9 agosto,2024 5:40 am

Demandan familiares de víctimas de los “vuelos de la muerte” un informe detallado de la Sedena  

 

Activistas y colectivos anuncian que acudirán a la CIDH ante la ausencia de justicia en México. Exigen que la información se haga pública, de lo contrario se beneficia a los asesinos. La lista es real y la Sedena no tiene manera de seguir ocultándolo, señala Octaviano Gervasio

 

 

 

Chilpancingo, Guerrero, 9 de agosto de 2024. Justicia y castigo a los culpables, exigieron cerca de 20 esposas, hijos y hermanos de desaparecidos durante la guerra sucia que aparecen en la lista de los que fueron incluidos en los llamados “vuelos de la muerte”, en una conferencia de prensa virtual.

Los familiares de las víctimas exigieron a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) un informe detallado ante el Ministerio Público federal de dicho documento, de lo contrario, advirtieron que los mandos incurrirían en omisión y solapamiento.

Los familiares anunciaron que acudirán a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ante la ausencia de justicia en México.

Entrevistados por separado por teléfono, Hilario Mesino Acosta y Norma Mesino, hermano y sobrina de Alberto Mesino, uno de los que aparecen en la lista de los “vuelos de la muerte”, exigieron a las autoridades que se realicen “pruebas científicas” de que el documento es auténtico, y que, de comprobarse, se realice una búsqueda en el mar, dijeron que, mientras no se localicen los cuerpos la consigna seguirá siendo “vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

El miércoles, el presidente del Colectivo de Esposas e Hijos de Desaparecidos y Desplazados de la Guerra Sucia, Octaviano Gervasio Serrano dio a conocer una lista que un militar habría entregado en 2004 a la finada luchadora por los desaparecidos, Rosario Ibarra de Piedra, en la que se registran 24 vuelos de un avión del Ejército que arrojó al mar en Acapulco a 183 personas señaladas de pertenecer a la guerrilla.

En conferencia de prensa virtual ayer, varios familiares de las victimas confirmaron que los datos de sus desaparecidos coinciden con los que se registran en la lista.

Algunos de los que intervinieron en la conferencia de prensa son: Rufina Serrano Galeana, hija de Mariano Serrano Zamora, desaparecido el 18 de julio de 1974, quien aparece en la lista en el vuelo número 13; Reyna, hermana de Heladio Zerafin de Jesús, detenido en Atoyac y aparece en el viaje número nueve; Eloy, hermano de Melitón Ramón Tabares, detenido el 14 de mayo de 1974 por elementos de la 27 Zona Militar del ejército mexicano en Las Crucitas, municipio de Atoyac de Álvarez, aparece en la lista pero el número de vuelo está elegible, dijo.

Además, Carmen Iturio Nava, hija de Doroteo Iturio de Jesús, quien aparece en la lista en el vuelo 21, él fue desaparecido el 15 de octubre de 1975 en el Vado de Aguas Blancas de Coyuca de Benítez.

“Lo que exijo es justicia, que se abra la información para obtener datos que nos puedan llevar al lugar donde pudiéramos encontrarlos, y para que la sociedad se dé cuenta de lo que hizo el gobierno con nuestros padres, hermanos y esposos”.

Silvia Loza Roldán, hija del desparecido Pablo Loza Patiño dijo que su padre aparece en el vuelo número 1, y que la fecha coincide con la declaración de su madre ante la Procuraduría General de la República (hoy Fiscalía), donde declaró que Pablo fue desaparecido el 20 de agosto de 1974.

Él era originario de El Porvenir, “y como la mayoría, exigimos que estos datos se den a conocer públicamente, y exijo justicia por esas desapariciones tan lamentables que nos afectaron fuertemente a todos”, dijo.

Aurelia Leyva, hija de José Leyva Fierro, quien aparece en los vuelos de la muerte, pero el número es ilegible, exigió justicia, “y que el caso no quede así nada más”.

Juvencio Mesino Ortiz, hijo de Julio Mesino Galicia, detenido en El Escorpión, municipio de Atoyac el 10 de octubre de 1974, por el Ejército, aparece en la lista en el vuelo 19.

“Como todos, me uno al mismo reclamo de justicia y esclarecimiento de estos hechos que se dieron por parte del ejército y que el gobierno dé la cara y nos dé una información clara y detallada de nuestros familiares”.

Eloy, hermano de Melitón Ramos Tabares, detenido por el Ejército el 14  de mayo de 1974, informó que su hermano aparece en el vuelo de la muerte, pero el número no es legible; “sinceramente, nosotros los familiares estamos consternados por la gran injusticia del gobierno que conculcó los derechos de los ciudadanos y se pasaron por el arco del triunfo las leyes y los derechos de cada ciudadano”, reprochó.

Exigió y reclamó justicia para su hermano. “Esto es algo inaudito porque se supone que el gobierno debe actuar de acuerdo a las leyes”.

Feliciana Barrientos, hija de Raymundo Barrientos Reyes, quien aparece en el vuelo 15, informó que a su padre se lo llevaron en 1974, “queremos justicia y que se castigue a los culpables”.

Contó que también se llevaron a su abuelo Emiliano Barrientos y a su tío Fermín Barrientos Reyes, en el mismo vuelo, pero no aparecen en la lista.

Aníbal, hermano de Raymundo Morales Barrientos, quien aparece en el vuelo tres, informó que su hermano fue detenido el 12 de junio de 1974.

Eloína Galeana Zamudio, hija de Alberto Galeana de Jesús informó que a su padre se lo llevaron el 21 de agosto de 1974 y aparece en el vuelo número cinco, igualmente exigió justicia y castigo para los culpables.

