios lo hicieron y muchos otros visitaron o se alojaron en las poco más de 4 mil habitaciones que ya están disponibles. Algunos restaurantes y centros nocturnos brindan servicio con normalidad y muchos otros, están en camino de conseguirlo. El problema que se vislumbra en el corto plazo es la eventual crisis económica y social que se produzca como resultado de una crisis laboral. Acapulco vive fundamentalmente del turismo. Si los turistas no regresan de manera masiva junto con los dueños de los condominios, estaremos en una situación muy complicada. No será suficiente con echar a andar la hotelería: necesitamos garantizar la rehabilitación de los condominios que son el segundo hogar de muchos mexicanos.

Es muy importante que no quede una sola familia sin recibir apoyo, que se corrija lo que se tenga que corregir y que se enmiende lo que se tenga que enmendar. Volver a la normalidad también significa que las autoridades locales comiencen a retomar sus responsabilidades exclusivas y no solamente ser testigos del esfuerzo superior. Los ciudadanos también debemos de dejar de actuar como si estuviéramos en el pico de la emergencia y tenemos que comenzar a actuar civilizadamente con civismo y urbanidad.

El esfuerzo del gobierno estatal por tener un festejo de fin de año medianamente digno en medio de la tragedia, es encomiable, es muy importante recuperar la percepción de normalidad y de tranquilidad; hay que decirle al mundo que si bien estamos muy lastimados, Acapulco está de pie y está listo para recibir a los visitantes, con el mejor clima, playas maravillosas y gente con el corazón lleno de agradecimiento y de ganas de salir adelante.

Acapulco no se detendrá, pero tenemos que garantizar que en este esfuerzo no tengamos contratiempos y que sigamos todos remando hacia el objetivo común de transformar Acapulco y convertirlo en el mejor destino de México.