19 enero,2018 12:24 pm

Desenfrenada, intensa, vulnerable: Janis Joplin habría cumplido 75

Berlín, Alemania, 19 de enero de 2018. Fue un triste fenómeno nuevo para la entonces joven historia del rock: en el transcurso de dos años, entre julio de 1969 y julio de 1971, fallecieron cuatro de los mayores exponentes del género, todos ellos con apenas 27 años. Pronto se habló del “club de los 27” para enmarcar a estas víctimas del sexo, las drogas y el rock’n roll. Y Janis Joplin fue la única mujer que formó parte del macabro cuarteto al que también pertenecían Brian Jones, Jimi Hendrix y Jim Morrison.
No obstante, eso no fue lo único que hizo de esta rockera nacida el 19 de enero de 1943, hace 75 años, uno de los grandes iconos de la música. Joplin fue estandarte de la cultura hippie y, justificado o no, espejo en el que se miraron las primeras feministas.
Según sentenció la revista Rolling Stone pocos años después de su muerte, el 4 de octubre de 1970, su importancia para el mito de la década de 1960 la sitúa directamente detrás de Bob Dylan.
Joplin tenía una de las “voces más apasionadas de la historia del rock”, señaló el Salón de la Fama cuando en 1995 la incluyó de manera póstuma entre sus filas. “Su blues rock puro fue la banda sonora del ‘verano del amor’ de San Francisco”, escribió The Guardian con motivo del documental Janis: Little Girl Blue.
Este viernes Janis Joplin habría podido celebrar su 75 cumpleaños. Y al igual que con Brian Jones, Jimi Hendrix y Jim Morrison, es imposible no preguntarse qué habría pasado si hubiera vivido más allá de aquel par de años salvajes.
“Su final es tan trágico”, afirmó la documentalista Amy Berg, autora de Janis: Little Girl Blue. “Finalmente había encontrado el equilibrio entre la creatividad y la vida personal”, pues en 1970 grabó sus mejores temas y mantenía una relación estable.
El disco Pearl, que incluía el hit escrito por Kris Kristofferson “Me And Bobby McGee”, no fue lanzado hasta febrero de 1971, pocos meses después de la muerte de la cantante. Se mantuvo semanas en el número uno de las listas de éxitos y está considerado uno de los mejores de todos los tiempos.
Sin embargo, y pese a su influencia en cantantes como Bettle Midler, Alanis Morrissette, Bonnie Rait o Pink, a la crítica siempre le resultó difícil lidiar con esta impulsiva mujer que parecía nacida para cantar sobre el escenario, así como con su legado.
Dotada de una poderosa voz que alcanzaba tres octavas, Joplin era “ardiente y chillaba como una lechuza herida”, la describió el también rockero Nick Gravenites. Y pese a sus salvajes recitales, sus maldiciones en público, su arriesgado coqueteo con el alcohol y las drogas duras o su desenfreno sexual, no pudo ocultar lo vulnerable e insegura que era.
Joplin vivió su infancia y juventud en una típica familia texana de clase media. Era la típica niña gordita llena de granos que, huyendo de las humillaciones, se dedicó a leer, a escribir poesía, a pintar. Cuando descubrió la música, sus modelos fueron Bessie Smith, Odetta, Etta James, Aretha Franklin y Otis Redding.
A los 18, Joplin se mudó a California para convertirse en cantante. En 1966 fue fichada como vocalista de la banda Big Brother And The Holding Company y, tras su potente debut en el Festival de Monterrey de 1967, siguió un segundo disco aún mejor con Cheap Thrills.
“De pronto, alguien me presentó a esta banda de rock’n roll. Y decidí que era lo mío. No quería volver a hacer nada diferente”, contó después recordando aquellos comienzos. El resto de su breve carrera se asemeja al de muchos héroes del rock: proyectos fallidos, relaciones que acabaron en caos, adicciones…
A ella se le atribuye la frase “mejor diez años felices y sin preocupaciones que llegar a los 70 para acabar sentada delante de la televisión en algún maldito sofá”. Sin embargo, en su caso la felicidad no duró tanto. “Janis murió por sobredosis de Janis”, dijo su colega Eric Burdon (The Animals) sobre su muerte por heroína en un motel de Los Ángeles.
No obstante, la fascinación que ejerce esta artista sigue perdurando a día de hoy. Janis Joplin “hizo que quisiera ser estrella de rock en lugar de secretaria”, afirmó la cantante Melissa Etheridge (“Bring Me Some Water”). Ella fue quien en 1995, 25 años después de su muerte, se encargó de rendirle tributo en su inclusión póstuma en el Salón de la Fama del Rock.
Texto: DPA / Foto: Salón de la Fama del Rock