Texto: DPA / Foto: @AntoGriezmann (Twitter)
Madrid, España, 9 de mayo de 2018. Barcelona y Atlético de Madrid entraron en una “guerra abierta” por el futbolista francés Antoine Griezmann, cuyo destino parece cada vez más cerca del equipo azulgrana mientras el club rojiblanco se considera “harto” del comportamiento de su rival.
Las aguas parecían más calmadas después de un inicio de temporada convulso en el que Griezmann se dejó querer por varios clubes antes de comenzar la campaña con el Atlético. Pero el presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, abrió el lunes la caja de los truenos al reconocer públicamente que tuvo contactos con el agente del futbolista.
“En octubre nos vimos con su representante”, aseguró el mandatario del Barcelona a RAC1 con cierta imprudencia.
El consejero delegado del Atlético de Madrid, Miguel Ángel Gil Marín, explotó en la noche del martes y emitió un comunicado con duros mensajes hacia el club catalán: “Estamos hartos de la actitud del Barcelona”.
Y continuó: “Que un presidente, un jugador y un directivo del mismo club hablen de la forma en la que lo hacen del futuro de un jugador con contrato en vigor y a pocos días de jugar una final de competición europea me parece una absoluta falta de respeto hacia el Atlético de Madrid y hacia todos sus aficionados”.
Con el “jugador” se refirió a Luis Suárez, quien tampoco se ocultó el domingo nada más terminar el clásico: “Enorgullece que traigan jugadores de esa calidad como Antoine, como vinieron Dembélé o Coutinho. Es un jugador que aporta muchísimo, lleva muchísimos años jugando a altísimo nivel, siempre peleando”.
Y dio por hecho el fichaje: “No viene para quitarle el puesto a nadie, sino con la ambición de querer ganar cosas importantes. Bienvenido sea”.
El presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, manifestó en una entrevista publicada hoy por el diario “Marca”: “Griezmann es jugador del Atlético de Madrid y el futuro lo tiene que decidir él. Nuestra idea es que continúe. (…) Estamos orgullosos de tenerlo”.
Sin embargo, pocos apuestan ya por la continuidad del francés en el equipo de Diego Simeone y varios medios aseguraron que el Barcelona ya comunicó al Atlético su intención de pagar la cláusula de rescisión de 100 millones de euros (118 millones de dólares) para la próxima temporada.
A corto plazo, es el escenario menos deseado por el Atlético y el propio Simeone, quien entre tanto ruido debe preparar la final de la Liga Europa del 16 de mayo ante el Olympique de Marsella. Y a medio plazo, y de confirmarse el fichaje del Barcelona, el club rojiblanco debe preparar la sustitución de su mejor goleador con diferencia y su futbolista más valioso.
