Con un portal web y cinco números impresos, los impulsores de este proyecto buscan llegar a más personas, colaborar con otros medios comunitarios en ambos lados de la frontera y “dar a la voz de los pueblos un lugar importante”
Ciudad de México, 8 de julio de 2023. El molino de nixtamal y de chiles es uno de los lugares de convivencia más importantes en los pueblos originarios de México: ahí las noticias fluyen de primera mano, se comparten saberes, opiniones y uno que otro chisme. Quienes crearon Molino Informativo escogieron ese nombre porque remite a una parte de sus orígenes y, al mismo tiempo, le da identidad a este proyecto de comunicación que cuenta con un particular esquema de difusión.
Nacido por iniciativa de migrantes indígenas residentes en Nueva York, Estados Unidos, Molino Informativo es un medio comunitario que, a la vez que tiene personalidad como sitio web, es un periódico impreso que se distribuye en diversos puntos de Estados Unidos y de México. A decir de sus fundadores, es el resultado del silencio al que los han condenado la mayoría de los medios de información estadunidenses.
Para el segundo semestre de 2020, tras varios meses de pandemia, Nueva York se encontraba con poca actividad pública: restaurantes, museos, tiendas, salas de conciertos, oficinas de gobierno y cualquier espacio de este tipo estaba cerrado para evitar la propagación del coronavirus. Las poblaciones más vulnerables, entre ellas, las de migrantes latinos, entraron en una recesión económica de la cual les sería muy complicado salir.
A fines de 2020 y a comienzos de 2021 la situación de desempleo, marginalidad y violencia se agudizaron en La Gran Manzana, o The Big Apple, como se le llama a la urbe neoyorquina. La Red de Pueblos Transnacionales, una organización creada en 2017 por migrantes mexicanos, concentró esfuerzos para lograr revertir la situación y retomar las redes que habían construido previamente para entregar despensas, atender casos de búsqueda de personas que eran hospitalizadas y de las cuales no se conocían familiares, o bien buscar empleos emergentes.
Hasta que a comienzos de marzo de 2021 se hicieron frecuentes los reportes de agresiones en contra de un sector migrante muy específico: los repartidores de comida, conocidos como deliverys o deliveristas, quienes no habían dejado de trabajar durante el encierro impuesto por la pandemia. El de los repartidores se volvió un espacio laboral al que acudieron muchas personas originarias de Guerrero y Puebla, principalmente.
“No existimos” para la prensa en Nueva York
La muerte del deliverista guerrerense Francisco Villalva Vitino, el 29 de marzo de 2021, detonó una movilización masiva por las calles neoyorquinas y generó que miles de trabajadores migrantes exigieran justicia públicamente, junto con la atención adecuada por parte de las autoridades locales, las cuales hasta ese momento no habían reaccionado, a pesar del aumento de la violencia en espacios públicos.
Francisco Villalva fue “nuestro George Floyd, a partir de su muerte nos organizamos y empezamos todo un movimiento por nuestra seguridad y por la mejora de las condiciones de trabajo, que continúa hasta ahora”, le dice a El Sur Vicente, otro deliverista guerrerense.
Luego de las primeras movilizaciones hubo una especialmente concurrida y que tuvo la característica de parar el tráfico en el corazón de la isla de Manhattan, como casi un año antes lo habían hecho las marchas del movimiento Black Lives Matter por la muerte, a manos de policías, de George Floyd.
Las comunidades migrantes, sobre todo aquellas originarias de Guerrero y Puebla, vieron con asombro y enojo cómo no hubo una cobertura de la movilización, simplemente pasó desapercibida para la prensa local.
El mensaje, reprocha César, otro deliverista, era claro: “No importa que tengamos muertos o que abusen de nosotros, para la sociedad en Estados Unidos, aquí en Nueva York, no existimos; podemos parar las calles y ni una nota en redes sociales nos merecemos. Estamos hasta abajo en la sociedad, por eso decimos que tenemos que organizarnos y salir adelante”.
El lugar en donde se entera la gente
Tras las movilizaciones y veladas para exigir justicia por el asesinato de Villalva, personas indígenas que se sentían cerca o eran parte de la Red de Pueblos Trasnacionales, decidieron convocar a periodistas con quienes coincidían en la necesidad de construir un medio de comunicación hecho por integrantes de la comunidad de migrantes en NY.
La idea era fundar un medio en donde se dieran a conocer las distintas vivencias en un contexto tan adverso como lo puede ser Estados Unidos, crear un espacio que sirviera para hablarle también a otras personas en situación de migración y compartir con las comunidades de origen todo lo que se generara de información.
A mediados de 2021 el equipo fundador empezó a dar talleres de formación periodística a quien deseara ser parte del nuevo medio, a fin de que fuera adquiriendo conocimiento y capacidades, y se animara a experimentar, a hacer sus propias publicaciones o coberturas.
