Sólo un 15 por ciento de los 5 mil asistentes acuden a comer, la mayoría compra en las tiendas de conveniencia bebidas y comida, dice el vicepresidente del Colegio Internacional de Turismo y Gastronomía en Guerrero, Sergio Mejía Vargas
Acapulco, Guerrero, 18 de mayo de 2024. El vicepresidente del Colegio Internacional de Turismo y Gastronomía en Guerrero, Sergio Mejía Vargas, indicó que la llegada de los motociclistas no representa un impacto económico para el sector restaurantero de la zona Diamante, y que sólo un 15 por ciento de los 5 mil asistentes, acuden a comer, la mayoría compra en las tiendas de conciencias bebidas y comida.
En declaraciones el propietario del restaurante Gaviotas 2, indicó que Acapulco es un destino muy noble con los visitantes y no se puede cerrar a los eventos que se quieran realizar, “lo único que comparte es que quien visita la ciudad, tiene que respetar las reglas de tránsito”.
El restaurantero de Playa Bonfil, a donde también se dirigieron algunos grupos de motociclistas, expresó que el evento no ha dejado buenas experiencias en otros años, con trágicos accidentes en el puerto “porque después de la fiesta y después de los arrancones, hay mucho alcohol, hay droga y se convierte en una fiesta para ellos en un destino turístico donde se tiene que respetar la ley”.
El empresario llamó al gobierno del estado y municipio a ser más estricto en la aplicación de la Ley e insistió que “Acapulco no puede prohibir a ningún sector y segmento venir, y disfrutar de nuestras playas pero siempre respetando las reglas”.
Dijo que los motociclistas quienes vienen por dos y tres días, buscan habitaciones en la zona tradicional, rentan casas habitación y un 10 por ciento del total se queda en la zona Diamante, del total de los cinco mil asistentes estimados que lleguen, solamente un 15 por ciento acude a comer a los restaurantes de las zonas de playa.
Recordó que el resto compra sus bebidas en las tiendas de conveniencia que son las beneficiadas con la venta de alcohol, y otros alimentos, mientras que otro sector busca lugares económicos para comer, y los restauranteros de la zona Diamante “no los esperamos con ansias”.
Texto y foto: Jacob Morales Antonio