Fidel Martínez Fierro, hijo de Esteban Fierro Valadez informó que su padre aparece en el vuelo 15.

Denunció: “Lo que hizo el gobierno fue muy vil. Queremos todo el peso de la ley al autor intelectual que dio las órdenes para arrojar a nuestros familiares al mar. Exigimos la presentación de los desaparecidos, queremos saber dónde están, dónde quedaron”.

Alejandrina Castillo Sánchez, hija de Roberto Castillo de Jesús, informó que él fue levantado el 24 de julio de 1974 en Atoyac por el Ejército, y pidió justicia, “que se esclarezca para que no queden impunes y siga pasando lo mismo”.

Luis, hermano del desaparecido Pedro Angulo Barona dijo que aparece en el vuelo 1, “y queremos saber dónde está, quedo”.

Macrino Radilla Hernández, hijo de Rosendo Radilla Pacheco, detenido el 25 de agosto de 1974 en Alcholoa, municipio de Atoyac, quien aparece en el tercer viaje, igualmente exigió la localización de su papá.

 

“Vamos a solicitar la urgente intervención del Ministerio Público de la Federación”, dice Octaviano Gervasio

 

Octaviano Gervasio Barrientos informó que la mayoría de los familiares de las víctimas coinciden en que la información del caso se haga pública y no se oculte nada, de lo contrario se beneficia a los perpetradores y a los asesinos.

“Vamos a solicitar la urgente intervención del Ministerio Público de la Federación donde están radicadas nuestras denuncias penales, y se va a entregar esta lista para que se integren a las averiguaciones previas, y vamos a solicitar que la Fiscalía solicite a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) un informe detallado del documento y se pronuncie referente a esta listas”, informó el abogado y presidente del colectivo.

Advirtió que de no cumplir, el secretario de la Sedena caería en omisión y solapamiento y se podrían presentar denuncias penales en su contra.

Gervasio Barrientos añadió que independientemente de la vía legal, la Sedena está obligada a emitir un comunicado al pueblo de México en el que fije su postura referente a esta lista y respecto a todos los desaparecidos de la guerra sucia, “porque hay una simulación terrible y cruel”.

Dijo: “Queremos decir que la lista es real y que la hemos checado minuciosamente, no es falsa, es real y la Sedena no tiene manera de seguir ocultando esta información”.

Derivado de ello, informó, asimismo, que van a solicitar que el Ministerio Público de la federación asegure el área de la Base Naval de Pie de la Cuesta en Acapulco, para que se realicen las investigaciones ministeriales y los peritajes, “porque ahí se cometieron crímenes de lesa humanidad por parte del Ejército mexicano en contra de la población civil”.

Otra de las acciones dijo que será una manifestación de repudio a la Sedena por ocultar información, “ya no pueden seguir ocultando lo que es evidente, tienen que abrir esos archivos, ya basta de esta maldita simulación e impunidad”.

Dijo que ahora procede una búsqueda acuática, y que, incluso, Javier Yankelevich, de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) ya estaba preparando una búsqueda acuática, incluso había pedido la colaboración de la UNAM que tiene un equipo especial para ello, pero que fue despedido hace un año.

“Fue despedido porque estaba investigando, yo creo que para ellos de más, y fue despedido de manera fulminante, toda vez que es evidente que no se quiere que se llegue a la verdad de los hechos”.

Informó que hay algunas personalidades que no están de acuerdo en que el caso se siga haciendo público para evitar la revictimización de los familiares, pero que la mayoría están de acuerdo en que se siga ventilando abiertamente el asunto.

“Los familiares estamos de acuerdo en que todo se haga público a partir de ahora, nada bajo la mentira y la impunidad, lo que mejor nos conviene a nosotros es que todo se haga público”, declaró Gervasio Serrano.

Dijo que lo que se pretende es, “desenmascarar internacionalmente a los militares delincuentes”, y anunció que la mayoría de los familiares van a ir a la CIDH para presentar el caso, “porque aquí, de parte de las autoridades mexicanas, no encontramos justicia”.

 

Sabían de la lista desde hace 20 años, coinciden

 

Por separado, fueron entrevistados Hilario Mesino Acosta y Norma Mesino, hermano y sobrina de Alberto Mesino detenido el 17 de julio de 1974 en la comunidad de Agua Fría, municipio de Atoyac, y quien aparece en el “viaje” número 13.

Ambos coincidieron que la versión de la existencia de la lista la supieron desde hace 20 años pero que apenas la vieron físicamente.

“Sin embargo, para creer necesitamos una investigación minuciosa y científica, y si el documento es real que se realice una búsqueda en el mar para saber si realmente los echó ahí el Ejército”.

Hilario declaró: “Nosotros queremos la verdad, si no es así, nuestra consigna seguirá siendo: vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

Indicó que mientras no haya una investigación a fondo, no pueden avalar el documento.

Norma Mesino dijo que esta situación “es dolorosa, a 50 años decir que nuestros familiares los aventaron al mar nos genera incertidumbre, no se sabe si fueron torturados antes, si los aventaron vivos”.

Insistió en que lo que se requiere es una investigación científica, “para saber si realmente el documento es auténtico porque hace 20 años sabíamos que lo habían entregado al colectivo Eureka (que encabezaba Rosario Ibarra de Piedra), pero los familiares no lo conocíamos físicamente”.

Dijo que en estos momentos viene a generar incertidumbre para los hijos, hermanos y esposas, “porque el hecho de que te digan que a tu familiar lo aventaron al mar es doloroso”.

 

 

 

 

 

 

 

Texto: Zacarías Cervantes/Ilustración: Rocío Urtecho