26 agosto,2024 10:40 am

Denuncian negligencia en el IMSS-Bienestar de Ayutla y en la clínica San Felipe de Acapulco

 

Muere una bebé de un año a quien le negaron la atención médica en el primer hospital, y en la segunda hubo malas prácticas médicas, señala la mamá de la víctima

 

Chilpancingo, Guerrero, 26 de agosto de 2024. Adriana Gallardo Cruz, originaria de Cruz Grande, municipio de Florencio Villarreal, denunció al IMSS-Bienestar de Ayutla de los Libres y a la clínica San Felipe de Jesús de Acapulco por negligencia médica y los delitos que resulten, como responsables por la muerte de su hija Ashley Jaretzi de tan sólo un mes y tres días de nacida.

En una llamada a la Redacción, Adriana Gallardo dijo que la denuncia la interpuso de manera formal ante el Ministerio Público de Cruz Grande y Ayutla por los hechos registrados el 17 de agosto, cuando buscó asistencia médica debido a que su hija no comía, tenía vómito y respiraba con dificultad.

Resaltó que al no haber especialistas en Cruz Grande viajó acompañada de su marido, su madre y su suegra hasta Ayutla, donde llegaron al Hospital General como última opción al no localizar ningún pediatra que pudiera revisar a su bebé.

Sin embargo, no recibió atención inmediata y una enfermera accedió a revisar a la niña a demanda de la familia e informó que “no tenía nada, que no entendía qué hacía yo ahí alarmada”; mientras que un doctor que se encontraba en el hospital se negó a revisar nuevamente a la pequeña, bajo el argumento de que no era su deber.

Al no quedar conformes con el trato que recibieron en el hospital, la familia consultó a un médico particular que afirmó que la niña tenía reflujo, gases y probablemente era intolerante a la leche materna y le recetó algunos medicamentos en gotas.

No obstante, la pequeña no mejoró sino que comenzó a convulsionar, y la familia viajó de emergencia a la clínica San Felipe de Jesús de Acapulco, donde el médico a cargo advirtió que los síntomas de Ashley Jaretzi eran de gravedad.

En la clínica, la bebé recibió un supositorio e inyecciones cuyo contenido no fue informado a la familia.

Adriana Gallardo notó que las jeringas utilizadas fueron para adultos y no aptas para menores, además de que tras la aplicación del medicamento la niña sangró de manera anormal.

De acuerdo con el doctor, “posiblemente” a la niña le rasgaron una arteria con la jeringa y la intervino de emergencia en quirófano con anestesia local para detener la hemorragia; después, estuvo en observación, intubada por la nariz, hasta que finalmente, murió el 18 de agosto.

La clínica expidió un acta de defunción, pero no llamó a ninguna funeraria ni al Servicio Médico Forense; “en realidad el doctor nunca supo darme una causa probable, él sólo puso que probablemente la niña tenía anemia o dengue, pero la niña murió por un paro respiratorio”.

“El acta de defunción tiene esas posibles causas, no son concretas, nosotros en realidad no sabemos qué fue lo que pasó, yo siento que el doctor le puso medicamento de más, por eso le rompió las venas, le hizo cirugía, la niña no iba así, la niña iba deshidratada”, expresó.

Adriana Gallardo resaltó que la clínica no cobró por los servicios ni el tiempo que la niña estuvo en las instalaciones, e incluso recomendó a la familia envolver el cuerpo en sábanas para viajar así de regreso a Cruz Grande, “como si fuera dormida, nadie se va a dar cuenta”.

“Yo quiero que se investigue, se averigüe para estar yo tranquila (…) mi denuncia fue contra posible negligencia o el delito que resulte, principalmente al hospital de Ayutla porque me negaron la atención que ellos tienen que dar por ser servidores públicos, en segunda a la clínica privada por malas prácticas médicas que le hicieron a mi bebé”, detalló.

Finalmente, la madre demandó que se haga justicia y que las autoridades hagan un llamado al personal del IMSS-Bienestar de Ayutla para que mejore su atención, así como el trato a los pacientes y sus familiares.

 

Texto: Alina Navarrete Fernández