Gracias a la participación solidaria de periodistas que en aquel momento se encontraban temporalmente en Nueva York, como Alina Duarte y quien esto escribe, de esos talleres surgió una primera generación de reporteras y reporteros comunitarios.
Con muchos retos en frente, Molino Informativo inició sus coberturas ese mismo año y desde entonces navega los mares del sostenimiento económico. También ha establecido vínculos con otras iniciativas de los migrantes, como el colectivo de traductores Consejo de Pueblos Originarios, a través de dos mujeres de la región Montaña: Zenaida Cantú Aburto y Yoloxóchitl Marcelino Cano, quienes reportean y abren el camino para que otros compañeros lo hagan.
Tras un año de trabajo en la consolidación del sitio web, creció la inquietud acerca de las comunidades de origen que no siempre tienen acceso a internet. “A veces se va la luz o no hay ni siquiera electricidad, y tampoco tienen la costumbre de revisar en el teléfono las publicaciones, pero la idea de un periódico sí está presente” en los pueblos, comentó Gloria Tadii Ángeles, reportera del medio, en una reunión convocada para tratar este tema.
“¿Y si hacemos un periódico para contar nuestras historias, lo que vivimos aquí en Estados Unidos, y que se conozcan allá en México? Hace falta que la gente se dé cuenta de que el sueño americano a veces es una pesadilla”, propuso Zenaida, también colaboradora.
Fue así como se inició el proceso de hacer un periódico impreso que se distribuyera en ambos lados de la frontera, enfocado en las comunidades de origen.
En agosto de 2022 se imprimió el primer número de Molino Informativo. Ese mismo año, el proyecto consiguió sus primeros apoyos económicos, como una beca de Lush, empresa canadiense de jabones y champú que patrocina proyectos comunitarios en distintos países, que le permitieron sobrevivir a la compleja situación que representa ser un medio de comunicación independiente.
Más adelante, atendiendo inquietudes de las comunidades migrantes, el consejo editorial de Molino Informativo decidió dar un paso más, con la elaboración de un periódico impreso con contenido propio.
“Nos interesa que nuestras comunidades de origen sepan cómo vivimos el sueño americano aquí en Nueva York, que no es para nada fácil, y también queremos reconectar con la gente en México”, explica Gloria Tadii Ángeles, una de las personas que más escribe en el Molino Informativo.
A punto de terminar la primera temporada, ya con cinco números bimensuales impresos, Molino informativo busca ampliar sus mecanismos de distribución en México y Estados Unidos, así como fortalecer sus coberturas y la formación integral de sus reporteros.
Uno de sus objetivos es llegar a más poblaciones que tienen un importante número de personas residiendo en Estados Unidos. Actualmente Molino informativo se imprime y distribuye en San Luis Teolocholco y Zacatelco, Tlaxcala; San Miguel Canoa, Puebla; la Mixteca Baja, en Oaxaca; la Montaña, en Guerrero; zona lacustre y sierra-costa de Michoacán; además de comunidades de Baja California, Sonora, Jalisco, Yucatán y Ciudad de México.
“No queremos ser nunca más invisibles”
Para la segunda mitad de 2023 se está preparando la presentación formal de los primeros seis números del periódico, primero en Nueva York y luego en México; a la par y como acompañamiento, el artista Gran OM va a pintar murales en espacios públicos del sur del Bronx, una zona de Nueva York emblemática por las distintas capas de migraciones que la han ido poblando, a las que se suman en años recientes personas originarias de Guerrero y Puebla.
Será este julio cuando Gran OM se sume a esta celebración y refleje en su gráfica la historia de organización y lucha que han tenido los pueblos indígenas migrantes en Nueva York.
“Queremos llegar a más personas, hacer vínculos de colaboración con otros medios comunitarios en ambos lados de la frontera y que esto permita que la voz de los pueblos tenga un lugar importante. No queremos ser nunca más invisibles”, comenta a El Sur Marco Castillo, miembro del consejo editorial de Molino Informativo.
De forma reciente, otros medios nacionales e internacionales han volteado a escuchar las historias de vida de personas indígenas migrantes; por ejemplo, la de Ernesta Gálvez, quien participa con un texto en el Molino Informativo impreso número 5.
Originaria de San Martín Amatitlán, municipio de Xalpatláhuac, Guerrero, Ernesta protagonizó un episodio en el podcast global Radio Ambulante, transmitido en plataformas globales como Spotify.
Como en otros casos hoy emblemáticos, la muerte violenta de Francisco Villalva produjo un legado y un gran aprendizaje acerca de la necesidad de organizarse, de recurrir a las formas heredadas por las comunidades de origen. A pesar de su ausencia, que dejó un gran vacío en su familia, también se ha vuelto un ejemplo importante, un referente. Un antes y un después entre los migrantes de Guerrero, y otros estados de México, en Estados Unidos. La versión web de Molino Informativo se puede ver en https://molinoinformativo.com.
Texto: Heriberto Paredes
