En los recientemente apagados incendios, se quemaron 200 hectáreas de magueyales y palmas, que se recuperarán de manera natural, pero preocupa a los pobladores de qué vivirán mientras tanto.
El Calvario, Chilpancingo, Guerrero, 14 de mayo de 2019. El presidente del comisariado ejidal de El Calvario, municipio de Chilpancingo, Juan Calixto García declaró zona de conservación sus 840 hectáreas, para obtener ayuda del gobierno y evitar la entrada de empresas mineras.
En un recorrido al manantial de la cueva de Yerbabuena con biólogos e integrantes de la organización Frente de Colonias de Chilpancingo, los vecinos demandaron ayuda de las autoridades, porque el gigantesco incendio recién apagado en la zona consumió sus 200 hectáreas de magueyales y palmas, que usan para la producción de mezcal y la elaboración de petates y sombreros.
Si bien los expertos coincidieron en que la zona siniestrada se recuperará naturalmente, a los habitantes les preocupa de qué vivirán mientras eso sucede, porque todos viven de la palma y el maguey que perdieron.
Los vecinos informaron que de sus dos manantiales se surte de agua a 30 colonias de la ciudad de Chilpancingo, y es necesario el apoyo de las autoridades y vecinos, o la ciudad podría sufrir aún más la carencia, “tenemos que conservar esta área porque de aquí tomamos agua nosotros y se va para Chilpancingo”.
El comisariado relató que hace cuatro años una empresa minera “Expo Sierra estuvo aquí, no encontraron nada… antes había un manantialito, la perforadora perforó 400 metros y al terminar la perforación el agua se perdió, se perdió todo, antes nos alcanzaba para cuatro mangueras y ya no han venido, perforó en Puerto de Viento, ahí hubo tres perforaciones, después de eso se fue el agua”.
Durante el recorrido mostró árboles afectados por el gusano barrenador, y pidió la intervención de las autoridades antes de que el problema se convierta en una plaga.
Al hacer la declaración de zona de conservación los ejidatarios se comprometieron a cuidar la región para que siga siendo captadora de agua.
De manera simbólica taparon la tubería que surte a Chilpancingo, le pusieron una piedra en el afluente que no impide la circulación pero sí la disminuye.
El presidente del comisariado ejidal informó que en su bosque han visto tigrillos, panteras y venados, e incluso un león, y los biólogos que los acompañaron encontraron una rana muy rara que podría ser endémica o una nueva especie, además en la cueva de donde sale el agua y que nadie ha explorado, hallaron ciempiés blancos.
Texto y foto: Rosendo Betancourt Radilla
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