22 julio,2023 5:25 am

Decadencia de Zoochilpan

 

Héctor Manuel Popoca Boone

A la memoria del periodista, Nelson Matus Peña, mártir de la libertad de expresión pública en Guerrero.
Mi reconocimiento a Xóchitl Gálvez Ruiz. Ejemplo de valentía, enjundia y entereza, ante los embates injustos, desproporcionados y cobardes del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Muchos desearíamos que hubiera una frase turística atrayente para la capital de Guerrero que, parafraseando a una ya afamada, dijera “Si va a Zoochilpan, no deje de visitar Chilpancingo”. Pero eso es imposible, dada la situación actual de desastre que padecemos en esta ciudad. Cuya paz narca está prendida de alfileres.
Los que residimos de antiguo en Chilpancingo, le tenemos mucho cariño a “Zoochilpan por ser lugar entrañable de nuestros hijos, cuando eran pequeños. Por eso nos da grima su actual postración. Sin salir de la ciudad, nuestras familias podían contemplar y admirar parte de la flora y la fauna que nos brinda la naturaleza en su estado silvestre.
No es sino hasta ahora que, a través de amistades conscientes del estado desastroso en que se encuentra, me informé de su lastimoso acontecer y me sumé al esfuerzo ciudadano en pro de su rehabilitación. Sobre todo, a partir de la conducta de gran impacto reprobable asumida por el otrora director del zoológico, José R. Nava Noriega, integrante del infame “Gabinete de la Tómbola” que integró el “papá incómodo” para trabajar con la gobernadora constitucional, Evelyn Salgado Pineda.
El ex director de marras, empezó a traficar ilegalmente con animales silvestres y exóticos de responsabilidad federal, puesto que son propiedad de la nación. Prosiguió con el saqueo de especies silvestres de guacamayas, hecho que ya se daba desde antes. Su desparpajo como delincuente faunístico lo llevó a sacrificar y a “zamparse en gran comilona” de fin de año, a seis cabras pigmeas. La opinión pública supo también de la “desaparición forzada” de cuatro preciosos ejemplares watusi originarios de Berbería, África; dos cebras de África central y siete borregos también del continente africano, hasta ahora ilocalizables. Además, la muerte, por posible negligencia médica en la curación, de un venado herido De acuerdo al reportaje de Itzel Urieta. (Amapola periodismo. 2/de julio/2023).
Cabe subrayar que la fauna silvestre por ser propiedad de la nación, su robo, muerte con alevosía, sustracción sin registro o robo, son delitos de índole federal y compete su persecución directamente a la fiscalía general de la República y a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). Esperamos que la gobernadora reporte pormenorizadamente lo sucedido al gobierno federal, para que no incurra en ninguna complicidad u omisión culposa, en virtud de que Zoochilpan está bajo su responsabilidad a través de la Semaren estatal.
La degradación, corrupción y pudrición de Zoochilpan empezó a gestarse desde administraciones estatales pasadas. A tal punto grave ha sido la situación, que ya estaba convertido en reservorio para proveer de mascotas exóticas a los “chicos organizados”, y, a la vez, como depósito para felinos viejos, que los capos de la delincuencia organizada poseen en sus ranchos y desean deshacerse de ellos por su peligrosidad, avanzada edad y costo de manutención.
Lo anterior lo constatamos al no tener respuesta a las variadas interrogantes realizadas por 134 ciudadanos, que participaron en un Foro ex profeso para analizar lo que estaba sucediendo en el zoológico. En dicho Foro, se recibieron diez ponencias que versaban sobre los siguientes temas: Legislación animal. Bienestar animal y su manejo. Infraestructura establecida. Aspectos laborales de los trabajadores. Rehabilitación o reubicación de ese espacio, entre otros. En dicho Foro, el encargado de despacho de la Profepa informó que derivado de las visitas que ellos realizaron a Zoochilpan, “SÍ” detectaron irregularidades en diversas áreas y temas, así como violaciones a la Ley General de Vida Silvestre, que ameritan deslinde de responsabilidades; aun cuando las investigaciones siguen en proceso.
Las conclusiones del Foro fueron entregadas por escrito a la Gobernadora; misma que las turno para su atención a su secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Ángel Almazán Juárez; y éste a su vez “las bateo” a la Contraloría del gobierno estatal ¡Uf! (Todo quedó entre el equipo gobernante).
A su vez, el secretario, Almazán Juárez, invitó a los participantes del Foro a realizar un recorrido por el zoológico para analizar, en sitio, la problemática y dar respuesta al pliego entregado. La cita fue el 25 de junio pasado, a las tres y media de la tarde, a la cual no asistió; enviando en su lugar a un funcionario de tercer nivel y al encargado provisional del destartalado zoológico, sin capacidad de toma de decisiones y de informar y dar respuestas concretas. Únicamente fungieron como guías de turistas descarriados. ¡Doble uf!
En dicho periplo, corroboramos que no existía un buen manejo de los animales, ni se observaban los protocolos sanitarios respectivos. También que muchos de los hábitats artificiales estaban deteriorados, con falta de limpieza. No menos importante fue que los veneros de agua exclusivos para el mantenimiento del zoológico estaban agotados por haber sido usados para otros fines y el otrora pequeño lago estaba seco. Por supuesto, no nos dieron copia de los registros históricos contables, tanto de ingresos como de egresos. (Me dicen que, en tiempos anteriores, Zoochilpan era autosostenible, económicamente hablando). En resumen, el zoológico está hoy en día, desvalijado y saqueado
Han pasado casi ¡siete meses! de la infausta “comilona”. Mismo lapso en que ha estado acéfalo el zoológico. Han pasado casi ¡cinco meses! de haberse realizado el foro ciudadano y entregado el pliego propositivo a la gobernadora y aún no recibimos ninguna contestación formal. Nos ignoran, nos evaden o no saben qué hacer.
Quizás, porque quieren otorgarles impunidad a los responsables infractores, o para que no se divulgue más ampliamente cómo el “papá incómodo” de la gobernadora, entregó a Zoochilpan, el león “Michi”, del cual se negó a decir quién fue el donante. ¡Triple Uf!

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