Texto: Fernanda Carapia / Agencia Reforma/ Twitter Profepa
Guadalajara, Jalisco, 20 de marzo de 2018. La vida de dos tigres de Bengala dio un giro de 180 grados, pues de estar en abandono y en condiciones que atentaban contra su supervivencia, hoy están en un santuario.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que los ejemplares, decomisados en Jalisco, fueron enviados al Gran Santuario Mexicano Jaguar Negro Tigre Blanco, ubicado en la Ciudad de México.
“Ambos ejemplares se encuentran en aparente buen estado de salud; al llegar al santuario quedaron en cuarentena y observación, para que una vez aclimatados al sitio, sean integrados con los de su especie”, se lee en un comunicado.
Los tigres fueron trasladados por empleados especializados, en coordinación con la Fundación Black Jaguar-White Tiger y la Unidad de Rescate del municipio de Tlajomulco.
Uno de los ejemplares es un cachorro de tres meses que fue decomisado el 4 de febrero, cuando intentaban trasladarlo por paquetería a Querétaro; el felino pesaba 11 kilos y se encontraba en una situación que atentaba contra su vida.
El otro tigre es una hembra de 2 años y 110 kilos de peso que fue abandonada en una veterinaria; estaba bajo resguardo temporal del zoológico Quinta El Pedregal, en Unión de San Antonio.
La Profepa informó que los dos ejemplares contaban con chip, es decir, su procedencia era legal, sin embargo, fueron asegurados por violentar la ley, en el caso del cachorro por faltas al trato digno, y en el de la hembra, por abandono.
Violar la Ley General de Vida Silvestre trae sanciones que van desde el arresto administrativo y multas que van de los mil 612 pesos a los 403 mil pesos.
