10 abril,2021 12:00 pm

Denuncian maltrato en el ISSSTE de la capital contra una mujer que sufrió un aborto

Chilpancingo Gro, 2 de abril 2020. // Imagen de la Clínica del ISSSTE en Chilpancingo donde el director de este nosocomio confirmara que hubo dos casos que resultaran positivo por Coronavirus. // Foto: Jesús Eduardo Guerrero

 

Chilpancingo, Guerrero, 10 de abril de 2021. “Perdimos a nuestro bebé y ahora temo por la vida de mi esposa”, expuso ayer un derechohabiente de la clínica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en Chilpancingo, quien denunció un trato indigno e inhumano, falta de atención médica y de información sobre su familiar que fue internada y le sacaron los restos de su hijo 14 horas después de que fue hospitalizada.

En la entrada principal del hospital ubicado en la avenida Ruffo Figueroa, colonia Burócratas, informó que su esposa María tenía 10 semanas de gestación y este jueves en la noche tuvo sangrado vaginal, por lo que de inmediato la llevó para que recibiera atención médica.

Contó que llegaron a las 11:50 de la noche del jueves luego de que su esposa “sufrió un aborto involuntario”.

Ingresaron a María a Urgencias pero a pesar de que estaba sangrando no le hicieron ultrasonido para determinar si tenía residuos del feto.

El doctor Ramírez, de quien desconocen su nombre, la atendió en un primer momento y le comentó que su esposa todavía tenía restos del bebé, pero que no podían avanzar porque estaban esperando a que llegara el encargado del área de ultrasonido para que le hicieran el trabajo.

María estuvo toda la madrugada y le dijeron que la iban a intervenir a las 6 de la mañana porque a esa hora ya podían tener los estudios, “en la noche el hospital prácticamente está muerto. Los turnos no se cumplen, los doctores no llegan a su horario laboral”, después le dijeron que a las 8 de la mañana llegaría el médico.

El esposo de María, quien pidió omitir su nombre, se veía preocupado y triste durante la conferencia de prensa se tronaba los dedos de las manos, “perdimos a nuestro bebé y ahora temo por la vida de mi esposa porque aún está con los restos dentro de su útero. Me preocupa demasiado porque se puede generar una infección”.

Recriminó que pedía a los médicos y enfermeras que le dieran informes de la salud de su esposa, porque es hipertensa y se embarazó a los 40 años, lo cual es peligroso, y el personal médico se limitó a decirle que se esperara.

A las 10 de la mañana del viernes a María la tenían en cama, no le habían tomado el ultrasonido ni pasado a revisión, la tenían con un suero, por lo que su esposo tuvo que ir a la Subdirección Médica para saber qué pasaba, pero lo turnaron a dos áreas más sin que le dieran alguna respuesta.

“Aquí se ve cómo se encubren porque si son encargados de área les toca hacer las gestiones para aliviar y darle la atención al paciente. Por eso me animé a denunciar, para que las autoridades y las personas sepan cómo se vive aquí adentro, yo que tengo medio la capacidad de denunciar y expresar el problema, hay personas que vienen de comunidades y no imagino el trato que les dan”, externó.

Vía telefónica, María contó que la intervinieron a las 2 de la tarde, “sufrí violencia de género, mi situación fue delicada al tener un aborto involuntario y estuve más de 12 horas sin atención médica, sin medicamento para el dolor”.

Contó que después de que su esposo denunció ante los medios de comunicación la atendió una enfermera pero de manera déspota y grosera, “como una forma de desquitarse, incluso se burlaba que había un huevo muerto, refiriéndose a mi bebé. Hay violencia de género, lo más grave es que es una mujer contra otra mujer, no hay atención humana ni sensibilidad, como si uno fuera el culpable de la pérdida”.

Texto: María Avilez Rodríguez