Golpean a campesinos, mujeres y niños y saquean casas, afirman vecinos. Muestran audios y videos y exponen que los soldados destruyeron carros a balazos. Consideran que es represalia porque el lunes se enfrentaron con palos y a empujones con la tropa para impedir que destruyera plantíos de amapola
Chilpancingo, Guerrero, 17 de febrero de 2021. Militares irrumpieron violentamente ayer en los pueblos de Los Arrayanes y Los Hoyos, municipio de Heliodoro Castillo, sierra de Tlacotepec. El resultado fue de más de una veintena de campesinos golpeados, allanamientos y saqueo de casas, así como vehículos baleados, denunciaron vecinos de las localidades con audios y videos como pruebas.
La acción de los soldados habría sido en represalia porque los pobladores impidieron la tarde del lunes que destruyeran sus cultivos de amapola cerca de las comunidades.
Por la noche, mediante mensajes, los campesinos demandaron la intervención del presiente de la República Andrés Manuel López Obrador, y advirtieron que “la gente no va a aguantar una agresión mas”.
En uno de los videos de la irrupción en Los Arrayanes, una comunidad de unas 15 casas ubicada cerca de Los Hoyos, se observa cuando los militares someten a golpes en los patios a dos hombres, mientras que niños lloran implorando que los dejen; “ya váyanse, váyanse”, se escucha que suplican los niños.
También se oyen disparos esporádicos, mientras los militares corren empuñando sus armas en medio de las casas y de la gente arremolinada. Una mujer les grita: “¡No son humanos, no son humanos. Vean, mírenme!”, cuando encara a uno de los soldados.
Enfrente, yacen tirados los dos campesinos mientras los militares se retiran. Los hombres fueron golpeados y cuando los soldados ya se han alejado se levantan ayudados por mujeres.
Además de sus armas de fuego colgadas o empuñadas, los militares portan garrotes labrados de aproximadamente metro y medio.
La grabación termina cuando uno de los soldados se oye que ordena: “¡Deja de grabar!”, y otro, más agresivo exige: “¡borra esa madre, borra esa madre”!.
Asimismo, mediante un audio, un campesino de Los Hoyos, denunció que los militares también irrumpieron en esa comunidad a las 5 de la mañana de ayer.
“Alrededor de 200 militares bajaron y atravesaron el pueblo y a la salida, cerca del arroyo, sacaron a un señor con su familia, lo arrastraron y lo golpearon y él pidió apoyo y nosotros empezamos a bajar, conforme llegó la gente empezaron a agredirlos”, denunció.
Agregó que balacearon los carros, a algunos les poncharon las llantas a balazos y les destrozaron los vidrios, a las señoras las golpearon, algunas quedaron con la cara ensangrentada y a los niños los jondearon pa bajo, hicieron lo que quisieron”.
En otro audio, grabado la mañana de ayer se escucha a uno de los campesinos pedir ayuda: “Al comisario, y a la gente que se vengan para recuperar todo lo que se llevaron, porque despedazaron carros, golpearon a señoras y niños, robaron celulares, carteras”, denunció.
El campesino denunció que la reacción de los soldados podría ser la respuesta a la oposición de los pobladores de que les destruyan sus cultivos de amapola.
Dijo que el lunes los pobladores “medio atrancaron” a los militares y que no los dejaron destruir los plantíos.
La mañana de ayer subieron a las redes sociales, como Facebook, al menos tres videos de las acciones del lunes.
En uno se observa a hombres, mujeres y niños enfrentándose con palos y a empujones con los militares impidiéndoles el paso.
Las imágenes fueron tomadas desde atrás de los pobladores y se observa el zipizape con palos y a empujones de éstos con los militares para impedirles el paso; en las imágenes se ven mujeres y niños, algunos de ellos agarrados de las manos por sus padres.
En otro video se muestra de frente a los militares tratando de abrirse paso. Los uniformados aparecen con palos pero también con armas de fuego colgadas al cuerpo. Con los palos tratan de abrirse paso entre la gente que los bloquea en un camino estrecho.
Uno de ellos grita a los campesinos: “ábranse, ábranse” y amenaza con un palo a una mujer cuando le cierra el paso y le grita: “no te estoy haciendo nada. Espérense, ya pues, qué quieres”, y el uniformado blandiendo un garrote le ordena que se abra del camino.
En el video de 2 minutos, se escuchan disparos y uno de los campesinos grita: “vámonos, déjenlos que pasen”.
Mediante una declaración por audio, uno de los vecinos de Los Hoyos, dijo que: “ya conocen nuestra postura; no vamos a dejar que destruyan nuestros plantíos de amapola, porque el gobierno no nos apoya en nada, nos viene a engañar con despensas y un poco con las carreteras”.
Por la noche un campesino, informó que habían dialogado con el oficial que va al mando y que en el transcurso de la tarde de ayer los soldados ya no habían salido de su campamento.
Informó que esperarán hoy volver a reunirse y evaluar los daños “y ver quien se va a hacer cargo de los daños causados, pero esto todavía sigue”.
Advirtió que si los gobiernos federal y estatal “no ponen freno a esta situación las cosas se nos pueden salir de control, porque aunque los militares son la ley, se portan como si no lo fueran y tenemos que defendernos”.
Otro de los pobladores informó que durante los “agarrones” del lunes y la irrupción de los soldados por la mañana de ayer, hubo más 20 pobladores entre hombres, mujeres y niños, golpeados, algunos de ellos descalabrados.
Por separado, pobladores de El Durazno, municipio de Chilpancingo, denunciaron que también en esa zona llegaron soldados la semana pasada “y se chingaron todos los sembradíos” en Coapango, Huacalapa, El Tejocote y Llanos de Tepoxtepec.
Uno de los campesinos denunció vía Whatsapp que “el gobierno nomas chinga y de apoyo nomás no da nada”.
Denunció que en algunos lugares destruyeron los cultivos mediante la fumigación con helicópteros “y ahora sí le dieron una chinga a las melgas de milpa y a los árboles de aguacate, porque agarraron parejo”.
Entre el 24 y 28 de enero pasado también campesinos de las comunidades de Huerta Vieja, el Aguacate, San Nicolás del Oro, Laguna Seca, Coronillas, San Bartolo, Petlacala y Laguna de Guayanalco, municipio de San Miguel Totolapan, se organizaron para impedir que los militares destruyeran los cultivos de amapola, pues se quejaron que el gobierno no los apoya con proyectos productivos, no los incluye a los programas federales y que los cultivos de amapola son el único ingreso para sus familias.
Texto: Zacarías Cervantes / Imagen tomada del video
