Ciudad de México, 13 de mayo de 2021. Octavio Romero, director de Pemex, denunció ayer que el gobierno de Enrique Peña Nieto vendió a empresas privadas dos plantas de hidrógeno de las refinerías de Tula y Madero, por 85.2 millones de dólares.
Según el funcionario, esa transacción ha obligado a la petrolera a pagar, en solo tres años, 76.8 millones de dólares a los nuevos dueños de las instalaciones, únicamente por concepto de arrendamiento.
Durante la conferencia del Presidente López Obrador, Romero dijo que, como consecuencia de la venta, Pemex deberá pagar contratos de renta, por más de 15 años, equivalentes a 407 millones de dólares.
Al detallar el caso, explicó que la planta de hidrógeno de la refinería de Tula fue vendida el 31 de agosto de 2017 a la empresa Air Liquide, que pagó a Pemex 52.7 millones de dólares por la compra.
En solo tres años y medio, la petrolera ha tenido que pagar, a esa misma empresa, 49.3 millones de dólares por la renta. Además, tendría que pagar unos 261 millones de dólares, en caso de que se mantenga el contrato de arrendamiento firmado en el Gobierno anterior.
En el caso de la planta de hidrógeno de la refinería de Madero, el director de Pemex informó que fue vendida en 32.5 millones de dólares a la empresa Linde, el 11 de abril de 2018.
Hasta ahora, se han desembolsado 27.5 millones de pesos para pagar la renta y quedan pendientes de pagar unos 146 millones de dólares, en caso de que el contrato permanezca vigente.
Romero advirtió que, cuando concluyan los contratos, las plantas seguirán en manos de privados, por lo que el Presidente ordenó iniciar una negociación para tratar de recuperarlas.
“Cuando transcurran los 20 años de este contrato con estas empresas, esas plantas van a seguir siendo propiedad de ellos y en Pemex vamos a estar obligados a extender el contrato por más tiempo o a construir plantas nuevas”, dijo.
“¿Qué nos instruyó el Presidente de la República? Renegociar para la recompra de las plantas, estamos en eso y esperamos informarle, Presidente, acerca de esta solución que creemos que es la adecuada, recomprar esas plantas y evitar este despilfarro a la hacienda pública”.
Por otro lado, Romero reportó que, tras algunos meses de litigio con una empresa española, Pemex recuperó el valor de las acciones que habían comprado en un astillero en Vigo, así como el dinero que tenía como respaldo de los trabajos.
“Pemex no perdió ningún centavo y hoy día está finiquitado ese asunto”, agregó.
Texto: Claudia Guerrero y Antonio Baranda / Agencia Reforma
